El mundo de la cultura se vio profundamente afectado por los acontecimientos sucedidos entre 1936 y
1939 y se rompíó de forma abrupta un período de esplendor que llegó a la interrupción de programas
Educativos y científicos así como al exilio masivo de destacados intelectuales. Por lo que respecta a la lírica,
Pueden establecerse diferentes etapas:
DÉCADA DE LOS 40:
– Miguel Hernández: considerado puente de uníón entre la Generación del 27 y la Generación del 36. La
Emoción que se desprende de sus versos es la principal carácterística de su poesía. Destaca su inagotable
Imaginación metafórica y la tensión entre su tono apasionado y la contención de las formas poéticas
Rigurosas. Es capaz de unir a los autores clásicos con las más novedosas corrientes contemporáneas (el
Surrealismo). Algunas de sus obras más destacadas son Perito en lunas (1933), El rayo que no cesa (1934),
Viento del pueblo (1937).
– Generación del 36: comprende un grupo de poetas nacidos entre los años 1905 y 1920 cuyas trayectorias
Personales fueron marcadas por la Guerra Civil. También son conocidos como “generación escindida”
Porque el conflicto provocó que numerosos escritores partieran al exilio y otros permanecieran en España.
A los poetas exiliados les mantuvo unidos el tema de la patria perdida que fue dominante en sus primeras
Obras de posguerra. Quienes permanecieron en el país se diferenciaron en dos tendencias poéticas: la
Poesía arraigada y la poesía desarraigada.
– Poesía arraigada: entre sus representantes figuran Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco, Dionisio
Ridruejo. Son autores que publican sus obras en revistas como Escorial o Garcilaso, simpatizan con el nuevo
Régimen. Poesía idealista en la que destacan temas como el amor, la familia, la fe católica, la
Contemplación del paisaje castellano, el ensalzamiento del régimen militar o los valores imperiales de la
Antigua historia de España. Su estilo busca la belleza y la perfección formal en patrones clásicos, sobre
Todo en el soneto. El autor más singular es Luis Rosales, poeta granadino cuyas obras principales son Abril
(en la que recrea un mundo pleno y ordenado en el que siempre hay esperanza) y La casa encendida (la
Casa se convierte en un símbolo de la vida y se caracteriza por originales imágenes).
– Poesía desarraigada: sus integrantes no ven el mundo como algo ordenado sino como un caos
Angustioso, sin sentido ni armónía. Los temas son realistas y expresan una búsqueda constante del sentido
De la existencia humana, dominada por la angustia y el dolor ante el tiempo y la muerte. El estilo persigue
La fuerza expresiva y recurren a un lenguaje sencillo pero de tono dramático. José Luis Hidalgo, Eugenio G.
De Nora, son algunos de sus representantes, aunque la máxima figura es Dámaso Alonso que inicia la poesía
Existencial con su obra
Hijos de la ira (desgarrado grito contra la miseria moral, la injusticia y el odio). DÉCADA DE LOS 50: Poesía social.
La poesía es una vía de comunicación que busca una masa a la que dirigirse y se convierte en herramienta De transformación social. La poesía es testimonio de los problemas de España y se compromete con los Oprimidos y los silenciados. Los temas más usuales son la situación de España, la injusticia social, el anhelo De paz y libertad, presentados de manera pesimista pero con una esperanza abierta hacia un futuro mejor. El estilo es condicionado por la rígida censura del momento y el lenguaje adopta un tono llano y Conversacional. Las figuras más importantes son Gabriel Celaya (además de poeta social, Cantos iberos, Produce textos surrealistas e incluso poesía experimental) y Blas de Otero (que atravesó diferentes etapas Que recogen poesía existencial – Ángel fieramente humano- poesía social – Pido la paz y la palabra- y nuevas Formas expresivas Poesía con nombres). Otros poetas son Victoriano Crémer y Eugenio de Nora DÉCADA DE LOS 60: las fórmulas de la poesía social se agotan, además fracasa en su intento de Convertirse en medio de transformación y se anhelan nuevas formas literarias más ricas y cuidadas que Conducirán a una línea poética que, sin renunciar a la solidaridad ni al compromiso social, busca un Compromiso ético con el ser humano. Su poesía se ha denominado “poesía de la experiencia” ya que se Nutre de temas como su infancia, la amistad, el compromiso político, el amor, pero tratados con cierto Distanciamiento irónico y un lenguaje elaborado pero que no excluye lo coloquial. El estilo persigue un Lenguaje personal pero dentro de un tono cordial y cálido. Claudio Rodríguez, Ángel González (Tratado de Urbanismo), Jaime Gil de Biedma (Poemas póstumos), Carlos Barral, José Manuel Caballero Bonald… son Algunos de los autores más significativos de esta llamada “Generación de los 50”. DÉCADA DE LOS 70: Novísimos o venecianos es el nombre con que se conoce a un grupo de autores Que aparecíó en una antología publicada por Castellet cuyas obras asimilan diversas corrientes y los rasgos Que comparten son: el rechazo del Realismo social (la poesía no está obligada a ser testimonio de la Realidad); integración de influencias (aúnan diferentes corrientes culturales como el cine, la publicidad, la Televisión, el Simbolismo, el Parnasianismo, hasta llegar a recuperar la técnica del collage); su estilo es Selecto y muestra un lenguaje sensorial preocupado por la palabra bella y por un afán de experimentación Formal; contenido culturalista (abundancia de referencias artísticas, mitológicas e históricas y recreación De ambientes exóticos y decadentes como Venecia); metapoesía (la preocupación por el estilo origina Reflexiones sobre el propio proceso creativo).Se incluyen Pere Gimferrer Oda a Venecia en el mar de los Teatros, Guillermo Carnero, Vicente Molina-Foix, Ana María Moix, o Leopoldo María Panero. DESDE LOS AÑOS 80 se abre paso una nueva poesía de la experiencia, encabezada por autores Como Luis García Montero, que vuelve a temas y ambientes cotidianos e intimistas, sometidos a una Elaboración poética que combina los hallazgos expresivos con rasgos coloquiales. Uno de sus modelos es Gil de Biedma. La poesía seguirá varios caminos, nuevos y variados. La novedosa situación política, los profundos cambios Que sufrirá el país, cambiarán la sensibilidad lírica y la poesía española se enriquecerá con nuevas voces que Se unen a poetas de las generaciones anteriores, dibujando un panorama complejo y fascinante. En esa pluralidad surgen, en efecto, tendencias continuadoras, como la poesía visual y varios ismos (Surrealismo, culturismo, purismo, etc.), y tendencias recuperadas de otros tiempos (poesía de la Experiencia, neorromanticismo, neobarroquismo, poesía épica, neorrealismo, etc.). Esto es, o se vuelve a La tradición o se afirma la individualidad, bien por razones de estilo, bien por un deseo de diferenciación. Destacan, entre otros, los autores Fernando de Villena, Luisa Castro y Blanca Andreu.
