Poesía de 1940 hasta 1970

TEMA 10: TEATRO 1940
Entre 1936 y 1939 se desarrolló una literatura de propaganda ideológica: el poema se convirtió en un arma de 
lucha. Desde el fin de la guerra hasta la actualidad, la poesía ha atravesado por momentos muy dispares: las 
circunstancias histórico-sociales de la vida española han condicionado las distintas orientaciones.
Década de los cuarenta. En esta década, prospera una línea poética de exaltación nacionalista y de evasión de la 
realidad: la del “Garcilasismo” y la “Generación del 36” (poesía arraigada). Junto con ella, la poesía existencial
expresa la angustia vital del hombre, la poesía desarraigada de la revista Espadaña.
Década de los cincuenta. Triunfa la poesía social, erigida en arma ideológica y de denuncia de las injusticias.
Década de los sesenta. El grupo de la “Generación del 50” busca nuevos caminos estéticos. La poesía se centra 
en lo individual, aunque relacionado con lo social.
Inicios de los setenta. La poesía de los NOVÍSIMOS propone una literatura esteticista, que a la vez incorpora la 
cultura de masas.
Desde 1975 hasta la actualidad. En la poesía actual, las orientaciones se han multiplicado, pero se observa una 
tendencia a abandonar el esteticismo de los antecesores.
Es importante señalar que muchos de los autores adscritos a una determinada época, entre los que se incluyen los 
poetas de la anterior “Generación del 27”,han desarrollado luego una larga y fecunda obra, en la que a veces 
destaca una profunda evolución poética.
DÉCADA DE LOS 40, LA “GENERACIÓN DEL 36”: Ricardo Gullón la denomina “generación escindida”. Hunde sus 
raíces en la etapa anterior. Tiene como punto de partida el deseo de volver a un arte rehumanizado, existencialista. 
La producción poética se escinde en dos tendencias mayoritarias, en denominación de Dámaso Alonso: 
La POESÍA ARRAIGADA, que se agrupa en torno a la revista “Garcilaso” de José García Nieto. En formas clásicas 
presentan una visión del mundo coherente, ordenada y serena. Los temas serán la familia, el sentimiento religioso, 
la naturaleza. En este grupo se encuadran poetas como Luis Rosales (“La casa encendida”), Leopoldo Panero, 
Dionisio Ridruejo. En general son afines al nuevo régimen aunque algunos como Ridruejo evolucionarán a posiciones 
críticas con él.
La POESÍA DESARRAIGADA, representada por la revista “Espadaña” de Victoriano Crémer y Eugenio de Nora. En 
1944 aparece “Hijos de la ira” de Dámaso Alonso, uno de los poetas del 27 que permanecerá en España, junto con 
Gerardo Diego y Vicente Aleixandre. Es una poesía tremendista, de tono trágico, en un mundo caótico invadido por 
la angustia. El libro más destacado es “Ancia” (suma de los libros “Ángel fieramente humano” y “Redoble de 
conciencia”) de Blas de Otero. También aparece “Sombra del Paraíso” de Vicente Aleixandre, que marcará el paso 
de esta poesía existencial a la poesía social.
GRUPOS MINORITARIOS: Junto a estas corrientes hay que considerar otras como la del grupo cordobés “Cántico”
(Pablo García Baena) en torno a la revista del mismo nombre, que mantienen en un entronque con la generación del 
27 y el Modernismo. Quizá el más destacado poeta de este grupo es Pablo García Baena. También hay que resaltar 
el “Postismo”, de Carlos Edmundo de Ory, vinculado a los vanguardismos anteriores, especialmente el Surrealismo. 
Serán retomados más tarde por los novísimos.
EL Realismo SOCIAL DE LA DÉCADA DE LOS 50: Hacia 1955 se consolida el Realismo social. La poesía social tuvo su 
tarjeta de presentación a través la “Antología consultada de la joven poesía española”, de Francisco Ribes. Algunos 
poetas (Blas de Otero, Gabriel Celaya, José Hierro) superan su etapa anterior de angustia existencial para situar los 
problemas humanos en un marco social. La poesía, que toma partido, se concibe como un acto de solidaridad con los 
que sufren, de ahí que aparezcan temas como la injusticia social, la alienación, el mundo del trabajo, el anhelo de 
libertad, aunque ello suponga una cierta rebaja en el tono poético. En esta generación sobresale Gabriel Celaya
(1911-1991), autor de “Cantos íberos”, 1955, donde se incluye el poema “La poesía es un arma cargada de futuro”, 
verdadero himno de la poesía social. Defiende una poesía al servicio de las mayorías para “transformar el mundo”. BLAS DE OTERO es el poeta más representativo de esta generación. De la poesía desarraigada de sus inicios 
evolucionará hacia una poesía de fuerte contenido social (“Pido la paz y la palabra”). Es una poesía clara y directa 
que expresa ansia de paz, libertad y justicia. Posteriormente experimentará una renovación formal (“Historias 
fingidas y verdaderas”). La fecunda obra Blas de Otero tendrá extraordinaria influencia posterior.
