LA CASA DE Bernarda Alba( ACTO 3)
Nos encontramos ante un fragmento de la obra dramática La casa de Bernarda Alba,escrita en la primavera de 1936 por el autor
Federico García Lorca. Nacíó el poeta y dramaturgo en Fuentevaqueros (Granada) en 1898, y cultivó el género dramático a lo largo de toda su vida. Entre 1919 y 1928 vivíó en una residencia de estudiantes en Madrid, en la que hizo amistad con Salvador Dalí, Rafael Alberti, etc. Viajó por Estados Unidos y Cuba y al regresar creó la compañía teatral “La Barraca”. Sus posiciones antifascistas lo convirtieron en una víctima de la Guerra Civil española, en 1936. Como dramaturgo, la evolución de su obra muestra un proceso de depuración formal y de contenido que le lleva a un concepto renovador del arte escénico. García Lorca experimentó diversos modos de escritura dramática: Vanguardismo, que se ve reflejada en Así que pasen cinco años o El público; trágico, con Bodas de Sangre o Yerma; y una etapa esencialmente dramática con La casa de Bernarda Alba, obra ante la que nos encontramos. Para Lorca el teatro tiene un objetivo didáctico, pues ejemplifica los sentimientos de los hombres y evidencia los aciertos y las equivocaciones. El tema, a grandes rasgos, del teatro lorquiano, es la lucha de unos personajes contra el orden social para conseguir su libertad.
Nuestro autor pertenece a la generación del 27, un grupo de intelectuales que unen las vanguardias con la tradición literaria española y en la cual nos encontramos con autores como Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Luis Cernuda, etc. Todos ellos se reunieron por la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora y a partir de este acontecimiento formaron la generación. Comparten un interés por la pureza estética, la naturaleza humana, y por mezclar lo popular y lo culto y fueron influenciados por Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Bécquer entre otros. También existe un gusto por lo popular y tradicional y una renovación literaria: reinvención de la metáfora, léxico específico, desarrollo del verso libre y recuperación de los esquemas rítmicos clásicos. Además tienen influencia de autores extranjeros y de vanguardia y comparten temas como la ciudad, la naturaleza, el amor y el compromiso.
El fragmento ante el que nos encontramos es la escena final del tercer acto de La casa de Bernarda Alba. En esta obra, el autor presenta la represión ejercida por parte de Bernarda a sus hijas, ya que las obliga a permanecer de luto y encerradas, lo que produce un enfrentamiento entre la tradición y los nuevos valores que quieren introducir las hijas cansadas de tanto autoritarismo. Las hijas de Bernarda se enamoran del prometido de la mayor, y solo la más pequeña, Adela, consigue establecer una relación. En este acto Bernarda se ha enterado por Martirio de que su hija
Adela ha estado manteniendo un romance en secreto con Pepe el Romano, pretendiente y futuro marido de Angustias. Su madre, Bernarda, tras enterarse de lo ocurrido intenta matar al joven pero no lo consigue. Adela cree muerto a su amado y se suicida. Finalmente su madre y sus hermanas contemplan la trágica escena; las hermanas lloran desconsoladamente mientras que Bernarda las acalla y declara que su hija menor ha muerto virgen.
Este dominio de Lorca del teatro, que se caracteriza, entre otros rasgos por depurar el teatro poético e incorporar las tendencias vanguardistas, además de por su afán por acercar el teatro al pueblo, mostrando y compartiendo los temas que preocupaban y unían a la Generación del 27, lo observamos no solo en este fragmento, sino en cada una de sus obras dramáticas.
El tema principal de esta obra es el enfrentamiento entre una moral autoritaria representada por Bernarda y el deseo de libertad de las hijas, donde destaca Adela. También observamos la represión a la mujer ya que existe una gran desigualdad en favor del hombre, o destacamos temas frecuentes en el universo de Lorca, como el amor de todas las hijas de Bernarda por el amado, Pepe el Romano, o el deseo carnal de Adela por el amado, el “que dirán” y la desigualdad social entre las criadas y la familia de Bernarda.Por otro lado, concretamente en este texto, se refleja el tema del autoritarismo matriarcal, representado en Bernarda madre y dueña de la casa, la frustración de las hijas, la envidia de Martirio y el suicidio de Adela al creer muerto a su amado.
