Realismo Social: etapas
En 1951 Cela publica La Colmena en Buenos Aires por problemas de censura. Con esta obra el escritor anuncia lo que será la novela social de los años 50. Cela trata de dar una visión de la España urbana tomando la capital, Madrid, en los primeros años de la posguerra. Madrid aparece como una metáfora, una ciudad que simboliza una colmena en donde cada individuo habita en una pequeña celda y en ella cumple una función social. Es una novela muy compleja ya que en ella aparecen unos 300 personajes que tratan de sobrevivir en un mundo gris y oscuro. Los capítulos se construyen en escenas que constituyen viñetas sueltas. Observamos todo un mosaico de las diferentes clases sociales de la ciudad. Son personajes derrotados por la guerra o por la vida misma, fracasados, antihéroes: el pluriempleado, la prostituta, la viuda que debe sacar adelante a sus hijos, pobres, vagabundos. Los ricos aparecen degradados por la hipocresía social. Estamos ante una sociedad variopinta llena de gente vencida, pasiva, miedosa y en donde la abulia (el aburrimiento) llena sus vidas. El narrador presenta varias perspectivas, ya que una misma historia se cuenta por diferentes personajes de maneras distintas. Hay narrador en 1ª y 3ª persona; abundan los diálogos y un narrador implícito que opina y caracteriza a los personajes. Esta novela tuvo una gran importancia por su novedad y trascendencia en el panorama de la novela realista de la posguerra. Está considerada el antecedente inmediato del Realismo Social por el uso del personaje colectivo y la reducción del espacio (una ciudad, Madrid) y del tiempo (tres días). Es una de las primeras novelas de posguerra que se enfrenta con la realidad de la sociedad española con la intención de denunciarla.Otra novela publicada en este mismo año, La Noria, por Luis Romero y ganadora del Premio Nadal, sigue el modelo de la obra de Cela, aunque es de menor calidad literaria. Se centra en la vida de 37 personajes en Barcelona que representan la colectividad de la sociedad con 37 historias diferentes y el autor utiliza ya la técnica del monólogo interior. Ambas obras darán paso al Realismo Social de los años 50 y serán los precursores de la nueva generación de los años 50:
N.Social 50:
Los escritores adscritos a esta corriente coinciden con el recuerdo de la Guerra, la disconformidad con el presente y la esperanza de un nuevo futuro. Todos estos escritores vivieron la guerra siendo niños, por los que se les ha llamado “niños de la Guerra”. Se habla de ellos como una auténtica generación, y la integran escritores como Juan Goytisolo, Ignacio Aldecoa, Ana Mª Matute, Rafael Sánchez Ferlosio, García Hortelano, Caballero Bonald y Carmen Martín Gaite entre los más conocidos. Todos estos escritores tenían en común la afirmación de no tener precedentes culturales al haber en España un gran vacío cultural. Promovieron una narrativa de corte realista con intención crítica y a veces de protesta política. Conciben la literatura como un arma cargada de futuro. Son jóvenes de la clase media que rechazan la Universidad y se reconocen autodidactas. Este tipo de novelística pudo surgir en estos momentos en nuestro país porque se salíó poco a poco del oscurantismo de los años 40; el nivel de vida subíó, entraron ciertas influencias extranjeras y la censura permitíó ciertas libertades antes inconcebibles.
Carácterísticas de la novela social:
La novela pretende ser un testimonio de las circunstancias sociales y políticas del país Los grandes protagonistas son el mundo obrero y la burguésía. Obrero equivale a bondad y explotado mientras que burgués equivale a maldad y explotador. No se presentan historias extraordinarias. -De hecho, son novelas en donde a menudo no pasa prácticamente nada. -Desaparece el protagonista individual y cobra importancia la colectividad. -La profundización psicológica de los personajes es escasa. -Interesa la representación social, no los conflictos interiores Se renuevan las técnicas literarias:
el Objetivismo propone un testimonio sin la intervención aparente del autor. También se le ha denominado conductivismo: el autor se limita a registrar las conductas de los personajes y oscurece la figura del narrador para que se le note lo menos posible. Abundan los diálogos breves y rápidos. Los personajes se definen por sus gestos y palabras o conductas. El narrador se limita a contar lo que oye y lo que ve como si se tratase de una cámara cinematográfica.
El Reduccionismo es otra técnica carácterística de esta novelística: se trata del reflejo de una economía verbal del tiempo y del espacio. El léxico es limitado. Es común la denominada estética de la pobreza. Los escritores se ciñen a una visión fragmentada de la historia y sólo muestran un tiempo cronológico determinado. El espacio es también limitado y abundan las sensaciones claustrofóbicas. Al final hallamos una crítica de la sociedad de la época a través de la cual el lector debe sacar una conclusión.-Las historias suelen ser lineales aunque con frecuentes retrocesos al pasado. El lenguaje se caracteriza por la frase corta, sencilla y un vocabulario muy limitado. No se tiene en cuenta el nivel sociocultural del hablante ni su registro (exceptuando a Cela).
Temática y obras
:a)Hallamos novelas sobre la abulia que reflejan el conformismo de los protagonistas y la desorientación de la juventud española. Destaca La isla de Juan Goytisolo. B)
Novelas sobre el campo en donde hallamos dos fuerzas irreconciliables: el cura, cacique, terrateniente o guardia civil, y en contraposición el campesino. El punto de vista siempre es el del jornalero, del cual se muestra su miseria frente a la riqueza del terrateniente. Destacan las obras Los Bravos de Jesús Fernández Santos y Dos días de Septiembre de Caballero Bonald. C)
Novelas del obrero y el empleado
Observamos las condiciones injustas de vida y de trabajo a la que se ven sometidos los protagonistas. Se refleja la lucha de clases. Son obras con títulos como La mina, La piqueta,
La zanja, Central eléctrica…
d)Novelas sobre la vivienda, las cuales plantean la escasez de viviendas al producirse el éxodo rural a las ciudades. En los años 50 y 60 hubo numerosas construcciones de viviendas debido al aumento de la población y a la demolición de edificios por la Guerra. Hallamos obras como En plazo de Fernando Ávalos.