Federico García Lorca nació en 1898 en Fuente Vaqueros, Granada. Muy sensible a su posición privilegiada, tiene una visión crítica de la sociedad y reivindica una mejora de las condiciones de los trabajadores. Comenzó los estudios de Letras y Derecho aunque solo acabó los segundos y después ingresó en la Residencia de Estudiantes en Madrid, donde conoció a Dalí, Buñuel y otros artistas. En 1931 se funda la Barraca, una compañía teatral con la que se intentaron llevar las obras clásicas del teatro español al pueblo.
Lorca manifestó públicamente su apoyo al Frente Popular y cuando se produce la sublevación, que triunfa en Granda, es detenido y posteriormente fusilado. Entre las obras de Lorca destacan su libro de poesía “Poeta en Nueva York” y las obras de teatro “Yerma” y “Bodas de sangre”. /En esta obra, no queda ningún elemento de la tragedia griega, pero parece indudable que esta obra continua la línea del teatro poético lorquiano y, en consecuencia, no cabe ver el carácter realista que algunos críticos han adjudicado a la obra. Analicemos ahora tres planos importantes de la obra. /Plano simbólico: / Los símbolos constituyen uno de los pilares creadores en la producción dramática y lírica de Lorca. Dentro de la obra de Lorca, un mismo símbolo puede aludir a más de un campo; así por ejemplo, la luna se relaciona con la muerte, el erotismo la fecundidad y la belleza. Veamos algunos de los valores simbólicos más importantes: / Los nombre elegidos por Lorca tienen significados que concuerdan con la forma de ser del personaje. Poncia equivale Poncio Pilatos, que “se lavó las manos” y también es el ama, la gobernanta de la casa, Adela significa “de carácter noble”, Magdalena tiene tendencia llorar y Bernarda quiere decir “con fuerza o empuje de oso” y Alba “blanca” puede relacionarse con su obsesión por las apariencias. / Los objetos como el bastón de Bernarda que simboliza el poder, la autoridad o el abanico de flores y el vestido verde de Adela que son signos de su rebeldía y de su oposición a las normas emanadas del poder autoritario. El retrato de Pepe el Romano que tiene Angustias simboliza el deseo y la frustración de las hermanas y las flores en el pelo y la oveja de Mª Josefa, la rebeldía libertad y amor. La oveja puede entenderse como un signo de locura o al instinto materna. / El contraste que hay durante toda la obra entre el blanco, que simboliza la vida la alegría, el amor y la libertad y el negro que acentúa la tristeza el odio la represión y la muerte, es muy revelador. Las paredes, al igual que las sabanas los encajes para la boda y el caballo semental, son blancas, aunque van perdiendo intensidad durante la obra. En contraposición los trajes de luto, abanicos y los mantones que llevan Martirio y Bernarda son negros. / Los decorados de los tres actos coinciden en la sencillez y sobriedad de sus elementos. Los tres actos coinciden en la sobriedad y sencillez de sus elementos que tienden a fortalecer la sensación de monotonía y enclaustramiento. En el primer acto destaca la blancura de la habitación interior como expresión de un mundo de apariencias. Sus “muros gruesos” evitan que las cosas de dentro puedan salir al exterior y el mobiliario sugiere lo áspero, duro, donde se palpa la ausencia de calor de hogar. En el segundo acto se presentan menos detalles pero se nos habla de una habitación “blanca” no “blanquísima”. El tercer acto se sitúa en el patio interior de la casa, donde a penas hay luz porque es de noche, las paredes son blancas, ligeramente azuladas. / El espacio visible, la casa de Bernarda Alba es el lugar central de la obra. La casa simboliza el espacio cerrado, el lugar inhóspito en donde han de vivir recluidas encerradas las hijas de Bernarda. Por eso la casa recibe denominaciones peyorativas en boca de los personajes; es un infierno para Angustias, un convento y una casa de guerra para Poncia y un presidio para Adela./ El espacio aludido, el mundo exterior, el pueblo, el río, el olivar, el campo. La ventana y el corral constituyen los dos espacios aludidos de mayor interés ya que son lugares de encuentros con el mundo exterior y con los hombres. /Plano poético:/ En La casa de Bernarda Alba, el espacio simbólico está contemplado