Romanticismo. José de Espronceda
Este autor es, tanto por su vida como por su obra, el poeta del Romanticismo español por excelencia. Dentro de su poesía encontramos las dos tendencias de poesía ROMántica: Poesía narrativa: El estudiante de Salamanca está enmarcado en la tendencia narrativa de la poesía ROMántica. En ella encontramos, todas las carácterísticas de la época en cuanto a ambientación tétrica y oscura, y aspectos formales tales como la polimetría. También pertenece a esta tendencia El diablo mundo, un extenso poema incompleto en el que Espronceda reflexiona sobre la vida humana. Poesía lírica: sobresalen La canción del pirata o El mendigo recogidas en su libro Poesías. El desengaño es su tema principal.
Gustavo Adolfo Bécquer
Nacíó cuando en Europa ya había entrado en decadencia el movimiento ROMántico, pero representa la culminación del Romanticismo intimista español. Bécquer está considerado el primer poeta moderno. De su producción en prosa sobresale Leyendas, conjunto de narraciones breves que tienen como tema algún hecho extraordinario o sobrenatural. Su obra poética se reduce a Rimas, que fue publicada por los amigos del poeta tras su muerte. El universo de las Rimas abarca dos aspectos fundamentales: la poesía y el hombre, con la implicación del amor.
Rosalía de Castro
Escribe en la misma línea sencilla e intimista que Bécquer. Entre sus obras destacan: en gallego, Follas novas; en castellano, En las orillas del Sar. Armonizó la subjetividad lírica y dolorida con una magistral contemplación de la naturaleza.
Mariano José Larra
La obra literaria de este autor se incluye dentro del género del artículo periodístico. Larra se convierte en el primer gran periodista español. Lucha por el progreso y la modernidad. Sus artículos se distribuyen en tres grupos temáticos: Artículos de costumbres: composiciones breves. Larra utiliza el cuadro de costumbres para hacer crítica social, El castellano viejo y Vuelva usted mañana son algunos ejemplos. Artículos de crítica política: En ellos vierte sus ideas políticas. En este grupo destacamos: Tres son más que dos o El día de difuntos de 1836. Artículos de crítica literaria: difunde sus teorías sobre la literatura y defiende la idea de que el escritor debe adoptar una postura comprometida. Su prosa es llana, clara, directa e irónica.
José Zorrilla
Su obra más famosa es Don Juan Tenorio, el drama ROMántico más popular. Refunde el mito de Don Juan.
Realismo.Benito Pérez Galdós
Gran figura del Realismo español. Su obra novelística es un testimonio monumental tolerante y crítico de la vida y los conflictos de su tiempo. En su obra narrativa encontramos dos apartados: Los Episodios Nacionales. Las novelas, que se estructuran en tres épocas:
Novelas de la primera época (1870):
Caracterizados por su carácter de obras de tesis, en las que combate el fanatismo y el caciquismo de los pueblos. Doña Perfecta.
Novelas contemporáneas (1880):
Entre ellas se encuentran los grandes títulos, Fortunata y Jacinta, Miau. Son objetivas, el autor repasa la vida de las gentes de muy diferente estado y condición.
Novelas espirituales y simbólicas (1890):
Se centran en el interior de los personajes, en los valores morales y los ideales. Misericordia.
Leopoldo Alas “Clarín”
Desde una postura progresista y liberal, defendíó una literatura combativa, de denuncia la corrupción política, el caciquismo y la superstición. Entre sus obras, destaca su novela
La Regenta. Cuya historia es el adulterio de Ana Ozores, aunque la verdadera protagonista es la ciudad de Vetusta. En cuanto a su técnica, por un lado analiza el entorno social lleno de contrastes y el interior profundo de los personajes; por otro, mezcla aspectos realistas y naturalistas, y utiliza las renovaciones narrativas del momento, como el flash back o el estilo indirecto libre.