A José Hierro (1922-2002) aunque con frecuencia se le adscribe a la generación poética posterior, quizá sea más 
pertinente adscribirle a la generación de la poesía social, donde comienza, para luego seguir dos caminos, uno más 
directo y narrativo y otro más imaginativo. Sus temas son el hombre, la historia, el tiempo, el amor, el paraíso 
perdido, el recuerdo, la cultura, la poesía… “Quinta del 42”, 1952, “Libro de las alucinaciones”, 1964, “Cuaderno de 
Nueva York”, 1998, son libros fundamentales en su obra poética. 
LA DÉCADA DE LOS 60, LA “GENERACIÓN DEL 50”: Ya en la década de los 50 comienzan a aparecer poetas nuevos 
que representarán pronto su superación En 1968, José Batlló incluyó a estos últimos, conocidos como “Generación 
del 50” o “Niños de la Guerra”, en su “Antología de la nueva poesía española”, donde quedaban patentes los 
cambios operados. La poesía es sobre todo un método de conocimiento, sin renunciar por ello a que sea también 
vehículo de comunicación. Presentan una preocupación fundamental por el hombre pero huyen de todo tratamiento 
patético. Aunque son inconformistas, su escepticismo los aleja de la poesía social. Sus temas retoman lo íntimo, lo 
cotidiano. En el estilo llevan a cabo una exigente labor de depuración y de concentración de la palabra, con un uso 
muy particular de los elementos irónicos. Entre los poetas más destacados de esta generación están 
Ángel González: que combina la denuncia irónica con la poesía íntima y desilusionada; lenguaje sencillo y a veces 
coloquial, pero muy cuidado. “Sin esperanza, con convencimiento”, 1961, “Palabra sobre palabra”, 1965, 
Jaime Gil de Biedma (1929-1990): poesía selecta, irónica y sarcástica; visión desencantada y crítica; temas: amor, 
infancia, amistad, erotismo: “Las personas del verbo” poesía completa, 1982. 
Claudio Rodríguez (1934-1999): Versos densos y de gran sensibilidad, trata la emoción ante el paisaje, el amor, la
experiencia, la verdad, la vida, la solidaridad: “Don de la ebriedad”,1953, “El vuelo de la celebración”, 1976.
A esta generación pertenecen también José Ángel Valente y Francisco Brines.
DÉCADA DE LOS 70, LOS NOVÍSIMOS: En 1963 Pere Gimferrer, publica “Arde el mar”, que supone una ruptura con 
la poesía inmediatamente anterior. Alrededor de él se agrupa una serie de poetas reunidos por Castellet en 1968 en 
la antología
Nueve novísimos poetas españoles en la que reúne a poetas de una nueva sensibilidad (Pere Gimferrer, 
Guillermo Carnero, Antonio Martínez Sarrión, José Mª Álvarez, Manuel Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, Vicente 
Molina Foix, Leopoldo Mª Panero,). Los novísimos son poetas nacidos en la postguerra, con un bagaje cultural y 
literario muy amplio (influencia del cine, del jazz). Temáticamente encontramos lo personal y lo social tratados con 
gravedad o frívolamente. La máxima preocupación de su poesía es la forma; hacen constantes referencias en sus 
poemas a motivos exóticos, culturales y culturalistas con una artificiosidad que recuerda a los modernistas y utilizan 
procedimientos de carácter surrealista. Otros poetas de los 70 que no figuran en la antología de Castellet son 
Antonio Colinas (1946- ) y Luis Alberto de Cuenca (1950- ) que hacen una poesía llena de referencias clásicas y 
culturales.
LA POESÍA DE LAS ÚLTIMAS DÉCADAS: Las tendencias se suceden sin interrupción en un panorama poético rico y 
variado, en el que destacan poderosamente las mujeres. Aunque hay excepciones, en general se evidencia una 
tendencia antiesteticista. En los últimos años se han sucedido numerosas antologías que agrupan o enfrentan a 
autores de diversas tendencias (neosurrealismo, culteranismo, poesía objetivista, poesía del silencio) aunque 
ninguna ha tenido la repercusión que alcanzó la de los “novísimos de Castellet”. Quizá la tendencia más popular e 
influyente ha sido la denominada “poesía de la experiencia. Entre los nombres más destacados están Luis García 
Montero, Felipe Martínez Reyes, Carlos Marzal, Ana Mª Rosetti, Olvido García Valdés, Luis Antonio de Villena, 
Andrés Sánchez Robayna.

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