Fray Benito Jerónimo Feijoo (1680-1768). Ingresó siendo niño en la orden de los benedictinos y ocupó las cátedras de Teología y Sagrada Escritura en la universidad de Oviedo. Vivíó una vida retirada que solo interrumpíó por un breve viaje a Madrid que relata en Ingrata habitación en la corte. Sin embargo, su conocimiento del mundo exterior era muy completo gracias a su afición por los libros y las publicaciones científicas que recibía procedentes del extranjero y, también a la correspondencia que mantuvo con sus amigos, a las conversaciones y tertulias que algunas personas cultas manténían con él en su celda. Combatíó los errores populares con base en la tradición o la rutina, pretendía desterrar la ignorancia. También luchó contra la idea de la ciencia de las universidades de la época, que se basaba en el criterio de autoridad. Frente a esta actitud propónía la crítica basada en la razón y la experiencia. En España fue un divulgador de las novedades científicas y de pensamiento europeas. Su obra se recoge en el Teatro Crítico Universal y Cartas eruditas y curiosas. La primera, compuesta en ocho tomos, posee ensayos o discursos dirigidos a un receptor anónimo, frente a los cinco tomos de la segunda, cuyo receptor, real o fingido, es alguien concreto. En su prosa, clara y directa el ideal que persigue es el “docere-delectare” e incluye rasgos de humor y pequeños fragmentos narrativos.
Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811). Desempeñó muy joven altos cargos en la justicia de Sevilla y Madrid. Pertenecíó a varias Reales Academias y acometíó su labor cívica durante el reinado de Carlos III. Con la subida al trono de Carlos IV cae en desgracia debido a sus ideas reformistas; se le apartó de la Corte con un cargo en Asturias. Allí contribuye al desarrollo de la zona y crea el Instituto de Estudios Asturianos. Fue nombrado por Godoy ministro de Justicia, pero de nuevo es confinado en Asturias. A sus cincuenta y siete años es encarcelado en la Cartuja y en el castillo de Bellver (Mallorca). Al sobrevenir la invasión francesa, se le devolvíó la libertad tras siete años de presidio. José Bonaparte quiso incorporarlo al gobierno, pero abrazó la causa de la independencia. Escribíó varios poemas y un par de dramas, pero su producción de mayor importancia es de carácter didáctico. Sus ensayos abarcan todos los temas: políticos, filológicos, económicos, filosóficos, históricos… Entre sus obras destacan: Memoria para el arreglo de la policía de espectáculos, (1790) en la que hace historia de los juegos y espectáculos y aboga por la elevación espiritual que han de perseguir y la libertad en los mismos. Informe sobre la ley agraria, (1795) en el que propone una reforma agraria que incluía la reforma de la propiedad agrícola. Memoria sobre educación pública, (1802) obra de carácter pedagógico. Donde se entiende que la educación es la base de la prosperidad de la nacíón, por lo que se deben promover las ciencias útiles y emplear métodos experimentales y la aplicación práctica de las materias de estudio. Se muestra partidario de la impartición de la enseñanza en castellano y no en latín. Propone el necesario conocimiento de los alumnos de otras lenguas modernas. También propugna que los alumnos realicen lecturas complementarias, que los centros estén dotados de bibliotecas y que los profesores sean guías y consejeros en vez de vigilantes. Entre sus ideas se encontraban: la pretensión del acercamiento a Europa, la reforma del sistema educativo, etc.La obra en prosa de Jovellanos analiza la sociedad de su tiempo por lo que recoge éxitos y fracasos de la época desde una perspectiva crítica de acuerdo con las ideas de la Ilustración y los modelos del neoclasicismo. El género del ensayo es el vehículo que escoge para la exposición de sus ideas.
José Cadalso (1741-1782). Nacíó en Cádiz donde estudió con los jesuitas. Viajó por Inglaterra, Francia y Alemania y aprendíó estas lenguas. Fue oficial de caballería y alcanzó como militar el grado de coronel. Fue célebre su amor por la actriz María Ignacia Ibáñez (en sus poemas con el seudónimo de Filis): Cadalso queda enloquecido por el dolor cuando ella fallece después de una rápida enfermedad y trata de desenterrar su cuerpo, pero no lo logró porque se lo impidieron unos agentes del ministro conde de Aranda, su protector. Este lo envía a Salamanca donde difunde sus ideas ilustradas y entabla numerosas amistades -la de Juan Meléndez Valdés entre otras-. Participó en el bloqueo de Gibraltar en la guerra contra Gran Bretaña y en él halló la muerte. Entre sus obras destaca:Las cartas marruecas (1789) obra que consiste en una reflexión sobre España y su evolución histórica. El modelo literario está tomado de Montesquieu y su obra Cartas persas. La obra de Cadalso consta de noventa cartas que se dirigen entre sí Gazel, moro que vive en Madrid, Ben-Beley, maestro y consejero de este y el cristiano Nuño Núñez. El pensamiento del autor se expresa a través de los tres personajes, los cuales le permiten un distanciamiento crítico. También escribíó: Noches lúgubres en la cual, con tono claramente prerromántico, se describe el final de los amores con María Ignacia y su intento de desenterrar su cuerpo.