Diga la importancia de los lugares :
En cuanto a lo que al espacio hace referencia, podemos recalcar que este destaca por resultar un reflejo de la sociedad del momento, es decir, la dictadura franquista. Y así, serán los espacios cerrados y opresivos los que más abunden en la obra.
Constituyendo un factor más en la propia situación opresiva en la que se tienen que desenvolver los personajes del relato. Ahora bien, no podemos obviar que el espacio también, y no podía ser menos, responde a las diferencias sociales que se marcan durante toda la obra. Los espacios abiertos y diáfanos de L’Eixample, Montjuich, el Tibidabo… Suponen una caracterización topográfica de la libertad y el estatus social y económico de los personajes que en ellos viven. Frente a estos: la propia casa de la calle Aribau , las Ramblas , el Raval… Suponen el hacinamiento de los perdedores del que difícilmente pueden salir si no es un camino de ida y vuelta al trabajo (servicio) de los vencedores. Puro darwinismo social. Podemos decir que la Universidad (siendo curioso que apenas se nos lleva a su interior y la mayor parte de las acciones que transcurren en ella lo hacen en el exterior de sus jardines y claustros amurallados) adquiere cierto rango de zona franca que responde a la posibilidad que se le ofrece a Andrea de ser el nexo entre los dos mundos. La universidad es el reflejo de la posibilidad de obtener la independencia y la autonomía que le están vedadas y vetadas en ambas casas: la de la calle Aribau y la de Ena.
El trato de la mujer en la obra:
La mujer en la obra aparece representada bajo el canon impuesto por el franquismo en la sociedad y, por ende, en ellas. La mujer ha de resultar la perfecta casada y la figura femenina se ve lastrada por el poder que se instaura en la sociedad de la dictadura en la que esta se queda sin voz ni voto. Se sumerge en la figura carpetovetónica de la visión (del derecho) religiosa de la madre-virgen adalid y salvaguarda de las esencias de la moral y fiel servidora del hombre-marido. También, y como consecuencia directa de esto, la violencia se convierte en algo normalizado (no solo por el propio contexto: la dictadura) como respuesta a la relación de dominio y posesión del hombre de la mujer.
El género al que pertenece Nada :
Novela existencial. En ella la ciudad, decadente, triste y sórdida, es el escenario por el que deambulan unos personajes tan incapaces de vislumbrar un futuro satisfactorio como de orientarse en el vacío en el que parecen flotar. El relato en primera persona y el recurso frecuente al “monólogo interior” acentúan esta impresión de un ser humano solitario, incapaz de comunicarse afectivamente y perdido en los laberintos de la duda existencial. Existencialismo es un término que se aplica al trabajo de un conjunto de filósofos de los siglos XIX y XX que, a pesar de contar con profundas diferencias doctrinales entre ellos, mantuvieron la idea de que el principal objetivo del pensamiento filosófico debía ser el de lidiar con las condiciones de la existencia individual, así como sus emociones, acciones, responsabilidades y pensamientos. En particular, Soren Kierkegaard –quien es hoy considerado como el padre del existencialismo–, establecíó que cada individuo es únicamente responsable de darle a su propia vida un significado, y de vivir esa vida de forma pasional y sincera, a pesar de los muchos obstáculos que pueda encontrarse.
Rasgos que caracterizan el existencialismo literario. :
A modo de ejemplo, aunque las posibilidades son variadas, se podría citar: Personajes marginados o desarraigados ROMán se perfila ya desde su adolescencia como un ser complejo capaz de seducir con su talento y al mismo tiempo obsesionado por dominar a las demás personas, en este caso a Margarita a la que de forma premeditada y consciente empuja a cortarse la trenza (su única belleza) para después herirla y humillarla con sus palabras (“»—Tengo lo mejor de ti en casa. Te he robado tu encanto —luego concluyó impaciente: —¿Por qué has hecho esa estupidez, mujer? ¿Por qué eres como un perro para mí?”). Presencia de situaciones límite Margarita alude a su situación con expresiones tales como: “así era el veneno, la obsesión que me llenaba…” Pesimismo existencial: sentimientos de dolor, frustración, soledad, angustia, desamparo… La autora plasma estos sentimientos de forma muy plástica a través de preguntas retóricas (“me pregunto cómo se puede alcanzar tal capacidad de humillación”; “¿Y este dolor de ser descubierta, destapada hasta los rincones más íntimos?”) y de comparaciones tales como: “Dolor como si arrancaran a tiras nuestra piel para ver la red de venas palpitando entre los músculos…”
La relevancia de ROMán :
ROMán vive aparte (y apartado) del resto de la familia en una especie de buhardilla que le acaba por conferir el halo de misterio y de victoria con respecto al resto de su familia. Así, él ha conseguido (dentro de sus posibilidades) dar el salto social y económico desde el propio abandono de la familia y de sus creencias-posicionamientos políticos republicanos. Al mismo tiempo, él sí es un artista (músico en su caso) con talento . A diferencia de su hermano Juan. Ahora bien, lo que Andrea nos vaya trasladando de su persona irá pasando poco a poco de la admiración (casi enamoramiento platónico) al desprecio por su forma de ser: su cinismo y su maldad cizañera que se deleita con hacer surgir la tensión entre el matrimonio de su hermano y de Gloria . Su muerte representa la claudicación ante la imagen de sí mismo que le proyecta el espejo (como hemos dicho: el envés de la moneda). ROMán no puede soportar esta imagen que se la presenta de manera vívida Ena y acaba suicidándose cortándose la garganta con la cuchilla de afeitar. Ya nada más podrá salir de su boca: no más cizaña, no más delaciones, no más engaños de amor a jovencitas fácilmente embaucables…