La idea de la novela como deicidio. El autor como suplantador de Dios
Explica Mario Vargas Llosa su propia concepción de la novela:
Gracias a la literatura, la vida se entiende y se vive mejor. Gracias a ellas la vida, aunque sea por un instante, es menos fea y menos triste. Una persona que no lee, o lee poco, o lee solo basura, puede hablar mucho pero dirá siempre pocas cosas. Para formar ciudadanos críticos e independientes, difíciles de manipular explica vargas que escribir novelas es un acto de rebelión contra la realidad, es una tentativa de corrección. La raíz de su vocación es un sentimiento de insatisfacion contra la vida, cada novela es un deicidio secreto, un asesinato simbólico de la realidad. Las causas de esta rebelión y origen de su vocación de novelista son múltiples, pero todas pueden definirse como una relación viciada con el mundo. Su reacción fue suprimir la realidad, desintegrandola para rehacerla convirtiéndola en otra, hecha de palabras, que la reflejaría y negaría a la vez.
La literatura, la verdad de las mentiras
: Querer ser distinto de lo que se ha sido la aspiración humana por excelencia. De ella han nacido también las ficciones. Cuando leemos novelas no somos los que somos habitualmente, sino también los seres hechizos entre los cuales el novelista nos traslada. La ficción nos completa, a nosotros, seres mutilados a quienes ha sido impuesta la atroz dicotomía de tener una sola vida y los apetitos y fantasías de desear mil. Las mentiras de las novelas no son nunca gratuitas, llenan las insuficiencias de la vida. La ficción es un sucedáneo transitorio de la vida. El regreso a la realidad es siempre un empobrecimiento brutal, la comprobación de que somos menos de lo que soñábamos. Gracias a la ficción somos más y somos otros sin dejar de ser los mismos. En ella nos disolvemos y multiplicamos, viviendo más vidas de la que tenemos y de las que podríamos vivir si permanecíéramos confiados en lo verídico, sin salir de la cárcel de la historia. Los hombres no viven sólo de verdades; también les hacen falta las mentiras. La ficción enriquece su existencia, la completa. El autor es un suplantador de Dios. El acto de escribir una novela es un acto contra Dios mismo- un deicidio- en el que el autor asume la tarea de sustituir y asimismo rectificar la creación que el desencantado autor encuentra a su alrededor, creando así, en términos de ficción. Una realidad autónoma y autosuficiente.
Su vocación literaria
El autor define la vocación literaria como una pasión y la pasión no admite ser compartida. Porque el escritor, ante su vocación es un esclavo. La vocación literaria es una apuesta a ciegas. Deberá convertirse en servidumbre, esclavitud; para explicarlo de manera gráfica, le diré que acaba usted de hacer algo que hacían en el Siglo XIX algunas damas espantadas con el grosos de su cuerpo, que, a fin de recobrar una silueta de sílfide, se tragaban una solitaria.La literatura Es una dedicación exclusiva y excluyente. Flaubert decía:” Escribir es una manera de vivir”, vivir para escribir.
LA IMPORTANCIA DE LA TRAMA, DEL ASPECTO EMOCIONAL DEL ARGUMENTO
Quisiera que mis libros se leyeran como he leído yo las novelas que me gustan. Me han hechizado literalmente. Este es el tipo de novela que a mí me gusta leer. Y este es el tipo de novela que me gustaría escribir. Así, para mí es muy importante que todo elemento intelectual, que es inevitable que haya en una novela, de alguna manera esté disuelto en acciones fundamentalmente, en episodios que deberían seducir al lector, no por sus ideas, sino por su color, por su sentimiento, por sus emociones, sus pasiones, por su novedad, por su carácter insólito, por el suspenso y el misterio que puede emanar de ellos. En lo posible eliminar, la distancia entre la historia y el lector.
EL MÉTODO COMO FÓRMULA DE TRABAJO
Trabajo con mucha disciplina: durante las mañañás, hasta las dos de la tarde, no salgo nunca de mi estudio. Para escribir bien, un poco de imaginación, y mucho de sudor.
LA MUSA DE LA INSPIRACIÓN
La inspiración es algo que viene a través de una rutina, una disciplina. Al principio es una cosa muy nebulosa, es un desasosiego, una inquietud, una curiosidad sobre algo que veo muy nublado y muy confuso y eso se va convirtiendo en trabajo. Todo me sirve. Me convierto en una especie de caníbal de la realidad.
EL PERFECCIONISMO EN LA REESCRITURA CONTANTE DE SUS OBRAS
Vargas Llosa es perfeccionista, ya que revisa y corrige con lupa las galeras.
INFLUENCIAS LITERARIAS: FILIACIÓN REALISTA DEL ESCRITOS
El escritor realista es aquella secta, escuela o tradición a la que sin duda pertenezco, cuyas novelas relatan sucesos que los lectores pueden reconocer como posibles a través de su propia vivencia de la realidad. La huella de Flaubert y de su magistral obra Madame Bovary. De este autor francés celebra su ideal literario del objetividad e imparcialidad del escritor; la creación de una voz narrativa impersonal caracterizada por una distancia irónica. Para Vargas Llosa, esta aparente autonomía del autor alcanza su cumbre con Flaubert. El novelista peruano considera este aspecto de Flaubert como la principal contribución a la historia de la novela, contribución que él intenta emular conscientemente en su obra. Vargas Llosa también admira en Flaubert la idea de representar en una novela la totalidad de lo humano. “A mí me encantaría poder ser considerado el Flaubert de mi tiempo”, porque con Flaubert las novelas se emancipan totalmente del creador. La segunda zona de influencia fundamental en la obra de Vargas Llosa es la novela medieval de caballerías, y en concreto Tirant lo Blanc, del escritor catalán Joanot Martorell. La influencia de William Faulkner también es evidente en nuestro autor. De él retoma en sus obras la concepción de la trama novelesca como una tragedia árida, un mundo oscuro, en el fracaso omnipresente. Vargas Llosa habla de la elección de una manera más concisa: “ El fracaso es una elección que implica cierta dignidad y hasta una secreta grandeza.”