EL TEATRO ESPAÑOL POSTERIOR A 1936. CONTEXTO HISTÓRICO-SOCIALDesde 1939 hasta la transición democrática, la vida española estuvo marcada por el control y la ideología del régimen franquista. En los primeros años de posguerra imperaron el silencio y el terror a la delación; gran parte de la población padecía frío y desnutrición, lo que favorecía el desarrollo de enfermedades. En la década de 1950, Económicamente se atisbaba una cierta recuperación con la progresiva incorporación de España al contexto internacional, pero la mayoría de la población seguía padeciendo penurias. En los años sesenta y hasta 1975, el nivel de vida se elevó con el desarrollismo: se incrementaron las exportaciones y crecieron los sectores de servicios y la construcción, aumentó la natalidad, mejoraron las comunicaciones y se disparó el turismo.VISIÓN GENERAL. Comparado con el teatro extranjero, el panorama de la escena española resultará pobre. Las compañías siguen dependiendo de los intereses de los empresarios. Junto a ello, se agravan hasta extremos impensables las limitaciones ideológicas, ejercidas por una censura férrea.Todo ello explica que el teatro de posguerra sea un terreno poco propicio para las inquietudes renovadoras.Al igual que ocurría en el teatro anterior, vamos a encontrarnos con dos tipos de obras. De una parte, prosperan los autores de “diversión” intrascendente o conformista. De otra los autores serios se abrirán difícilmente camino en el teatro comercial. Y así, junto a un teatro “visible”, se habló de un teatro “soterrado”.Por lo demás, en el teatro posterior a la guerra pueden reconocerse unas etapas y unas tendencias paralelas a las que observamos en la novela y en la poesía.
El teatro de la posguerra. 40-50El teatro de postguerra estaba inmerso en una. No quedan figuras renovadoras. En las carteleras proliferan las comedias extranjeras; pero salvo excepciones, se trata de mediocres obras de diversión: eso es lo que pide un público burgués deseoso de olvidar problemas. Pero, como instrumento de diversión, el cine llevaba ventaja. Eso es otra razón de la crisis del teatro.Cabe destacar las siguientes líneas:A.-Un tipo de alta comedia en la línea del teatro benaventiano. En este sector se sitúan nombres como Pemán, Luca de Tena. Se trata de un teatro caracterizado por: Predominio de las comedias de salón o de los dramas de tesis: a veces una amables crítica de costumbres. Preocupación por la obra bien hecha, con un diálogo. B.-En el teatro cómico encontramos una de las facetas más interesantes de los últimos años: la línea que va de Jardiel Poncela a Mihura (Tres sombreros de copa).
Ambos presentan facetas que se han considerado precedentes del teatro del absurdo.C.-En una línea muy distinta, hay que situar el nacimiento de un teatro grave, preocupado, inconformista, que se inserta, al principio, en una corriente existencial. Buero Vallejo, y Alfonso Sastre. D.- Teatro en el exilio. Este teatro presenta novedades vanguardistas en sus obras. Destacamos a Rafael Alberti, Max Aub y Alejandro Casona.El teatro realista de protesta y denuncia. 50-60En esta etapa, los condicionamientos de nuestra producción dramática no experimentan cambios sustanciales, pero sí algunas variaciones. Así, junto al público burgués, ha aparecido un público nuevo –juvenil y universitario sobre todo- que pide otro teatro. Además, la censura se relaja levemente y tolera algunos enfoques críticos. El teatro de testimonio social tiene como pioneros a Buero y Sastre.La temática de estas obras es carácterística del teatro social. Todas abordan problemas muy concretos. Lo común sería el tema de la injusticia social y de la alienación. Y ante ello, la actitud del autor será de testimonio o de protesta. En cuanto a la estética y a la técnica, se dan en el Realismo, aunque con diversos matices. Junto a un Realismo directo y elemental (Rodríguez Méndez), el autor se apoya a veces en recursos y lenguaje de sainete (Lauro Olmo). Hay rasgos esperpénticos en Martín Recuerda..Tanto por su temática como por su actitud, estos autores representan el intento de crear un teatro comprometido con los problemas de esa España. La búsqueda de nuevas formas. 60-70Hacia 1970, otros dramaturgos se han lanzado a una renovación de la expresión dramática. Se supera el Realismo y se asimilan corrientes experimentales del teatro extranjero. Surge así una nueva vanguardia teatral. Entre sus representantes podemos distinguir a: José María Bellido, Luis Riaza, José Rubial.El contenido del nuevo teatro era tan crítico, por lo que siguieron estrellándose contra la censura; pero, además, su audacia formal los alejó de los escenarios convencionales.El caso más revelador es el de Fernando Arrabal (1932), quien optó por continuar su obra en el extranjero. Entre los que siguieron en España, el único caso de éxito rotundo es el de Antonio Gala. La temática gira en torno a la dictadura, la falta de libertad, la injusticia… Pero lo más nuevo es el tratamiento dramático: se desecha en enfoque realista para sustituirlo por enfoques simbólicos o alegóricos. Hay que destacar el papel ejercido por los grupos de teatro independiente. La renovación teatral sería inexplicable sin la labor de grupos como Los Goliardos, La Cuadra, Els Joglars, Els Comediants, Teatre Lluire. Mientras este teatro apenas tenía éxito de público, en los años 60 triunfó el teatro representado por la nueva comedia burguesa, que llega al más alto grado de evasión posible. El teatro desde 1970.El advenimiento de la democracia hizo concebir las mayores esperanzas. Las condiciones para el desarrollo del teatro mejoran sustancialmente. Se suprime la censura y la política teatral abre nuevos horizontes. No obstante, no se perciben cambios muy significativos. Antonio Buero Vallejo ha llevado a escena nuevas obras. Por el contrario Antonio Gala ha estrenado con regularidad durante varios años, cultivando un tipo de comedia bien hecha, muy ligada a los acontecimientos políticos. Abordan temas contemporáneos, habitualmente en tono de comedia, aunque, a veces, con ribetes trágicos. Entre ellos cabe citar a: Domingo Miras, José Sanchos Sinisterra, José Luis Alonso de Santos.
