TEMA 9. Evolución de los temas y de las técnicas narrativas en el Realismo
1. CONTEXTO HISTÓRICO: LA SOCIEDAD CAPITALISTA
En la segunda mitad del Siglo XIX se consolida el sistema de producción capitalista.
Fue entonces cuando se gestaron los Estados en sentido moderno, con un gobierno central, una legislación unitaria, un sistema fiscal común a todo el territorio, etc.
El mapa político europeo experimenta profundas transformaciones. En 1870 concluye el proceso de unificación de Italia;
Y en 1871, el deAlemania.
El poderoso Imperio austriaco fue sufriendo un lento desmoronamiento.
Francia continuó siendo la potencia más importante de Europa: el aumento de poder de las clases medias, que había empezado con la Revolución Francesa de 1789, se percibe en Francia durante los gobiernos de Luis Felipe y Napoleón III;
Inglaterra, bajo el reinado de la reina Victoria (1837-1901), era todavía el país de economía más desarrollada. En el este, la gran potencia era la Rusia zarista, aunque arrastraba una estructura social muy atrasada (la calidad de su producción novelística se justifica por la apertura de los intelectuales rusos a las influencias occidentales); fuera del viejo continente, es notable la consolidación de los Estados Unidos como gran potencia.
El fenómeno del imperialismo es uno de los más definitorios del fin de siglo: la ampliación de los mercados nacionales y la búsqueda de materias primas empujaron a las potencias europeas a la expansión colonial.
En el plano social, se desarrollaron enormemente la burguésía y el proletariado, cuyos enfrentamientos fueron constantes. La clase burguesa se tornó más conservadora y se sintió atraída por el prestigio social de los nobles; por su parte, se fortalecíó el movimiento obrero y se crearon en las últimas décadas del siglo organizaciones socialistas y anarquistas.
En España, los enfrentamientos entre conservadores y liberales continúan marcando el devenir histórico del siglo. En 1868 se produce la Gloriosa, revolución liderada por el general Prim que acaba con la monarquía borbónica. Se abre entonces un nuevo período histórico, el Sexenio Revolucionario.
Sin embargo, las contradicciones entre las diversas facciones revolucionarias resultan insuperables, de modo que los acontecimientos se suceden de forma vertiginosa: asesinato de Prim, monarquía de Amadeo de Saboyá, Primera República, levantamientos carlistas, sublevaciones cantonales, etc. La intervención del Estado restaura el trono a los Borbones en la figura de Alfonso XII:
Se inicia así el largo período conocido como la Restauración.
2. CONTEXTO LITERARIO: EL Realismo Y EL Naturalismo
Aunque cronológicamente coincide en parte con el Romanticismo (en 1856 se publica«Madame Bovary»de Flaubert, y en 1862 «Los miserables» de Víctor Hugo), el Realismo se opone a esta corriente y al Clasicismo: los escritores no se proponen imitar las obras grecolatinas, sino los originales de la naturaleza, sin necesidad de exaltar las emociones, ni de situar las acciones en lugares o tiempos remotos. A mediados del Siglo XIX predominan ya en los medios artísticos europeos los rasgos estéticos del Realismo, movimiento que nace influido por el positivismo filosófico. Para el positivismo no existe más realidad que los hechos perceptibles por los sentidos, cuyo estudio empírico requiere dos principios básicos formulados por Auguste Comte en su «Sistema de filosofía positiva» (1850):
la observación rigurosa de la realidad y la experimentación;
El método experimental (observación-hipótesis-experimentación) lo expuso el fisiólogo francés Claude Bernard. También tiene una enorme importancia el evolucionismo, propuesto por el naturalista inglés Charles Darwin (El origen de las especies, El origen del hombre); en 1866, el botánico austriaco Gregor Mendel había descubierto las leyes de la herencia biológica.
Durante la segunda mitad del Siglo XIX alcanza también una gran influencia el marxismo (El capital de Karl Marx, que propugna la abolición de la sociedad burguesa y la urgencia de implantar el socialismo).
La repercusión de todas estas ideas en el Arte es decisiva, como se puede comprobar a través de las siguientes carácterísticas generales de la literatura realista
A) Observación y descripción precisa de la realidad
B) Ubicación próxima de los hechos
C) Frecuente propósito de crítica social y política
D) Estilo sencillo y sobrio
E) Predilección por la novela
. Los rasgos típicos de la novela realista son la verosimilitud, los protagonistas individuales o colectivos, narrador omnisciente, didactismo, estructura lineal, descripciones minuciosas y aproximación al registro coloquial.
Se conoce como Naturalismo la corriente literaria que, como evolución del Realismo, se desarrolla durante el último tercio del Siglo XIX en Francia.
Tuvo como principal impulsor a Émile Zola («Germinal«), quien, tras la estela del positivismo de Compte, de los principios deterministas de Taine y de las teorías de Darwin, pretende que la literatura se convierta en una ciencia cuyo objeto de estudio sea el medio social. El escritor debe analizar el comportamiento humano siguiendo los principios científicos de la observación y la experimentación:, esto es, ha de experimentar con sus personajes para mostrar cómo se modifican sus reacciones según cambian las circunstancias de su ambiente social (frecuentemente sórdido y miserable) y atendiendo siempre a su particular condición biológica heredada; el novelista trata de recoger las miserias humanas y los instintos más primarios para ofrecernos la tragedia de unos seres que, a no ser que consigan salir por sus propios medios de las circunstancias que los oprimen, acabarán destruidos. El pretendido objetivismo naturalista se convierte a menudo en literatura de tesis:
Los autores observaban con desencanto los acontecimientos históricos de su tiempo y denunciaban una sociedad corrompida, atacando a menudo instituciones tradicionales como el ejército o la Iglesia. Desde el punto de vista técnico, se extreman los rasgos del Realismo: descripciones minuciosas, reproducción fiel del lenguaje hablado… y se propugna el ideal del narrador impersonal y objetivo.
El triunfo de la estética realista en España es tardío: el desarrollo del medio urbano está lejos del de países avanzados como Francia o Inglaterra; por otro lado, las circunstancias históricas que propician el surgimiento del Realismo sólo se producen a partir de la revolución del 68. A diferencia del Realismo, el Naturalismo fue conocido pronto, pues las obras de Zola no tardaron en traducirse. Sin embargo, levantó enseguida una gran polémica, porque, para la mentalidad de la sociedad española decimonónica, resultaba un movimiento inmoral y anticatólico. En su defensa sale Emilia Pardo Bazán con una serie de artículos recogidos en su libro La cuestión palpitante (1883), aunque, desde principios católicos, rechaza el determinismo naturalista.