Antonio Machado (Modernismo y 98)
(1875-1939) Nacido en Sevilla, vive en tierras castellanas desde niño. De ideología progresivamente radical y de un profundo humanismo existencial. Su poesía sintetiza el clasicismo de las formas, el simbolismo del mundo sensorial y la indagación en sus galerías interiores. El paso del tiempo y la nostalgia por la niñez y la juventud perdidas, así como la falta de amor y la correspondencia emocional entre los elementos del paisaje y su estado de ánimo son los temas más utilizados por el autor.Tres etapas:La primera, representada por Soledades, muestra al poeta de lo interior, de la soledad, de la melancolía por la fugacidad de la vida y los paraísos perdidos.La segunda, representada por Campos de Castilla, supone su integración en la Generación del 98. Expresa el inconformismo y el desajuste con la realidad social además de la sublimación de un paisaje desmaterializado e idealizado. La tercera, representada en Nuevas canciones, es más reflexiva y su pensamiento llega a lo sentencioso.
Unamuno
La novela intelectual y existencialista. (1864-1936) Catedrático universitario, destaca por su amplia cultura. Además de como dramaturgo y poeta, notable en la vigorosa expresión de lenguaje y las imágenes sensoriales, también destaca como ensayista, intelectual y pensador, uno de los más influyentes de nuestro tiempo. La novela es el género literario más renovado de este autor. Éstas son de carácter existencialista, recogen su actitud intelectual, su visión filosófica del mundo y sus preocupaciones ideológicas y existenciales, pongamos como ejemplo sus obras Niebla, Abel Sánchez, La tía Tula o San Manuel Bueno, mártir. Unamuno llama a sus novelas nivolas, para distanciarlas de las realistas, en ellas el lenguaje es más intelectual y el autor invade el orden de la realidad objetiva para manejarla de acuerdo con las leyes y los criterios que él impone.
Baroja
La novela social y naturalista. De carácter solitario y huraño, mantiene siempre un pesimismo radical sobre la naturaleza y la condición humanas. “No hay fuente limpia sin que los hombres metan allá sus patas y la ensucien. Está en su naturaleza”, escribe. Baroja critica una sociedad global corrupta –personas e instituciones-. Concibe la vida como una lucha en la que siempre pierde el débil “una cacería cruel en que nos vamos devorando los unos a los otros”. En lo literario, confluyen en Baroja la desesperación y la angustia del Romanticismo recogidas por el Modernismo, la visión determinista del mundo del Naturalismo y las formas modernistas que pueden reconocerse en el impresionismo descriptivo de los ambientes y psicológico de los personajes o la tendencia a la evocación nostálgica. Baroja crea ambientes de perfiles difusos y describe con la pincelada rápida de los impresionistas. Entre sus títulos destacan Camino de perfección, La busca, Zalacaín el aventurero, Las inquietudes de Shanti Andía y El árbol de la ciencia.
Valle-Inclán
La novela modernista y vanguardista. Trata de hacer de su vida y su obra una constante invención estética mezclando realidad y fantasía. Atento siempre a la renovación temática y, sobre todo, formal de su obra, se guía en todo momento por un concepto particular de la libertad. Dramaturgo excepcional, que eleva al teatro español a las más altas cotas de la modernidad, en la novela protagoniza una de las más grandes rupturas contemporáneas con el concepto tradicional del género. Comienza con las Sonatas en el Modernismo más exuberante, rico en imágenes ostentosas y brillantes en el lenguaje; recrean las andanzas del Marqués de Bradomín. En su segundo período, se orienta hacia la estilización deformante de las normas clásicas con el esperpento, que pretende quitar la máscara a la realidad mediante la deformación grotesca y, así, descubrir su imagen auténtica. Novelas esperpénticas: Tirano Banderas y Las galas del difunto.
NOVECENTISMO
José Ortega y Gasset
Formula la doctrina raciovitalista y la razón vital, síntesis de la razón pura y la pura vitalidad: la razón es una función de la vida y la vida no tiene sentido sin la razón. Sus ideas estéticas figuran en La deshumanización del arte, donde buscan el puro goce estético, ajeno a lo afectivo, lo sentimental y lo humano, y en las Ideas sobre la novela, donde opina que la nueva novela ha de ser un género intelectual y deshumanizado, que dé más importancia a la forma o al estilo que a la acción y los personajes, y persiga el puro goce estético. En España Invertebrada (1921) afronta temas sociológicos.