La literatura del Siglo XVIII:
El movimiento lustrado se basa en el Empirismo y el Racionalismo. En esta época se practica despotismo ilustrado, la sociedad defiende la eliminación de los privilegios del clero y la aristocracia. El aspecto religioso el poder político está secularizado, es decir, debe ser independiente.
La ilustración en España:
Entramos en un periodo de afrancesamiento, la ilustración española es moderada aunque hubo factores que favorecieron su desarrollo.
La lengua y la literatura en España en el Siglo XVIII:
El ideal lingüístico es la claridad. Las nuevas costumbres imponen una modernización de la lengua con neologismos franceses. La literatura no escapa al reformismo y se acentúa la verosimilitud y la racionalidad. El Siglo XVIII se divide en los siguientes períodos:
·Posbarroco: derivación del Barroco que pervive hasta mediados del siglo
·Ilustración (engloba los siguientes períodos):
oRococó: artificioso delicado y sensual, trata temas clásicos y placeres mundanos. Es una transición entre el Barroco y el neoclasicismo.
oNeoclasicismo: presupone una armónía entre el hombre naturaleza, se basan en el clasicismo francés. Sus ideales en el buen gusto y la combinación de deleite y utilidad.
oPrerromanticismo: deriva del neoclasicismo no renuncia a las reglas ni a los temas trascendentales, da cabida a los sentimientos del autor.
La poesía posbarroca:
Imita el estilo conceptista de Quevedo y culterano de Góngora, tanto en temas graves como jocosos. Se caracteriza por los hipérbatos, las metáforas, los juegos de palabras…
Poesía rococó:
Es una poesía galante y refinada, el lenguaje presenta rasgos de motilidad así como abundantes epítetos. Se distinguen una línea bucólica o pastoril y una línea sensualista, los motivos más carácterísticos son flores, pájaros, grutas y agua.
Poesía neoclásica:
Trata temas cívicos, sociales y de circunstancias propias de la mentalidad ilustrada. Usa estrofas de arte mayor (endecasílabos).
Poesía prerromántica:
Surge a finales del XVIII y principios del XIX, trata temas sociales y filosóficos con un enfoque sensible y se incorporan temas y tonos prerrománticos.
La prosa del Siglo XVIII:
Se desarrolla la prosa didáctica y ensayística. En un principio perdura el lenguaje del Barroco, de la primera mitad del siglo surge una nueva prosa con afán de reformar. La ebullición de las nuevas ideas hace que surjan polémicas que serán representadas en los periódicos. Se moderniza el idioma (sintaxis y léxico). Se manifiestan los siguientes géneros (artículos, diarios, memorias, novelas epistolares, cartas…).
Un precursor de la ilustración: Feijoo
Feijoo introduce las ideas ilustradas en España, influido por filósofos y científicos escribíó con afán enciclopédico abarcando todos los campos con un enfoque crítico. Feijoo pretende acabar con las suposiciones falsas creencias. Sus escritos se recopilaron en dos obras que se fueron publicando con mucho éxito. Utiliza un lenguaje claro y ameno.
José Cadalso. Las cartas marruecas
El género del ensayo que había sido iniciado por Feijoo se consolida con José Cadalso. Noches lúgubres se editó póstumamente, es una energía en prosa en las que el protagonista desentierra el cadáver de su amada, para ello sobornó al sepulturero. Los diálogos son enfáticos y exaltados, en medio de un paisaje sepulcral (obra prerromántica). Cartas marruecas es una trama narrativa en la que tres personajes ficticios se dirigen una serie de cartas con su punto de vista de la sociedad. Tiene un desorden estructural y hay un profundo patriotismo, tiene toques de humor e ironía y juega con el perspectivismo.
Gaspar Melchor de Jovellanos:
Es un exponente perfecto de la mentalidad reformista, su máximo ejemplo es su «Memoria de los espectáculos diversiones», esta obra su repaso de las diversiones públicas y entristece decadencia, el gobierno debe reformarlas. También elaboró escritos sobre educación.
Prosa polémica y prosa erudita:
Juan Pablo Forner fue polemista más encarnizado, intentaba refutar la acusación del atraso científico español. La prosa de tema filológico e histórico sufre un gran impulso con la ilustración con figuras como la de Gregorio Mayans, 60 fundamentos teóricos y los preceptos de la literatura neoclásica.
El teatro popular:
La influencia del Barroco pervive hasta bien entrado el siglo. Proliferan las comedias de magia, de santos, de figurón y heroicas. Son obras con muchos personajes, repletos de efectos especiales. El sainete tuvo gran aceptación como es una pieza breve representada en el descanso de las comedias y reflejaba tipos de lenguaje popular. Su objetivo principal era entretener.
El teatro neoclásico:
Continúa la polémica entre los ilustrados y los defensores del teatro popular. Los ilustrados censuran la escasa preparación de los factores y la temática que sólo busca un éxito fácil, rechazan el teatro Barroco tanto por su contenido como por su forma. Los ilustrados intentan promover un teatro didáctico sometido a reglas (sujeción a las tres unidades, separación de lo trágico y lo cómico, huida de excesos verbales…).
La tragedia neoclásica:
Se basa en modelos italianos y franceses. Intenta regenerar España, su tema principal que es la lucha por la libertad, desarrolla caracteres grandiosos… Como ejemplo se halla la obra «La Raquel», tiene un tema histórico, respeta las reglas neoclásicas, con un lenguaje situaciones fuertes. El autor se manifiesta contrario al despotismo.
La comedia neoclásica:
Los ilustrados crean una nueva comedia, en la que sus protagonistas y su público pertenecen a la clase media. Sus rasgos son (presenta conflictos domésticos sociales, busca la lógica, intriga simple, dan un ejemplo de civismo…)
La comedia sentimental:
Son obras escritas en verso en prosa con escenas patéticas. Su personaje no para alcanzar la felicidad de vida obstáculos sociales. Algunos críticos lo consideran una manifestación de prerromanticismo.
Tendencias y etapas dentro del Romanticismo:
Se diferencian dos tendencias, los liberales exaltados piensan que la burguésía ha frustrado las ideas ilustradas de un nuevo mundo y los ROMánticos tradicionalistas rechazan el mundo burgués por revolucionario. Se distinguen las siguientes etapas (prerromanticismo, apogeo del Romanticismo, pervivencia del Romanticismo).