Hijos de la ira (desgarrado grito contra la miseria moral, la injusticia y el odio). DÉCADA DE LOS 50: Poesía social.
La poesía es una vía de comunicación que busca una masa a la que dirigirse y se convierte en herramienta De transformación social. La poesía es testimonio de los problemas de España y se compromete con los Oprimidos y los silenciados. Los temas más usuales son la situación de España, la injusticia social, el anhelo De paz y libertad, presentados de manera pesimista pero con una esperanza abierta hacia un futuro mejor. El estilo es condicionado por la rígida censura del momento y el lenguaje adopta un tono llano y Conversacional. Las figuras más importantes son Gabriel Celaya (además de poeta social, Cantos iberos, Produce textos surrealistas e incluso poesía experimental) y Blas de Otero (que atravesó diferentes etapas Que recogen poesía existencial – Ángel fieramente humano- poesía social – Pido la paz y la palabra- y nuevas Formas expresivas Poesía con nombres). Otros poetas son Victoriano Crémer y Eugenio de Nora DÉCADA DE LOS 60: las fórmulas de la poesía social se agotan, además fracasa en su intento de Convertirse en medio de transformación y se anhelan nuevas formas literarias más ricas y cuidadas que Conducirán a una línea poética que, sin renunciar a la solidaridad ni al compromiso social, busca un Compromiso ético con el ser humano. Su poesía se ha denominado “poesía de la experiencia” ya que se Nutre de temas como su infancia, la amistad, el compromiso político, el amor, pero tratados con cierto Distanciamiento irónico y un lenguaje elaborado pero que no excluye lo coloquial. El estilo persigue un Lenguaje personal pero dentro de un tono cordial y cálido. Claudio Rodríguez, Ángel González (Tratado de Urbanismo), Jaime Gil de Biedma (Poemas póstumos), Carlos Barral, José Manuel Caballero Bonald… son Algunos de los autores más significativos de esta llamada “Generación de los 50”. DÉCADA DE LOS 70: Novísimos o venecianos es el nombre con que se conoce a un grupo de autores Que aparecíó en una antología publicada por Castellet cuyas obras asimilan diversas corrientes y los rasgos Que comparten son: el rechazo del Realismo social (la poesía no está obligada a ser testimonio de la Realidad); integración de influencias (aúnan diferentes corrientes culturales como el cine, la publicidad, la Televisión, el Simbolismo, el Parnasianismo, hasta llegar a recuperar la técnica del collage); su estilo es Selecto y muestra un lenguaje sensorial preocupado por la palabra bella y por un afán de experimentación Formal; contenido culturalista (abundancia de referencias artísticas, mitológicas e históricas y recreación De ambientes exóticos y decadentes como Venecia); metapoesía (la preocupación por el estilo origina Reflexiones sobre el propio proceso creativo).Se incluyen Pere Gimferrer Oda a Venecia en el mar de los Teatros, Guillermo Carnero, Vicente Molina-Foix, Ana María Moix, o Leopoldo María Panero. DESDE LOS AÑOS 80 se abre paso una nueva poesía de la experiencia, encabezada por autores Como Luis García Montero, que vuelve a temas y ambientes cotidianos e intimistas, sometidos a una Elaboración poética que combina los hallazgos expresivos con rasgos coloquiales. Uno de sus modelos es Gil de Biedma. La poesía seguirá varios caminos, nuevos y variados. La novedosa situación política, los profundos cambios Que sufrirá el país, cambiarán la sensibilidad lírica y la poesía española se enriquecerá con nuevas voces que Se unen a poetas de las generaciones anteriores, dibujando un panorama complejo y fascinante. En esa pluralidad surgen, en efecto, tendencias continuadoras, como la poesía visual y varios ismos (Surrealismo, culturismo, purismo, etc.), y tendencias recuperadas de otros tiempos (poesía de la Experiencia, neorromanticismo, neobarroquismo, poesía épica, neorrealismo, etc.). Esto es, o se vuelve a La tradición o se afirma la individualidad, bien por razones de estilo, bien por un deseo de diferenciación. Destacan, entre otros, los autores Fernando de Villena, Luisa Castro y Blanca Andreu.