La acción transcurre dentro de la casa de Bernarda, un espacio cerrado el cual es visto como un presidio. En cuanto al espacio externo, podemos decir que esta obra se desarrolla en algún pueblo de Andalucía, debido a la conexión que tiene el autor con esta zona de España.
Con respecto al tiempo, es cierto que la obra transcurre en verano a lo largo de varios días, pero realmente Federico García Lorca quiere darnos a entender que esta se desarrolla en un solo día, comprimiendo el discurrir temporal, no hay pues unidad de tiempo. Esta intención del autor se puede ver reflejada en los diferentes actos que presenta la obra: En el primer Acto, la historia se inicia por la mañana con el entierro del marido de Bernarda, lo cual representa el amanecer de dicho día en el que se sucede toda la obra; el segundo acto representa la tarde mostrando el día a día que viven estas mujeres en la casa; el tercero representa el descubrimiento de la verdad, la muerte de Adela y la renovada autoridad de Bernarda sobre sus hijas, su madre y las criadas, lo cual corresponde con el anochecer, es decir, el fin del día y la funesta resolución del conflicto.
Con respecto a los personajes, aparecen dieciséis en La casa de Bernarda Alba, de los cuales la mayor parte son mujeres, pues es un drama sobre ellas.
En este fragmento intervienen Bernarda, Martirio, Adela, Magdalena, Angustias y Poncia
Empezaremos hablando de Bernarda, la que podemos decir que es la protagonista indiscutible. Tiene 60 años, es tirana e hipócrita y le da mucha importancia al «qué dirán»,hasta el extremo de preocuparse por la honra familiar por encima de la trágica muerte de su hija menor. Además, entiende que el papel de la mujer es someterse al hombre; es la representante de la estricta moral social de la España de los años 30.
También tenemos a Magdalena,hija de Bernarda; en este fragmento podemos observar su rechazo enfurecido hacia Adela. Por otro lado vemos a Poncia, tiene 60 años y es la criada principal de la casa. Bernarda y ella se criaron juntas desde la niñez, por esta razón, es la principal confidente de Bernarda pese al odio que siente por ella;
Poncia es la que en esta escena descubre el cadáver de Adela. Adela es la hija menor, con 20 años. Desafía la moral establecida, y representa los nuevos valores que poco a poco se van abriendo paso en la sociedad. Es rebelde, joven, hermosa, apasionada y valiente, llegando incluso a romper el bastón de su madrey terminar suicidándose al pensar que Pepe el Romano había muerto.Martirio tiene 24 años y es la primera que descubre los encuentros amorosos de Adela y Pepe el Romano; siente resentimiento y grandes celos de su hermana menor por lo que demuestra que ella también está enamorada de él. Su amor será descubierto antes que el de Adela ya que esconderá un retrato de Pepe el Romano entre sus sábanas.
Y por último, Angustias, de 39 años, es la hija mayor de Bernarda, nacida de otro matrimonio y por eso es heredera de una envidiable fortuna que no tarda en atraer a Pepe el Romano, pero ella desconoceque él no la ama. En esta escena reacciona indignada contra Adela al conocer la relación de esta con su prometido.
Esta obra pertenece al género dramático debido a la presencia de acotaciones, diálogos y a que está hecha para representarse. Las acotaciones nos proporcionan información sobre los movimientos de los personajes “se dirige furiosa hacia Adela”,“entrando”; las acciones “sujetándola”, los gestos que revelan emociones “se lleva las manos al cuello”. En esta obra de género dramático está clara la presencia de un lenguaje directo “¡La escopeta!”, “¡Nadie podrá conmigo!”, “ Se acabó Pepe el Romano”; intenso, “¡Por ella! ¡Hubiera volcado un río de sangre sobre su cabeza! Y realista “Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara.”
Se aprecia la maestría de Lorca en el uso de un diálogo fluido e intenso, con predominio de réplicas cortas y rápidas que ayudan a crear tensión en el ambiente. Por otro lado el autor utiliza frases cortas y tajantes con el fin de expresar brusquedad, por ejemplo; en el carácter autoritario de Bernarda frente a sus hijas, ayudándose del uso del presente de imperativo: “Abre”, “Trae un martillo”, “¡Descolgarla!”, “Llevadla a su cuarto y vestirla como si fuera una doncella”, “Avisad que al amanecer den dos clamores las campanas”. Es reséñable asimismo , el uso de una adjetivación que muestra el nivel de tensión y celos entre las hermanas; “ “Ladrona”, “Maldita” y “Endemoniada”. Se presenta además, un conflicto entre la autoridad y libertad, como se ejemplifica en las exclamaciones de Adela: “¡Aquí se acabaron las voces de presidio!”, “¡ En mi no manda nadie más que Pepe!”.