LOS TEXTOS LITERARIOS1.-INTRODUCCIÓN. El texto literario constituye un acto de comunicación que frente a los que son habituales en la comunicación ordinaria posee los siguientes caracteres: a)no desaparece apenas ha producido su efecto. B) No es el emisor quien tiene la iniciativa de empezar la comunicación sino el receptor quien la inicia y la interrumpe por propia decisión.C) El emisor no escribe para alguien en particular, sino para cualquier lector, de quien no espera respuesta, sino sólo atención. D) El emisor y el receptor no comparten el mismo contexto. 2.-CarácterÍSTICAS y RASGOS LINGÜÍSTICOS: Los principales rasgos que caracterizan la comunicación literaria son: inalterabilidad del contenido, falta de finalidad práctica, y naturaleza estética. Junto a ellos el lenguaje literario reúne las siguientes carácterísticas:1-La función fundamental de estos textos es la función poética, también denominada estética. Interesa no sólo qué se dice, sino cómo se dice. Esta función va acompañada de otras como la informativa, la expresiva o emotiva.2-El lenguaje literario es plurisignificativo: da lugar a muchas interpretaciones del texto, y puede sugerir tantos sentidos como lectura.3-es connotativo y valorativo. Las palabras se cargan de nuevos significados e invitan al lector a dar al texto un sentido que va mas allá de su significado habitual o denotativo. 4-Busca la originalidad y es muy elaborado: huye de expresiones gatadas, crea nuevas acepciones de las palabras, incorpora cultismos y recupera giros y voces populares.3.- RECURSOS LITERARIOS. El lenguaje literario se sirve de un código culto, superpuesto a la lengua común, en el que los significantes (forma) y los significados (contenido) se subordinan al fin creador y buscan el efecto poético que se evidencia en los denominados recursos literarios. La finalidad de estos recurso es causar extrañeza en el receptor.3.1.Recursos fónicos -aliteración. -la rima. -el ritmo.3.2. Recursos morfosintácticas. Tienen como finalidad resaltar los valores de palabras o sintagmas. Cambian o alteran el orden natural de la oración. -Hipérbaton: consiste en alterar el orden lógico de palabras en una frase u oración. -La repetición de un mismo tipo de estructura gramatical, que cuando es idéntica por su principio se denomina anáfora, cuando se repite la palabra final se denomina epífora, cuando se repite la primera y la última a la vez: epanadiplosis y cuando la palabra de final de verso es la misma que la que abre el siguiente anadiplosis. -Cuando se acumulan los términos encontramos: polisíndeton, enumeración, paralelismo. -También encontramos omisión de elementos: asíndeton, elipsis y zeugma. 3.3. Recursos léxico-semánticos. Tienen como finalidad trasladar el significado de las palabras. Se clasifican en dos grandes grupos: -figuras de pensamiento: hipérbole, pleonasmo, antítesis, paradoja, lítote, ironía, personificación, y apóstrofe. -tropos: metáfora, alegoría, símil o comparación, perífrasis, metonimia y sinestesia. 4.- LOS GÉNEROS LITERARIOS. Los géneros literarios son modelos estructurales o categorías formales que permiten agrupar y clasificar los textos atendiendo a un conjunto indivisible de rasgos de composición que atañen a la forma, estructura, temática, modos y tono del mensaje. Los principales géneros literarios son:4.1 El género lírico. El autor nos cuenta sus emociones, sentimientos, opiniones… En primera persona. Los elementos básicos del género lírico son: la subjetividad, la función expresiva o emotiva, la función poética y el verso. Las manifestaciones mas sobresalientes son: la canción, la égloga, la oda, la elegía y el himno.4.2. El género narrativo. El autor relata hechos reales o ficticios que sitúa en un espacio y un tiempo determinados. Los elementos básicos del género narrativo son: el autor crea un narrador que nos presenta a unos personajes que desarrollan una acción en una situación determinada espacio-temporal. La prosa es el canal más común de expresión. Las manifestaciones más sobresalientes son: la novela y el cuento. 4.3. El género dramático. El autor de un texto dramático no pretende que el receptor lo lea sino que lo vea representado. El dramaturgo cede su voz a los personajes, y convierte el acto de la escritura en un acto de comunicación oral al que añade gestos, movimientos escénicos e iluminación. El texto dramático se compone de dos partes diferenciadas: los diálogos de los personajes y las acotaciones del autor.