Tradición y vanguardia en la poesía de Miguel Hernández
El primer motivo de inspiración del poeta es la poesía tradicional, y la imitación de escritores cultos, clásicos y afamados. De la tradición adopta Miguel Hernández la influencia de los clásicos literarios españoles y la literatura popular de carácter oral. De las vanguardias, se deja influenciar por la poesía pura y el Cubismo literario y la influencia del Surrealismo hasta principios del 1936 /De los autores clásicos españoles hay que mencionar a: Fray Luis de León, Garcilaso de la Vega, Luís de Góngora, Antonio Machado. Los contactos de Hernández con la vanguardia fueron escasos: Perito en Lunas es la contribución de Hernández a la poesía pura. En el llamado ciclo de “Sonreídme” el poeta emplea algunos recursos propios del lenguaje surrealista, que abandonará definitivamente cuando se dirija al pueblo español al estallar la Guerra Civil. Es justo en el año 1936 cuando la técnica surrealista carece de interés para Hernández y desaparece como recurso literario, imponiéndose la tradición oral de la poesía popular. /En la obra de este poeta, confluyen o se mezclan lo clásico y lo moderno, lo tradicional y lo renovador, ridiculizado y actualizado como un ejemplo de lo que fue la estética en los años 20 y 30 de la España del Siglo XX, estética que marcan el futuro de una poesía en tiempos de posguerra y privación de libertades. /Dentro de la tradición popular, destaca la influencia del neopopularismo que llega a Miguel Hernández por dos vías: la transmisión oral y sus lecturas, “El vals de los enamorados” y “Unidos hasta siempre”, de Cancionero y Romancero de ausencias, vuelve Hernández a la literatura popular.
Trayectoria poética de Miguel Hernández: la evolución de su poesía
Miguel Hernández, nace en un ambiente rural y mediterráneo de la España de principios del Siglo XX. Vive impregnado de naturaleza y ésta la entiende en un doble sentido: La naturaleza relacionada con Dios y la naturaleza relacionada con la creación del lenguaje y la retórica. Ambos conceptos guardan relación con el misterio y con la creación. En el desarrollo de su evolución poética distinguimos las siguientes etapas:
1.Primera etapa; oriolana:
el poeta se fija en la naturaleza y la describe como objeto real en todos sus detalles y elementos. (Perrito de luna)
2. Segunda etapa; amorosa-existencial:
los objetos se convierten en metáforas de la pena amorosa y en fatalidad como amenaza existencial. (El Rayo que no cesa)
3. Tercera etapa; bélica:
el autor crea un espacio épico en el que tropieza con la historia. Se sobrepone y se enfrenta a los desleales, lo cual supone un aliento de la poesía en tiempos de guerra. (Viento del pueblo y El hombre acecha)
4. Cuarta etapa; interiorización de la historia destruida:
el poeta siente la amenaza de la destrucción personal. El símbolo de la ausencia de libertad, la ausencia del goce amoroso (de su esposa y de su hijo) junto a la ausencia de justicia y de amor fraternal, caracterizan esta cuarta etapa de su vida y de su obra. ( Cancionero y romanero de ausencia).
El compromiso social y político en la poesía de Miguel Hernández
La situación social y política de la época de Miguel Hernández era la misma que la de finales del Siglo XIX: una oligarquía territorial, un clero conservador y reaccionario, una clase militar autoritaria y una Guardia Civil represora. Los cambios que quisieron realizar algunos gobiernos de la Segunda República española provocaron la Guerra Civil de 1936. /El gran compromiso que engrandece la figura y obra de Miguel Hernández, radica en que puso todas sus fuerzas para defender la tierra, para dignificar al hombre del campo y para concienciarlo de sus derechos. /Declarada la guerra, Hernández, se decanta por el bando republicano, considerada que su única arma es la poesía y lo expresa ejemplarmente en dos de sus poemas “Viento del pueblo” y “El hombre acecha”. /“Viento del pueblo” constituye la faceta más optimista y entusiasta, apostando por la esperanza en la victoria. Destaca valores como la libertad y el heroísmo, sin dejar de lado la solidaridad y el compromiso político. En El hombre acecha la visión es pesimista. Se contempla la derrota no solo en el plano social, sino también en el plano íntimo, aunque el poeta se aferra a la vida y a la esperanza por medio del amor. Toda la producción de Miguel Hernández recoge un profundo compromiso social y político, y que siempre muestra su preocupación por los más desfavorecidos, por la pobreza, por el hambre, por la justicia capitalista…Muestra de ello es el poema “El niño yuntero” /Después de si viaje a Rusia en 1937 hay poemas dirigidos a ensalzar la política soviética, pero actualmente con estos poemas los que menos nos interesan estéticamente hablando, aunque de igual manera sitúan a Miguel Hernández como el modelo de hombre de letras comprometido con la libertad y la justicia.