En este fragmento apreciamos el amplio uso de recursos estilísticos que expresan la enorme intensidad dramática de la escena como la comparación : “respirando como si fuera un león” “Que el techo se me rompa como una Granada de amargura”, la personificación: “La muerte hay que mirarla cara a cara”; y la hipérbole: “Hubiera volcado de río de sangre sobre su cabeza” o “nos hundiremos en un mar de luto” que además son metáforas, como lo son también “no poder tener un rayo entre mis dedos” o “¡Esa es la cama de las malnacidas!”. Estas imágenes proporcionan una enorme expresividad al lenguaje del texto.
Con respecto a los símbolos, La casa de Bernarda Alba abunda en simbología, un aspecto muy carácterístico de la Generación del 27. Nos encontramos con símbolos como el gesto de Adela rompiendo el bastón de su madre, que hace referencia a su rebeldía frente a la imposición dictatorial de su madre. Por otro lado encontramos la escopeta, simboliza también la autoridad de la madre. Destacamos la frase de Bernarda “mi hija ha muerto virgen”, recalca la importancia que se le daba a conservar las apariencias y mantener la honra de las familia frente a las murmuraciones. Además llaman la atención los nombre escogidos por el autor para los protagonistas, como Angustias o Martirio, los cuales hacen referencia a la situación interior de cada una.Por último, la abundancia de la modalidad exclamativa contribuye a forjar la intensidad dramática de esta escena.
En conclusión, Lorca presenta en esta escena, la raíz del conflicto dramático que desembocará en tragedia: la imposición antinatural de unas medidas autoritarias que chocan contra las necesidades legítimas de unas mujeres jóvenes. Y muestra, a su vez, la realidad histórica de una sociedad opresora y patriarcal que exigía unos sacrificios excesivos, sobre todo , a las mujeres. En cuanto a la expresión, el autor borda el dominio del registro coloquial de los habitantes de la Andalucía profunda, logrando con ello un Realismo veraz, a la par que refleja su dominio de un lenguaje lírico carácterístico del poeta inmenso que fue.
Con respecto al tiempo, es cierto que la obra transcurre en verano a lo largo de varios días, pero realmente Federico García Lorca quiere darnos a entender que esta se desarrolla en un solo día, comprimiendo el discurrir temporal, no hay pues unidad de tiempo. Esta intención del autor se puede ver reflejada en los diferentes actos que presenta la obra: En el primer Acto, la historia se inicia por la mañana con el entierro del marido de Bernarda, lo cual representa el amanecer de dicho día en el que se sucede toda la obra; el segundo acto representa la tarde mostrando el día a día que viven estas mujeres en la casa; el tercero representa el descubrimiento de la verdad, la muerte de Adela y la renovada autoridad de Bernarda sobre sus hijas, su madre y las criadas, lo cual corresponde con el anochecer, es decir, el fin del día y la funesta resolución del conflicto.
Con respecto a los personajes, aparecen dieciséis en La casa de Bernarda Alba, de los cuales la mayor parte son mujeres, pues es un drama sobre ellas. En este fragmento intervienen Bernarda, Martirio, Adela, Magdalena, Angustias y Poncia.Empezaremos hablando de Bernarda, la que podemos decir que es la protagonista indiscutible. Tiene 60 años, es tirana e hipócrita y le da mucha importancia al «qué dirán»,hasta el extremo de preocuparse por la honra familiar por encima de la trágica muerte de su hija menor. Además, entiende que el papel de la mujer es someterse al hombre; es la representante de la estricta moral social de la España de los años 30. También tenemos a Magdalena,hija de Bernarda; en este fragmento podemos observar su rechazo enfurecido hacia Adela. Por otro lado vemos a Poncia, tiene 60 años y es la criada principal de la casa. Bernarda y ella se criaron juntas desde la niñez, por esta razón, es la principal confidente de Bernarda pese al odio que siente por ella; Poncia es la que en esta escena descubre el cadáver de Adela. Adela es la hija menor, con 20 años. Desafía la moral establecida, y representa los nuevos valores que poco a poco se van abriendo paso en la sociedad. Es rebelde, joven, hermosa, apasionada y valiente, llegando incluso a romper el bastón de su madrey terminar suicidándose al pensar que Pepe el Romano había muerto.Martirio tiene 24 años y es la primera que descubre los encuentros amorosos de Adela y Pepe el Romano; siente resentimiento y grandes celos de su hermana menor por lo que demuestra que ella también está enamorada de él. Su amor será descubierto antes que el de Adela ya que esconderá un retrato de Pepe el Romano entre sus sábanas. Y por último, Angustias, de 39 años, es la hija mayor de Bernarda, nacida de otro matrimonio y por eso es heredera de una envidiable fortuna que no tarda en atraer a Pepe el Romano, pero ella desconoceque él no la ama. En esta escena reacciona indignada contra Adela al conocer la relación de esta con su prometido.
