SONETO – MIGUEL HERNÁNDEZ
Este soneto recoge un momento amoroso de una pareja de los años 30 en Orihuela, Miguel Hernández lo dedica a su amada
Josefina. Se acerca a ella y ésta lo rechaza quedando el poeta excitado. En los cuatro primeros versos nos encontramos ante una semántica agresiva donde limón hace referencia al seno femenino. Representa el rechazo, el poeta no comprueba la forma arquitectónica del limón. En los versos quinto, sexto, séptimo y octavo describe como el poeta se excita, punta de seno duro y largo hace referencia a la forma del limón y a la forma del seno. Al final del poema encontramos el término camisa que haría referencia a la piel del miembro viril.
Una metáfora fundamental del poeta es el limón, fruto favorito de Miguel Hernández. Es una metáfora formal de los pechos femeninos. Otra palabra fundamental en Miguel Hernández es calentura, en los tercetos conclusivos, al poeta se le duerme la sangre en la camisa al quedar helado por el desdén de la amada. El término sangre hace referencia a la propia excitación sexual, pasa de un letargo dulce a una ansiosa calentura. Esta parte tiene su antecedente en el soneto dieciocho de Garcilaso de la Vega, pertenece a una tradición del siglo de Oro. El soneto de Miguel Hernández se caracteriza por un vitalismo, la sensualidad del vitalismo, la presencia del amor, la exaltación de ese amor y los inconvenientes de esa posesión amorosa ya que hay una serie de elementos contrarios que impiden el desarrollo del amor. Este soneto no es de los más trágicos ni dramáticos, es una especie de suceso incluso un poco divertido representado con símbolos vitalistas extraídos de la naturaleza (limón, sangre).
CANCIÓN – MIGUEL HERNÁNDEZ
Se trata de uno de los últimos poemas escritos por Miguel Hernández, uno de los más conocidos. Un poema que nos confirma que Miguel Hernández se va desposeyendo de su propia vida. Lo que más amaba que era la vida, la libertad y el amor, ya no lo puede disfrutar. El concepto herida es un concepto que proviene de la mística, representación del máximo sentimiento sensorial.
En la primera parte del poema utiliza el verbo llegó, en la segunda viene, y en la tercera ya no utiliza ningún verbo, utiliza el pronombre personal yo. Las tres estrofas del poema son pura repetición alternada, ritmo interno cruzado. Alterna la rima consonante de estas tres palabras básicas (amor, muerte, vida), cada variante es una estrofa. El poema se convierte en una estructura de intercambio de contenidos.
Posee una estructura paralelistica habitual en la poesía castellana. El paralelismo rítmico es el que desarrolla la estructura de todo el poema. Se dice que la composición está realizada a partir de una fórmula matemática. La metáfora de la herida pertenece al amor, pasión de los cancioneros medievales. De esta manera llegamos al final y encontramos al poeta buscador de un lenguaje poético.
LA CANCIÓN DEL ESPOSO SOLDADO – MIGUEL HERNÁNDEZ
La Canción del esposo soldado es un poema muy importante y muy representativo del Miguel Hernández soldado, poeta en guerra enamorado de su esposa y del alumbramiento de su futuro hijo. Todos estos acontecimientos, la vida, la guerra, el amor, la muerte, están presentes en este poema escrito en versos alejandrinos.
Se trata de un poema muy personal. El término canción es utilizado en el sentido de la retórica tradicional como poema amoroso. En Canción del esposo soldado alude a esos pocos poemas en los que se escribe al soldado, se trata del único poema en el que se graba a sí mismo. En la composición hace alusión a la mano de la amada porque Josefina Manresa era costurera hasta que Felipe González le pone una lotería en Elche. Miguel Hernández alude a elementos de la vida cotidiana: esa sabana cosida con su mano, ese pelo que hace sombra. La amada, además, está representada en el poema como una futura madre. El concepto futura hace referencia, a su vez, al propio futuro ya que son muchas las referencias a él como por ejemplo la política el niño nacerá con el puño en alto. Es interesante también la boca de la amada como representación de deseo y del beso: una mujer y un hombre gastados por los besos.
CASIDA DEL SEDIENTO – MIGUEL HERNÁNDEZ
En Casida del sediento, el oasis que aparece como gran símbolo aparece ya en el poema Orillas de tu vientre. Al utilizar la metáfora del oasis, Miguel Hernández se traslada al mundo del desierto. La amada sigue ostentando la condición de oasis que resulta inalcanzable por encontrarse el poeta ausente. Frente a este símbolo el poeta desarrolla al inicio del poema otra metáfora de gran intensidad, arena del desierto, representación del propio poeta: arena del desierto soy. La composición está formada por doce versos agrupados en cuatro semiestrofas, dos de ellas de cuatro versos y las otras dos de dos versos. La estrofa del primer cuarteto está en rima asonante aguda alternando en -o, las del segundo cuarteto en -e aguda. Está formado por un pentasílabo y un heptasílabo, Casida del sediento es un poema monorrimo. Posee estructura binaria. Produce un enfrentamiento ente la parte alta del poema, manifestación del poeta y la amada cerrada con la figura de ésta representada en su boca, y la parte última del poema. Cuando dice oasis en tu boca hace referencia a que I es R (i es imagen y R es el término real). El dístico es el resumen de la representación de la amada, va a recurrir a la forma paralelistica porque es el que caracteriza a la canción por su propia naturaleza, por su propia manera de ser. En la segunda parte del poema representa el cuerpo de Josefina, cuerpo que el poeta no puede poseer por la ausencia. Las dos palabras iniciales del dístico se toman de las otras que lo preceden. El significado de casida es evidente, el poeta se manifiesta al principio del poema como víctima de la ausencia de la amada (Cancionero y Romancero de ausencias). Convierte al poeta en un ser seco, el agua es la vida y la sed es la ausencia de ésta. La presencia de la boca alude tanto al beso como a la posesión completa de la amada (la amada es la presencia que da la vida). Su ausencia es lo que produce lejanía. La segunda parte del poema posee una estructura más compleja, la amada es la que tiene la capacidad de saciar la sed de Miguel Hernández. Es la metáfora cuerpo la que confirma que ésta es el pozo que posee el agua, el pozo que idealmente podría llegar a saciar esa sed. La palabra pozo no aparece hasta el dístico aunque antes haya sido sugerida por medio de una perífrasis, húmedo punto en medio de un punto abrasador.
La negación presente en el primer cuarteto (no he de beber) se confirma en el segundo (nunca es de los dos). El poeta y la amada no lograran nunca la unión física y espiritual. Las vocales de la primera parte son abiertas (arena, desierto, beber) mientras que las de la segunda parte son cerradas (húmedo, mundo, cuerpo, tuyo, nunca, pozo). A veces los poetas utilizan el sistema vocálico para representar con claridad acústica lo que quieren decir, la primera parte es más optimista, más clara, más abierta y la segunda parte más pesimista, más cerrada.