LA NOVELA HISPANOAMERICANA DURANTE EL Siglo XX
A pesar de las dificultades que entraña el tratar de resumir en unas pocas páginas la historia de la narrativa hispanoamericana a lo largo del Siglo XX, hemos de referirnos a la tradicional división que se viene estableciendo en los diversos manuales y estudios existentes. /En un intento de rápida síntesis de la narrativa anterior al Realismo mágico, hemos de decir que, durante las primeras décadas del Siglo XX, predomina una literatura de marcado carácter realista, dentro de la cual se puede hablar de algunas variantes concretas, como pueden ser las siguientes:-La llamada novela de la tierra, en la que se concede un especial protagonismo a la pampa o a la selva. Tal es el caso de obras como Don Segundo Sombra ,La vorágine ,Doña Bárbara -La novela indigenista, que se da en los países andinos con raza de bronce//
. EL Realismo MÁGICO
A partir de 1940 se empieza a observar en la narrativa hispanoamericana un cambio en las formas y técnicas narrativas vigentes hasta ese momento. Así, se puede hablar de un progresivo abandono de la literatura realista de corte tradicional y de la pervivencia en muchos escritores de elementos vanguardistas surgidos durante los años veinte./La renovación de la novela que se lleva a cabo en estos años procede de una doble vertiente, la incorporación de temas e historias fantásticas y, por otro, la influencia de la novelística europea y norteamericana. No obstante, lo auténticamente original de esta etapa es el llamado Realismo mágico./Ese tipo de Realismo incorpora todos los elementos míticos propios de las diferentes culturas hispanoamericanas e incluso latinoamericanas.Además, se incluye todo aquello que tenga relación con lo misterioso, lo maravilloso, lo que no puede ser comprendido por la razón.//EL BOOM DE LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA
Durante las décadas de los años sesenta y los setenta, la literatura hispanoamericana experimentó un periodo de enorme auge que vino a conocerse con el nombre del boom de la narrativa hispanoamericana. : por un lado, la promoción editorial que se llevó a cabo desde países como España, Argentina y México; y, por otro, la influencia de la revolución cubana, a partir de 1959, dado que desde Cuba se invitó a numerosos escritores a visitar la isla y se promociónó la difusión literaria de muchos jóvenes escritores, entre ellos algunos tan conocidos como Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Julio Cortázar y Gabriel García Márquez. Gracias a estos y a otros muchos escritores, Hispanoamérica se convirtió en una auténtica potencia literaria./Por otra parte, la posterior implantación de dictaduras militares en numerosos países hispanoamericanos hizo que muchos de estos escritores se vieran obligados a exiliarse a Europa, lo que contribuyó tanto al mejor conocimiento de sus personas y obras como a la revalorización del componente social y político de muchas de ellas, en las que era perceptible una crítica contra las dictaduras americanas, que vino como anillo al dedo a todos los que en países como España se enfrentaban contra las dictaduras instaladas en el poder./Por consiguiente, al boom contribuyó enormemente la internacionalización de escritores y obras, sobre todo a raíz de que algunas editoriales españolas publicaran muchas de estas obras y de que se creara el premio de novela Biblioteca Breve, promovido por la editorial española Seix Barral. Así, en 1963, dicha editorial concede el premio al escritor
Mario Vargas Llosa por su novela La ciudad y los perros, y, en años posteriores a otros escritores como Carlos Fuentes o Guillermo Cabrera Infante.
/Además, en 1963 se publica una novela que representa una verdadera renovación de las técnicas narrativas hasta entonces empleadas por los escritores hispanoamericanos. Rayuela, de Julio Cortázar.