Esta obra pertenece al género dramático debido a la presencia de acotaciones, diálogos y a que está hecha para representarse. Las acotaciones nos proporcionan información sobre los movimientos de los personajes “se dirige furiosa hacia Adela”,“entrando”; las acciones “sujetándola”, los gestos que revelan emociones “se lleva las manos al cuello”. En esta obra de género dramático está clara la presencia de un lenguaje directo “¡La escopeta!”, “¡Nadie podrá conmigo!”, “ Se acabó Pepe el Romano”; intenso, “¡Por ella! ¡Hubiera volcado un río de sangre sobre su cabeza! Y realista “Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara.”Se aprecia la maestría de Lorca en el uso de un diálogo fluido e intenso, con predominio de réplicas cortas y rápidas que ayudan a crear tensión en el ambiente. Por otro lado el autor utiliza frases cortas y tajantes con el fin de expresar brusquedad, por ejemplo; en el carácter autoritario de Bernarda frente a sus hijas, ayudándose del uso del presente de imperativo: “Abre”, “Trae un martillo”, “¡Descolgarla!”, “Llevadla a su cuarto y vestirla como si fuera una doncella”, “Avisad que al amanecer den dos clamores las campanas”. Es reséñable asimismo , el uso de una adjetivación que muestra el nivel de tensión y celos entre las hermanas; “ “Ladrona”, “Maldita” y “Endemoniada”. Se presenta además, un conflicto entre la autoridad y libertad, como se ejemplifica en las exclamaciones de Adela: “¡Aquí se acabaron las voces de presidio!”, “¡ En mi no manda nadie más que Pepe!”.En este fragmento apreciamos el amplio uso de recursos estilísticos que expresan la enorme intensidad dramática de la escena como la comparación : “respirando como si fuera un león” “Que el techo se me rompa como una Granada de amargura”, la personificación: “La muerte hay que mirarla cara a cara”; y la hipérbole: “Hubiera volcado de río de sangre sobre su cabeza” o “nos hundiremos en un mar de luto” que además son metáforas, como lo son también “no poder tener un rayo entre mis dedos” o “¡Esa es la cama de las malnacidas!”. Estas imágenes proporcionan una enorme expresividad al lenguaje del texto.
Con respecto a los símbolos, La casa de Bernarda Alba abunda en simbología, un aspecto muy carácterístico de la Generación del 27. Nos encontramos con símbolos como el gesto de Adela rompiendo el bastón de su madre, que hace referencia a su rebeldía frente a la imposición dictatorial de su madre. Por otro lado encontramos la escopeta, simboliza también la autoridad de la madre. Destacamos la frase de Bernarda “mi hija ha muerto virgen”, recalca la importancia que se le daba a conservar las apariencias y mantener la honra de las familia frente a las murmuraciones. Además llaman la atención los nombre escogidos por el autor para los protagonistas, como Angustias o Martirio, los cuales hacen referencia a la situación interior de cada una.Por último, la abundancia de la modalidad exclamativa contribuye a forjar la intensidad dramática de esta escena.
En conclusión, Lorca presenta en esta escena, la raíz del conflicto dramático que desembocará en tragedia: la imposición antinatural de unas medidas autoritarias que chocan contra las necesidades legítimas de unas mujeres jóvenes. Y muestra, a su vez, la realidad histórica de una sociedad opresora y patriarcal que exigía unos sacrificios excesivos, sobre todo , a las mujeres. En cuanto a la expresión, el autor borda el dominio del registro coloquial de los habitantes de la Andalucía profunda, logrando con ello un Realismo veraz, a la par que refleja su dominio de un lenguaje lírico carácterístico del poeta inmenso que fue.