6. LA TEMÁTICA DEL “DESENGAÑO”
• El mundo carece de valor.
Ya no es un cosmos sino un caos,
como un laberinto en el que el hombre va perdido yrodeado de males.
• La vida es contradicción y lucha.
Lucha del hombre consigo mismo, presa de contradicciones, y lucha con
los demás hombres .
• La vida es breve, fugitiva.
Tan breve como la vida de una rosa.Todo cambia y todo se va, ahí la obsesión por el Tiempo, que pasa destruyéndolo todo.
• La vida carece de consistencia .
Es quebradiza como un reloj de arena . Tal inconsistencia se muestra en el divorcio entre apariencia y realidad .
(rincipal tema Barroco); nada es lo que parece; la realidad se nos escapa; si la vida es sueño, el mundo s un «gran teatro .
• En fin, vivir es ir muriendo. La vida es un extraño vacío que la muerte ocupa. La obsesión por lamuerte es uno de los aspectos mayores del Barroco.
7. LA ESTÉTICA BARROCA EN LAS ARTES PLÁSTICAS
La Base de las novedades estéticas será, tambien la crisis del idealismo renacentista:al equilibrio, a la claridad, a la serenidad, sucederán ahora los contrastes, los
claroscuros, la inquietud y el dramatismo. A lgunos rasgos esenciales son:
• Una estética al margen de las normas clásicas.
Los «cánones» han perdido su validez. Se rompen
módulos y proporciones en busca de efectos más intensos.
• Una estética de lo inestable.
Las formas estáticas y serenas son sustituidas por formas dinámicas,inquietas , desazonantes y retorcidas.
• Una estética de la contradicción.
Los contrastes, los claroscuros,etc.,son rasgos fundamentales de este arte.
• Una estética dramática.
No se referi ere al dramatismo de ciertos temas, sino también al gusto por lo gesticulante, lo desmesurado. El ejemplo máximo podrían ser los Cristos sangrantes de la imaginería castellana.
• Una estética de la apariencia.
E l recargamiento ornamental llega a enmascarar las lineas constructivas: la altura de fachadas engaña la altura del templo, mucho menor.
• Muchos de estos rasgos pueden tener una significación ambigua:
La ornamentación puede dar idea de
inquietud o de ostentación.Es la doble cara del Barroco. Este arte responde a una estética de la intensidad; su objetivo es excitar y conmover.
8. LA LENGUA LITERARIA. EL ESTILO BARROCO
El estilo literario responde al derrumbamiento del equilibrio renacentista. Según R. Lapesa, «la pérdida de la serenidad clásica se manifiesta en actitudes extremosas» .Se aleja de la naturalidad» y la «selección» del Renacimiento que se ven en Cervantes). El Barroco, siguiendo los pasos
del Manierismo, somete el estilo a una intensa elaboración.
Rasgo esencial es el frenesí por exprimir las posibilidades del lenguaje, queriendo hacer las mas variadas intenciones: com o dar salida a las chanzas más desenfadadas .
En unos y otros casos, el repertorio de audacias verbales es amplísimo y se logran efectos antes insospechados: creaciones de palabras, juegos fonéticos, …
La impresión dominante es,a veces, de profundidad;
otras, de artificio o de oscuridad.
9. CONCEPTISMO Y CULTERANISMO
Son tendencias esteticas barrocas , tanto en la poesía como en la prosa del Barroco:
– El conceptismo es la «sutileza en el pensar y el decir>>. Preocupa sobre todo el contenido, y el ideal es decir
mucho con pocas palabras. De ahí los dobles sentidos, las paradojas y otros juegos conceptuales. La
ornamentación es mínima: el léxico, llano, pero sometido a asociaciones inesperadas . Se basaba en el ingenio y en la agudeza del concepto. Además, se caracterizaba por el máximo aprovechamiento intelectual de la concentración de significados.Sus cultivadores no se llamaron a sí mismos conceptistas, sino llanos porque la dificultad de sus escritos estaba en la complejidad de sus pensamientos, no en l a lingüísti ca emplead a . L o que caracteriza a esta tendencia estética es la densidad expresiva.
En poesía, el máximo representante es Quevedo, y en prosa, Baltasar Gracián.
– El culteranismo (también denominado gongorismo)
busca, sobre todo, la belleza formal
. El tema puede ser
mínimo, pero se desarrolla con un estilo suntuoso: voces sonoras y otros efectos sensoriales,perífrasis brillantes… Tanto el léxico (cultismos) como la libertad sintáctica (hipérbatos) parecen mostrar el deseo de dotar a la lengua con los recursos prestigiosos de la latina y de dar a la poesía una lengua específica. También , se buscaba crear una lengua poética culta,caracterizada por el empleo de un lenguaje latinizante y por la frecuencia de alusiones mitológicas. [Góngora se jactaba de ser oscuro e ininteligible para los ignorantes].
Actualmente se considera que el conceptismo está en la base de todo el estilo barroco , y que el culteranismo sería
una variedad de conceptismo al que se añaden ciertos rasgos que provienen de la sensibilidad y del creador Góngora .
10. LOS GÉNEROS LITERARIOS EN EL SIGLO XVII
La poesía
En lo que concierne a la lírica, debemos recordar lo siguiente:
• Lope de Vega, aparte su obra dramática, es uno de los máximos poetas españoles. Su lírica, de enorme riqueza y variedad, aparece diseminada en sus comedias o recogida en libros como Rimas sacras, Rimas humanas y divinas, etc. Toda la diversidad vital de Lope halla cabida en
sus poemas: sus amores, su cotidianidad familiar, sus zozobras religiosas…, sin olvidar sus buenas
asimilaciones de la más acendrada lírica popular.
• Góngora (1561-1627) es el adalid del culteranismo.
