4. El teatro de Valle-Inclán. Luces de bohemia
Se pueden diferenciar cuatro etapas en la evolución de su obra dramática.
Teatro poético
Es su primera época y en ella aborda temas realistas. Es refinado hasta rozar lo ridículo y cercano al estilo modernista de la época. Obras de esta época son El Marqués de Bradomín o El yermo de las Almas.
Teatro de ambiente rural y mítico
Representado por la trilogía de Las Comedias Bárbaras
.Ambientadas en un Galicia rural y mítica trata los temas de la lujuria, violencia,libertinaje, arbitrariedad del poderoso y antiheroismo. Su personaje principal es Juan Manuel deMontenegro, con grandes virtudes y grandes defectos. Sus hijos, en cambio, encarnan la brutalidady la degeneración de la casta; no heredan mas que los vicios y sus actos están dominados por laavaricia, el sacrilegio, la locura y el crimen. Asesinan a su padre y saquean la casa de su madre a su muerte. Con Divinas palabras (1920) se anticipa ya al teatro del esperpento (que veremos más adelante).
Las farsas
Para ridiculizar personajes y situaciones Valle-Inclán crea la farsa, que supone un paso más en la evolución hacia el esperpento por cuanto tiene de antirrealista y de situaciones caricaturescas y extravagantes. Componen esta etapa la trilogía Tablado de Marionetas para Educación de Príncipes y también La Marquesa Rosalinda.
El esperpento
Supone la máxima aportación del Valle–
Inclán al teatro. Es la deformación de personajes, ambientes y situaciones de modo que se destruye la realidad transformando su imagen aparente para mostrarla tal y como es y presentándola como cosa extravagante o ridícula («Los políticos mienten por poder, los artistas mentimos para decir la verdad» Andy y Larry Wachowsky. V de Vendetta). A través de este nuevo género realiza una crítica incisiva a la sociedad y a la etapa histórica que estaba viviendo. Así expresa Valle-Inclán su visión dramática del mundo, y especialmente la degradación política y cultural de España a principios del s. XX. Con el dolor que produce el desengaño, hace decir a Max Estrella: «España es una deformación grotesca de la civilización europea». Cuando ya no quedan héroes ni ideales, los personajes se convierten en fantoches. Las principales obras son Luces de
Bohemia y la trilogía Martes de Carnaval. Luces de Bohemia. Es una de las obras teatrales más importantes del s. XX. Se compone de quince escenas. Las doce primeras se desarrollan en una sola noche durante la cual Max Estrella (ciego, «hiperbólico andaluz, poeta de odas y madrigales»), condenado a pasar hambre
por haber perdido su mísero trabajo en un periódico, recorre las calles de Madrid junto a su cobarde y embaucador acompañante don Latino de Hispalis. Los variados lugares que salen a escena muestran un abanico de niveles socioculturales: la burocracia, la bohemia literaria, la política, el mundo del comercio, la prostitución o la población marginal. La noche termina con la agonía y muerte de Max, momento que aprovecha don Latino para robarle un décimo de lotería que resulta premiado al día siguiente. Las escenas 13 y 14 se centran en el velatorio y entierro de Max, y la 15 transcurre en la taberna de Pica Lagartos, donde don Latino se gasta el beneficio del décimo robado, mientras la mujer y la hija de Max, ante la terrible penuria económica que las aguarda, deciden suicidarse. El viaje nocturno de los dos personajes muestra una España corrupta y mediocre donde apenas queda nada de las brillantes luces de la bohemia, cuando el arte y el valor eran auténticos y no se vendía a intereses oportunistas. De todos los personajes sólo el anarquista catalán conserva la dignidad del héroe clásico. El mismo Max traiciona sus ideales aceptando el dinero que le da el ministro, gastándoselo en una cena y despreocupándose de su mujer y su hija. Detrás de los
personajes de Luces de Bohemia se esconden personas reales. Max está inspirado en el poeta Alejandro Sawa; Zaratustra (alusión a Nietzsche) es el librero Pueyo; don Gay Peregrino es el escritor Ciro Bayo; el ministro de la Gobernación es el ministro de Educación Julio Borrell …Otros personajes se nombran abiertamente, como Rubén Darío y algún otro poeta modernista.El lenguaje es vivísimo, de gran imaginación e ingenio verbal. Hay una gran variedad de registros,desde el uso culto y literario al coloquial e incluso vulgar. En general cada personaje habla con arreglo a su condición sociocultural, pero no siempre. Por ejemplo, el preso y la madre del niño muerto, a los que el espectador supone emisores no cultos, se expresan con un lenguaje lírico que los aproxima a la grandeza del drama griego. Al mismo tiempo, otros más instruidos utilizan la expresión espontánea del habla sainetera y desgarrada. A menudo Valle-Inclán ridiculiza a los personajes representativos de los estamentos más cultos haciéndoles hablar con un lenguaje grandilocuente y pedante. Por otra parte, los personajes populares utilizan una verborrea pretendidamente culta con intención paródica, para ridiculizar las instituciones. Parodia, caricaturización e irreverencia convierten a los personajes en títeres propios de la imaginería del esperpento.
De mención especial son las novedosas y literarias acotaciones del autor, con las que caracteriza subjetivamente personajes y ambientes.