El lenguaje poético de Miguel Hernández: símbolos y figuras retóricas más destacadas
El lenguaje poético de Miguel Hernández experimenta cambios en relación con las etapas por las que atraviesa, y que son: la poesía pura, la poética neorromántica, la motivada por la situación política y social y la caracterizada por su encarcelamiento y soledad. 1Lenguaje difícil por su metamorfismo (a partir de la naturaleza). 2Se caracteriza por la expresión del dolor que causa el amor. 3Lenguaje directo y claro para defender la libertad y la clase trabajadora. 4Lenguaje propio de la lírica tradicional: sencillo y directo. Para la expresión de un sentimiento auténtico (dolor, soledad, amor y esperanza). /Utiliza de una serie de símbolos que adquieren diferentes significados y connotaciones dependiendo de la evolución de la temática poética:
Huesos
En la primera etapa para el tema de la muerte. En el período amoroso como impulso erótico. En el período bélico como la fuerza de las tropas.En la última expresa la ausencia de la amada.
Lluvia
En su primea etapa se identifica con el fenómeno natural fundamental para la vida. En el período amoroso hace referencia a la pena y al dolor que provoca el amor.En los poemas de la etapa bélica se asocia con el esfuerzo del trabajador, y se identifica con el sudor.En el período carcelario vuelve a ser la imagen del dolor o la esperanza.
Luna
En su primera etapa se relaciona con el paso del tiempo y con el ciclo de la vida.Después es siempre signo de fatalidad, de muerte y está opuesta a la claridad y al sol.
Rayo
En su etapa amorosa es símbolo de dolor y pena amorosa.En la etapa bélica expresa la fuerza.En su última etapa es símbolo del recuerdo.
Toro
En el primer período se asocia con la muerte.En el período amoroso virilidad o fatalidad. En el período bélico simboliza al pueblo explotado.
Viento
En la primera etapa fenómeno atmosférico.En el período amoroso simboliza la mujer amada.En la etapa bélica es la fuerza del pueblo y la voz del poeta. En el período carcelario se asocia al odio y al rencor.
Tierra
En un primer momento se asocia a la naturaleza y al mundo del trabajo. En la etapa amorosa se relaciona con el amor. En la bélica remite a los pobres. En su última etapa se asocia a la pérdida irreparable del hijo. /Otras figuras retóricas son carácterísticas. Algunas son la hipérbole, la comparación, la metáfora, sinestesia y personificación, así como interrogaciones, hipérbaton, anáfora y paralelismo.
Temas políticos de Miguel Hernández
Si tuviéramos que sintetizar la poesía hernandiana la calificaríamos de poesía amorosa: ningún poema de Miguel Hernández queda al margen del sentido amoroso, a la naturaleza, a la mujer, al hijo, a los amigos, al pueblo y a la vida. Así pues, sus temas fundamentales son: la naturaleza, el amor, la vida y la muerte, sin olvidarse del compromiso social y político que afronta desde sus orígenes hasta el final de su vida. /En la última de sus etapas se recoge una concepción intimista y dolorosa del tema del amor. Son poemas protagonizados por su mujer (Como esposa y madre) como una evidente carga erótica de su infinito amor, y por sus hijos (El que fallecíó a los diez meses, y el que sobrevivíó). /Un hondo y sincero amor dirigido a la esposa ausente constituye otro eje temático importante, durante esa ausencia en que el poeta vive la soledad de la cárcel. /En “el rayo que no cesa” aparece intensificado ese tema del amor en solitario. /El tema del hijo igualmente es relevante. Recordemos que la brevísima vida de Miguel Hernández estuvo repleta de desgracias y frustraciones. A la alegoría por el nacimiento de su primogénito (“Canción del esposo soldado”) Sucede el dolor interno producido por la muerte del bebé a finales de 1938. Antes de concluir la guerra, Miguel Hernández, vuelve a ser padre con el nacimiento de su segundo hijo y canta esperanzando y alegre a la libertad. Esto se aprecia en poemas como: “Nanas de la cebolla” y “El pez más viejo del río”. /El tema del amor al hijo conecta con el amor fraternal y el honor de los dos hombres.
La vida y la muerte en la poesía de Miguel Hernadez
La poesía de Miguel Hernández es una poesía de la experiencia y la síntesis de la existencia, la exprésó el poeta en Cancionero y romancero de ausencias. Su sino poético se define como el del amor y la muerte; junto a la vida, que son sus tres grandes temas. /Más allá de las composiciones que tratan sobre la vida y la muerte, el sentimiento de la amistad indujo a Hernández a escribir numerosos elegías por familiares y amigos muertos, un ejemplo lo tenemos en “Amores que se van” y “Elegía a Ramón Sijé”. /Algunos de sus símbolos se relacionan con la dualidad vida/muerte. Por eso toda su obra gira en torno a dichos misterios. /Dualidad: los huesos evocan tanto la vida como la muerte y la lluvia es el mito de la muerte que florece. /En el periodo existencial-amoroso (segunda etapa) se produce una extensión del significado de la lluvia y ésta representa al amor, así aparece en “Silbo de la sequía”. /En El rayo que no cesa, sin embargo la lluvia se relaciona con la pena por la muerte de un ser querido; relaciona la lluvia con el rayo como pena, pesadumbre y angustia. /Se observa, pues, una dialéctica constante entre la vida y la muerte y sus símbolos cambiarán de significado, porque en ellos, como en la vida, interiormente, late lo positivo y lo negativo.