Monte de las animas:
un joven enamorado de su prima, caracterizado por un gran valor y tremendamente admirado por ello, a quien su prima tienta a ir al Monte de la Ánimas la noche de los Santos Inocentes a buscar un pañuelo, en un principio él se muestra reacio, pues la gente de allí aseguraba que esa noche, todos los años las almas de los difuntos guerreros de una sangrienta batalla salía y peleaban de nuevo, aún así, él accedíó. Posteriormente la leyenda se desarrolla narrándonos cómo su prima, durante esa noche, cree oír ruidos y ver sombras extrañas, para levantarse y encontrarse con el pañuelo con por el cual había ido su primo al monte totalmente ensangrentado, para que más tarde se le diga que éste ha muerto. Termina diciendo cómo algún cazador había visto durante esa misma noche en años posteriores a una mujer corriendo alrededor de la tumba de su primo arrojando gritos de horror, junto a los consabidos esqueletos que en esa noche se levantan de su letargo
Maese Pérez el organista
el narrador y una mujer se turnan a la hora de contar los hechos, hablan sobre el órgano de la iglesia del lugar, y su organista, un genial músico que a pesar de su órgano viejo y roto es capaz de encandilar al pueblo entero, a parte de su humildad y honradez, este hombre, llamado Maese Pérez, toca el órgano hasta su última Nochebuena, en la cual se levantó de su lecho de muerte para tocarlo por última vez. Otro de los protagonistas, un pedante joven, el organista de San ROMán, toca la Nochebuena siguiente a la de la muerte de Maese Pérez, todo el pueblo espera ansioso a que suba hasta el órgano para abuchearlo y montar un escándalo, pues era un pésimo organista, pero todos se quedan boquiabiertos al ver la maestría de las notas que salían del órgano. La hija de Maese Pérez, novicia desde que este murió, es llamada para tocar el órgano en Nochebuena en el convento, a pesar de la reticencia de ella quien decía haber visto a su padre allí la noche anterior, cuando la chica sube hasta el órgano se aparece el fantasma de su padre tocando el órgano, y resolvíéndose así el misterio de la calidad de notas del organista de San ROMán
El rayo de luna:
tiene como protagonista a un chico solitario y soñador, que una noche, mientras vagaba entre las ruinas de un edificio creyó ver el vestido de una chica, corríó tras ella, creyendo oír su voz, aspirar su perfume, y distinguir sus pisadas en la tierra, la sigue hasta la ciudad, y pregunta al mozo de la casa en la que creyó ella vivía, tras múltiples desilusiones, búsquedas inútiles, y un gran amor junto a una tremenda adoración hacia ella, una noche, mientras vagaba por las mismas ruinas descubre que el vestido de su amada que él creía haber visto no era más que un rayo de luna. A partir de entonces se consume en una soledad, no cree en nada pues todo es “un rayo de luna”, todo el mundo cree que está loco, el autor afirma que es uno de los pocos cuerdos que hay en el mundo.
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