Del Novecentismo a las vanguardias
Se llama Novecentismo o Generación de 1914 al grupo de autores que sucede a la Generación del 98. Comparten con ellos la preocupación por el problema de España, pero abandonan el subjetivismo en busca de una postura más neutra e intelectual.
Ramón Pérez de Ayala
En sus novelas predominan elementos intelectuales, visibles en las frecuentes digresiones sobre temas diversos. Experimenta con la técnica y la estructura narrativa buscando originales perspectivas. Troteras y danzaderas (1913) es una visión de la bohemia literaria de Madrid; otras obras son Belarmino y Apolonio (1921) y Tigre Juan (1926). Su estilo posee una gran elegancia: sintaxis perfecta, equilibrio en la expresión y léxico rico.Gabriel Miró
En sus novelas predominan las descripciones llenas de elementos sensoriales, que recrean la realidad a base de impresiones. La acción apenas existe, todo está supeditado a lo sensorial, de manera que los objetos cobran más importancia que las figuras humanas. Su estilo es muy elaborado y lírico, pero lento y recargado. Obras: Nuestro Padre San Daniel (1921) y El obispo leproso (1925).Ramón Gómez de la Serna
Cercano a los planteamientos irracionalistas de las vanguardias, convierte la literatura en un juego, plagado de elementos triviales entrelazados por una profusa imaginación y sentido del humor. En sus novelas libres el argumento es sustituido por digresiones sobre cualquier tema. Destacan Cinelandia (1923) y El torero Caracho (1927). Es también inventor de las greguerías, asociaciones irracionales y arbitrarias de ideas a modo de refrán o definición sentenciosa.Unamuno tiene un estilo que refleja con gran perfección los rasgos de su personalidad. Es sobrio y al mismo tiempo vivo y expresivo, despegado de viejas retóricas. Propone un estilo desnudo, frente a los estilistas que lo visten de galas. Pone en circulación muchos términos populares. Él mismo escribíó que «quería sacara a ras de lengua escrita voces de la lengua corrientemente hablada, desentonar y desentrañar palabras que chorrean vida según corres frescas y rozagantes de boca en oído y de oído en boca de los buenos lugareños de Castilla y León».Juega con el idioma, inventa términos nuevos, desentierra el primitivo significado etimológico de las palabras. Además busca la densidad de ideas, la intensidad emotiva, la exactitud de sus descripciones, no la elegancia. Su lucha interna se aprecia en su gusto por paradojas, antítesis, exclamaciones.Obra:Practicó todos los géneros. Sus cualidades como poeta fueron infravaloradas durante mucho tiempo, aunque en la actualidad se le tiene por uno de los grandes líricos del Siglo XX. Es una poesía que se caracteriza por su gran riqueza de pensamiento; los principales libros son: Poesías (1907), Rosario de sonetos líricos (1911), El Cristo de Velázquez(1920), Romancero del destierro (1928) y el Cancionero póstumo, Diario poético que fue publicado en 1953 y recoge poesías escritas entre 1928 y 1936.También es autor de importantes novelas. Figura Unamuno entre los más decididos renovadores de la novela a principios de siglo que a él le servía como cauce adecuado para la expresión de los conflictos existenciales. Su primera novela fue Paz en la guerra (1897) , una novela histórica sobre la última guerra carlista. Con Niebla (1914) inicia lo que él denominó nivolas: frente a la novela tradicional presenta nuestro autor el enfrentamiento de las almas, de las pasiones humanas, sin paisajes, ambientes ni costumbres. Niebla plantea el problema de la existencia y la personalidad. El protagonista, Augusto Pérez, se rebela contra el propio Unamuno, porque se da cuenta de que no es más que un ser de ficción, manejado al capricho del autor, y le recuerda que también él, Unamuno, como ser humano, depende del capricho de Dios. En 1917 publicaría Abel Sánchez y en 1921 La tía Tula . Su obra maestra llegaría en 1931, San Manuel bueno mártir . Esta es la dramática historia del párroco de una aldea perdida que, entregado ejemplarmente a su pueblo y manifestándose como un santo, oculta el tremendo desgarro interior de la duda en la otra vida.Escribíó también numerosos libros de ensayo: En torno al casticismo (1902), Vida de Don Quijote y Sancho (1905), Por tierras de Portugal y España (1911), Andanzas y visiones españolas (1922), Del Sentimiento trágico de la vida (1922).Las obras dramáticas más importantes: Fedra (1910), El otro (1926) y El hermano Juan (1934). Son el intento de un teatro de ideas que resulta excesivamente esquemático y falto de acción dramática.