Y en el año 1967 se concede el Premio Nobel de Literatura al escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1899-1974) y se publica Cien años de soledad, de García Márquez, que rápidamente se convirtió en un auténtico best-seller mundial. Posteriormente, otra importante editorial española, Plaza-Janés, publicó algunas obras que obtuvieron un importantísimo éxito de ventas, como fue el caso de El otoño del patriarca, de García Márquez./
Así pues, podemos afirmar que el boom de la narrativa hispanoamericana no puede entenderse si lo separamos del importante apoyo editorial llevado a cabo en varios países, entre ellos España. Ello permitíó el interés de un numeroso y sorprendido público lector, atraído por las novedades que aportaban los novelistas hispanoamericanos -Mezcla de elementos reales y fantásticos (lo que se conoce como el Realismo mágico)-Mezcla de elementos procedentes de las vanguardias europeas y de la literatura criolla americana. En este sentido, el magisterio del escritor argentino Jorge Luis Borges es absolutamente irrefutable.-Aparición de nuevos temas, entre ellos los relacionados con la temática social, con la naturaleza, con los elementos míticos, con lo misterioso y lo sobrenatural.-Ruptura de la narración lineal, cronológica, y aparición de técnicas como la retrospección narrativa, también conocida como analepsis y como flash-back, y la anticipación narrativa, también llamada prolepsis o flash-forward.-Presencia de la aparición de varios narradores y de la técnica del perspectivismo (distintos puntos de vista sobre unos mismos hechos).-Utilización del monólogo interior, también llamado fluir de la conciencia.-Ampliación y enriquecimiento léxico, que, en algunos casos, llega a convertirse en un auténtico barroquismo literario.//Algunos representantes del boom y sus obras más representativas:-
Mario Vargas Llosa (Perú): La ciudad y los perros, Conversación en la Catedral –
Carlos Fuentes (México): La muerte de Artemio Cruz (1962).-
Julio Cortázar
Rayuela .-
Alejo Carpentier
El siglo de las luces.-
Guillermo Cabrera Infante
Tres tristes tigres –
Juan Carlos Onetti
El astillero/Finalmente, podemos concluir que el final del boom de la narrativa hispanoamericana fue muy evidente a partir de los años ochenta, y desde entonces podemos hablar de escritores que triunfan de una forma más aislada.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ Y el boom
Es innegable que, por encima de cualquier otro, uno de los escritores de mayor resonancia del boom, junto con el recientemente Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, es Gabriel García Márquez/ Su abuela materna lo inició en la cultura oral colombiana. En 1940 se traslada a Bogotá a estudiar Derecho, pero pronto empezó a publicar narraciones en prensa y se sintió atraído por el periodismo. Así, en el diario “El espectador” publicaría reportajes, críticas de cine, cuentos, etc. /Es un autor muy discutido políticamente por amplios sectores de la sociedad. //Aunque comenzó a escribir a los 20 años, la obra que lo lanzó al éxito mundial la escribíó cuando contaba con 40 años (1967)./Cien años de soledad es una obra mítica que, como suele ocurrir en tantas otras, nos cuenta la fundación de una ciudad (Macondo), un jardín del Edén que se acabará convirtiendo en un infierno. En ese proceso de degradación que sufre la ciudad se ha visto la ruina del virginal mundo americano, todo ello rodeado por un ambiente mágico que paradójicamente consigue potenciar el Realismo de la obra. Esta novela es considerada, por tanto, una de las mejores muestras del Realismo mágico/ Anteriormente, había publicado La hojarasca (1955), El coronel no tiene quien le escriba (1962), Los funerales de Mamá Grande (1962) y La mala hora (1963), que forman lo que podemos calificar como su narrativa breve. /A estas obras les seguirán otras muchas, más allá del boom, entre las que podemos destacar: El otoño del patriarca (1975), Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985), que es una de sus novelas más hermosas, y que analizaremos detenidamente desde distintas perspectivas, El general en su laberinto (1989), Doce cuentos peregrinos (1992), Del amor y otros demonios (1994), Noticia de un secuestro (1996), reportaje novelado sobre en narcoterrorismo colombiano, la autobiografía Vivir para contarla (2002) y Memoria de mis putas tristes (2004)/ Entre otras distinciones, en 1981, el gobierno francés le concedíó la condecoración de la “Legión de Honor” en el grado de Gran Comendador, y finalmente, en 1982, le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura y fue formalmente invitado por el gobierno colombiano a regresar a su país.