Estructura: La novela está dividida en cinco partes, sin título y sin número, de extensión similar. La primera parte tiene una función de despliegue del conjunto: sabemos a quién matan, cómo, cuándo y las fatales circunstancias del crimen. La segunda parte es paralela a la primera, ya que tiene como eje a otro protagonista, Bayardo San Román. Se nos presenta a su familia y su relación con Ángela. La tercera parte desarrolla las circunstancias y detalles previos al asesinato de Nasar, obligado por el código del honor. El eje ahora son los hermanos Vicario en su itinerario de búsqueda y castigo del ofensor. La cuarta parte tiene un primer acontecimiento, la descripción de la autopsia del cadáver de Nasar, a lo que sigue la ceremonia del entierro y la quietud en el pueblo por la posibilidad de que la comunidad árabe, a la que Nasar pertenecía, intente vengar su muerte. La quinta parte retrocede en el discurso narrativo para enfocar el itinerario de persecución, encuentro y muerte de Nasar.
Temas: La muerte, el honor, la violencia, la religión, la superstición, el destino, el humor y la mujer.
Técnica narrativa: El autor utiliza rasgos procedentes del periodismo y de la novela policiaca, como el suspense. No obstante, crea una obra personal en la que aparecen técnicas frecuentes en otras creaciones de García Márquez, como la ambientación a mitad de camino entre lo realista y lo fantástico (el realismo mágico) o la ruptura del orden lineal de la narración mediante analepsis o vueltas al pasado y anticipaciones de hechos futuros, o prolepsis.
Modo narrativo: La narración se basa en la acumulación progresiva de datos y detalles parciales. A su brevedad, hay que añadir que se entremezcla con la descripción. Así, en la descripción de personajes, a sus rasgos físicos se une el recuento de sucesos diversos.
Estilo: En la novela, el lenguaje es sencillo y directo, aunque cargado de cierto simbolismo y fuerte dramatismo.
Recursos de la lengua: Elementos coloquiales, comparaciones, metáforas, personificaciones, animalizaciones y cosificaciones, hipérboles, enumeraciones, polisíndeton, referencias eróticas, símbolos, detallismo insólito e inmersiones en lo fantástico.
Estructura externa: Presenta una estructura clásica en tres actos que responden al esquema de planteamiento, nudo y desenlace. Cada acto transcurre en un cuadro diferente y en un tiempo distinto. Acto I: planteamiento en una habitación interior (antesala) blanquísima a las 12:00 del día X. Acto II: nudo en una habitación interior, junto a los dormitorios, blanca a las 15:00 del día Y. Acto III: desenlace en un patio interior, con paredes blanco azuladas, durante la noche del día Z. Los actos no se subdividen en escenas.
Estructura interna: Se aprecian tres partes distintas en la obra. Primero aparece una exposición de la situación, una localización espacio temporal y una presentación de los personajes. Se dice que ha muerto Antonio María Benavides y que Bernarda va a imponer el luto en su familia. En la segunda parte, el desarrollo, se anuncia la boda de Angustias con Pepe el Romano y a partir de este momento la tensión va en aumento. Se muestran las envidias y amores de las demás hermanas, aparece el misterio de las ventanas y de los encuentros nocturnos. El momento cumbre es cuando se desvela que Adela y Pepe habían mantenido una relación. La última parte, el desenlace, tiene un final trágico: el suicidio de Adela al creer que su madre ha matado a su amado Pepe. La progresión dramática está muy bien conseguida: Lorca plantea el conflicto y lo lleva in crescendo.
Técnica narrativa: Los recursos técnicos que utiliza el autor para desarrollar el conflicto que se plantea en la obra son la estructura, el espacio, el tiempo, las acotaciones y el diálogo dramático. El espacio: frente al mundo interior de la casa o espacio visible, existe el exterior o espacio aludido; ambas realidades están presentes en el drama. La casa simboliza el espacio cerrado, el lugar inhóspito en donde han de vivir recluidas. El tiempo: distinguimos entre tiempo evocado y tiempo de la acción dramática. Las acotaciones, texto dramático secundario: son la huella del autor en el texto teatral, las indicaciones que considera necesarias para una mejor puesta en escena de su obra. En el caso de Lorca, son escuetas pero vivas y expresivas. Podemos calificar el estilo de La casa de Bernarda Alba como ágil, vivaz, breve, intenso y desgarrado. Se observa, ante todo, la maestría del diálogo, su fluidez, su nervio, su intensidad; el predominio de réplicas cortas y rápidas y, a veces, su sentenciosidad. Pero, sobre todo, hay que insistir en la asombrosa unión de realidad y poesía.