Teatro de evasión de la posguerra

Tras la Guerra Civil durante la que se realiza un teatro de circunstancias propagandístico encontramos un panorama teatral empobrecido los grandes dramaturgos Lorca y Valle Inclán ha muerto y muchos otros como Alejandro Casona o Max Aub, están en el exilio. Una rígida censura condiciona la libertad y, con frecuencia, los autores se doblegan a las exigencias de la ideología dominante y modifican sus obras, evitando tema susceptible. A todo ello se les uníó una penosa situación económica que obligó a los empresarios asegurar sus ingresos con obras acordes al gusto del público, más cercanos a la evasión y al entretenimiento.
Durante los años 40, predominó la comedia burguesa, que tomaba como modelo la «alta comedia» de Jacinto Benavente. Se trata de un teatro de evasión y entretenimiento, curiosos personajes pertenecen a las clases acomodadas y urbanas. En esta obra encontramos temas como el matrimonio el hogar y la familia y con frecuencia se mezcla el humor con el sentimentalismo y el final feliz. Alcanzó un gran éxito de público porque solo pretendíó entretener en una amable crítica de costumbres y con la defensa de los valores tradicionales entre los autores destacados encontramos a José María Pemán, Joaquín Calvo Sotelo ,Juan Ignacio Luca de Tena y Edgar Neville
Otra línea en esta década es el Teatro
Cómico o humorístico en el que destacan Enrique Jardiel Poncela Miguel Mihura dos escritores incomprendidos en su época como de gran calidad literaria y muy valorados en la actualidad. El primero utiliza un humor intelectual, disparatado e irónico basado en lo inverosímil y lo absurdo.
Escribíó, entre otras, comedias como los ladrones somos gente honrada o Eloísa está debajo de un almendro punto Miguel Mihura, por su parte es autor de numerosas comedias de humor desenfadado en las que no falta la crítica a la sociedad contemporánea. Los temas principales de sus obras son lo absurdo de ciertas situaciones de la vida y las convenciones sociales que impiden al hombre ser feliz. Su obra más importante es, Tres sombreros de copa que se anticipa al teatro europeo del absurdo con situaciones y diálogos disparatados e ilógicos.

En los años 50, coincidiendo con la aparición de un pueblo universitario y un cierto relajamiento de la censura surge el teatro social.
Se trata de un teatro de compromiso de protesta y denuncia como el que se aborda los problemas de la sociedad española de la época dos: las desigualdades sociales la injusticia o la falta de humanidad. Entre sus cultivadores destaca Antonio Buero Vallejo y Alfonso sastre

El teatro de Buero se caracteriza por unir lo social y lo existencial. Se trata de un teatro trágico, centrado en los grandes interrogantes de la condición humana y en los problemas del hombre contemporáneo. En su obra encontramos un carácter simbólico, una denuncia de la injusticia inconformismo ante un mundo hostil ,el sufrimiento la búsqueda de la verdad y la ética y la lucha por la libertad punto formalmente, no rompe del todo con las fórmulas del teatro comercial sino que las aprovecha para acceder al gran público. En sus títulos destacan Historia de una escalera y el tragaluz

Alfonso Sastre realizó un teatro en el que prima el compromiso sobre la estética, concebido para despertar conciencias y para transformar el mundo. Concebir el teatro como un medio combativo, de agitación y revolución. Esta actitud junto al contenido de sus obras hizo que buena parte de ellas fueron censuradas y apenas fueron representadas más allá del circuito universitario punto entre ella se encuentran escuadra hacia la muerte, la mordaza o taberna fantástica. Dentro de esta tendencia social también hay que incluir a Lauro Olmo como autor de la emblemática obra la camisa en la que se retrata la vida de un barrio miserable, que obliga a sus habitantes a emigrar a Europa.

Desde finales de los años sesenta y en los 70 aunque existe una continuación del teatro comercial con autores como Antonio Gala( los campos del Edén y anillos para una dama) hay un interés creciente por las novedades que vienen del extranjero. Además, en este período, la censura comenzó a relajarse y la libertad creadora dio lugar a obras innovadoras en temas enfoques y técnicas escenográficas. Surge así un teatro experimental, dirigido a un público minoritario en el ocupan un lugar destacado Fernando Arrabal y Francisco Nieva.

Fernando Arrabal empieza escribiendo obras cercanas al teatro del absurdo cómo picnic evolucionar llamado teatro pánico qué busca el escándalo y la provocación y en el que mezclan lo absurdo y lo cruel y lo irónico el triciclo.

Francisco Nieva creador del llamado teatro furioso realiza obras de denuncia de inspiración surrealista y valleinclanesco con un enfoque imaginativo y simbólico y un lenguaje tremendamente el garrobo.

En esta década también surgen grupos teatrales independientes que rechazan al teatro comercial primal espectáculo sobre el texto destacan las obras como tábano o la cuadra.

A partir de 1975 con la llegada de la democracia el Teatro recibe un importante respaldo oficial surgen instituciones como el centro Dramático Nacional y se recuperan obras censuradas clásicas y contemporáneas además introducen elementos sonoros y visuales en la representación y proliferan los espectáculos musicales.


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