• Otros poetas responden, en parte, a la seducción del gongorismo y dejan muestras del conceptismo más profundo. P or ejemplo, el conde de Villamediana (1582-1622), brillante en su Fábula de Faetón y hondísimo en sus sonetos amorosos.
• Suele distinguirse, aparte, una línea clasicista, más cercana al equilibrio de un fray Luis que a las novedades barrocas .En esta línea aparece por un lado Francisco de Rioja, cantor de la mudanza de la fortuna y de la brevedad de la vida, en
sus poemas a las flores;
Rodrigo Caro, que tiene los mismos temas en su Canción a las ruinas de Itálica;
y Fernández de Andrada, autor de un poema cimero de nuestra lírica: la Epístola moral a Fabio, máximo
ejemplo de la actitud ascética y estoica . En la misma línea clasicista se incluye un «grupo aragonés», y sus máximos representantes son los n hermanos Argensola (Lupercio y Bartolomé), cultivadores de una lírica doctrinal y moralizadora.
• Otra de las cimas de nuestra gran lírica del XVII es la de Quevedo.
13.EL TEATRO ESPAÑOL DEL BARROCO
La escena española en el s. XVII. Los “corrales”
L os tres tipos de teatro existentes, durante el siglo XVI, tanto en España como en otros países europeos, son: religioso, cortesano y popular. E l popular fue el que adquirió entre nosotros el mayor desarrollo.A finales del siglo XVI, existen ya unos locales fijos: los «corrales».
Son patios al aire libre, entre varias casas. Al fondo, se hallaba el escenario, un tablado sin telón ni decorados. En el lado opuesto, se levantaba la cazuela, reservada para las mujeres. Los nobles se situaban en los aposentos, balcones y ventanas de las casas que cerraban el patio .E n el patio, quitando algunos bancos y gradas ,estaban de pie la mayoría de los espectadores , que eran los hombres del común, a los que llamaban«mosqueteros» .Éstos eren temibles por sus reacciones violentas cuando la obra no era de su agrado.
Las representaciones comenzaban a las dos en invierno y a las tres en verano. Duraban varias horas y se desarrollaban con este orden : comenzaban con una loa ,es como una especie de presentación, en verso, tras la que se representaba el primer acto de la comedia; cuando terminaba , se daba un entremés; tras el segundo acto, había otro entremés o un baile; que era el fin que acababa en el tercer acto, y como coronacion del espectaculo se hacia otro baile o un fin de fiesta.
Al principio, no había decorados: el espectador se los imaginaba con, con las alusiones del texto. Esto favorecía la libertad de los autores para situar la acción en los lugares más variados. Despues, más adelante, se usarán decorados y
otros recursos escénicos,imita ndo el teatro cortesano.
Las obra s duraba n poco en cartel , porque casi siempre se hacia solamente una representacion y si la funcion duraba varios dias en el cartel era un exito .
El público pedía novedades sin parar, por eso cobraban tanto nuestros dramaturgos y la extensa producción de muchos de
ellos, con el gran Lope a la cabeza.
Los comediantes eran de muy variados . Un autor de la época nos habla de «ocho maneras de compañías», que van desde
el bululú, solamente un autor , hasta agrupaciones importantes como la farándula y la compañía, que contaba con dieciséis
actores y llevaba un repertorio de cincuenta comedias. Algunos grupos llegaban a la categoría de «compañías reales o de título», pero muchas otr o s, en «cómicos de la legua». La vida de los comediantes era dura no pocas veces; estaban
mal vistos y sus costumbres fueron muchas veces censuradas .
Algunos moralistas multiplicaron sus ataques al teatro y consiguieron,en varias ocasiones, que el rey prohibiera toda clase de representaciones. Pero las prohibiciones duraban poco , porque la pasión popular por el teatro era más fuerte que los ataques.
El teatro cortesano y religioso
El éxito de las representaciones populares fue tan grande que hasta los reyes quisieron disfrutar de ellas. Ya a principios de siglo, Felipe III mandó transformar uno de los patios de Palacio en teatro, para poder ver las comedias «como se representan al pueblo en los corrales».
Junto a ello, otro tipo de espectáculos se desarrollará en el ambiente cortesano. Los salones de Palacio, etc.. acogerán representaciones fastuosas, muy alejadas de la austeridad escénica de los corrales. A partir de 1630, llegan a la Corte los adelantos escenográficos:
riqueza de decorados, complicada tramoya, «máquinas» capaces de
producir cambios asombrosos,apariciones y desapariciones de personajes, por los aires o por el suelo. La música colaboraba al esplendor del espectáculo.
Con la ayuda de tales medios, se desarrollaron comedias fantásticas , de magia, etc., y empezó a darse entre
la ópera. Si Lope de Vega no gustó de todo este aparato, Calderón, por el contrario, haría amplio uso todas estas
invenciones escenográficas.
No menos brillantez alcanzó en el siglo XVII el teatro religioso, con los autos sacramentales, ligados a los festejos del Corpus Christi. Con ocasión de tal festividad, las ciudades rivalizaban en organizar representaciones para exaltar el dogma de la Eucaristía. Los espectáculos se hacían al aire libre, en una plaza ante la iglesia. Un tablado y unos carros decorados componían un amplio escenario, que pronto se enriqueció con las mayores galas de la escenografía barroca.
Los autos sacramentales son obras en un acto, con personajes alegóricos (el Hombre, el Pecado, la Gracia, la Sabiduría, el Amor, etc.), que desarrollaban un tema espiritual relacionado con la Redención y que terminaban con una exaltación de la Eucaristía. Los autos fueron encargados a los dramaturgos más renombrados, de Lope a Calderón de la Barca, quien los llevó a su máxima perfección.