desde una dimensión poética. La hipérbola, la proliferación de metáforas e imágenes en el habla de los personajes, el dominio de la antítesis, etc. nos hablan de la poetización de la realidad. / En el habla de los personajes conviven rasgos del lenguaje coloquial con figuras literarias. Comparaciones como “Los segadores son como árboles quemados”, imágenes y metáforas como la identificación de de la casa con un convento o un presidio e hipérboles como “salía fuego de la tierra”./ En cuanto al lenguaje de los personajes podríamos distinguir el de Bernarda en el que predominan intervenciones rápidas secas y cortantes: ¡Vete!, ¡Contesta! ¡Nadie dirá nada! Angustias, Magdalena y Amelia se caracteriza por la monotonía y el tedio de las palabras, Martirio abusa de las amenazas y las insinuaciones y Adela se caracteriza por la fuerza y violencia verbal. El lenguaje de la Poncia es extremadamente rico y variado, es maestra en las insinuaciones. El lenguaje de Mª Josefa es una mezcla del lenguaje infantil y el habla perturbada. / El lenguaje poético va creciendo in crescendo, tendrá dobles valores, alusiones a otra cosa, dobles sentidos, de tal manera que las palabras se conviertan en símbolos, que no se expresan en poesía sino en prosa, cuya función es de alto valor poético teatral que va aumentando y acelerando con el paso de los actos. /Plano social: / Resulta obvio que Lorca tenía una gran conciencia social y que de verdad le preocupaban los problemas sociales. El subtítulo de la obra “Drama de mujeres en los pueblos de España” ha originado ciertos problemas, ya que no es un intento de representar las mujeres de todos los pueblos españoles. / Bernarda no es la representación de la vida normal, sino de una familia andaluza al margen. Existe una crítica social, pero no a toda la sociedad española ni andaluza. Bernarda no representa a España ni a su pueblo, sino que utiliza el código socio-moral del pueblo andaluz para imponer el odio y la represión. / Adela y Bernarda representan las fuerzas opuestas, la individualidad y la ley natural y la autoridad y la ley social, pero ellas no representan el bien y el mal. Bernarda es represiva y tiránica dentro de los límites sociales y Adela rompe las normas de la sociedad sabiendo lo que esto significa. Lorca estudia el problema moral y humano y critica las dos fuerzas pero lo que le interesa es la lucha entre ellas. Aunque Bernarda es la más patética de todas, todas tienen la culpa de la ruina de la casa, desde la lengua odiosa de la Poncia hasta las irónicas expresiones de la locura de la abuela. /
Lorca manifestó públicamente su apoyo al Frente Popular y cuando se produce la sublevación, que triunfa en Granda, es detenido y posteriormente fusilado. Entre las obras de Lorca destacan su libro de poesía “Poeta en Nueva York” y las obras de teatro “Yerma” y “Bodas de sangre”. /En esta obra, no queda ningún elemento de la tragedia griega, pero parece indudable que esta obra continua la línea del teatro poético lorquiano y, en consecuencia, no cabe ver el carácter realista que algunos críticos han adjudicado a la obra. Analicemos ahora tres planos importantes de la obra. /Plano simbólico: / Los símbolos constituyen uno de los pilares creadores en la producción dramática y lírica de Lorca. Dentro de la obra de Lorca, un mismo símbolo puede aludir a más de un campo; así por ejemplo, la luna se relaciona con la muerte, el erotismo la fecundidad y la belleza. Veamos algunos de los valores simbólicos más importantes: / Los nombre elegidos por Lorca tienen significados que concuerdan con la forma de ser del personaje. Poncia equivale Poncio Pilatos, que “se lavó las manos” y también es el ama, la gobernanta de la casa, Adela significa “de carácter noble”, Magdalena tiene tendencia llorar y Bernarda quiere decir “con fuerza o empuje de oso” y Alba “blanca” puede relacionarse con su obsesión por las apariencias. / Los objetos como el bastón de Bernarda que simboliza el poder, la autoridad o el abanico de flores y el vestido verde de Adela que son signos de su rebeldía y de su oposición a las normas emanadas del poder autoritario. El retrato de Pepe el Romano que tiene Angustias simboliza el deseo y la frustración de las hermanas y las flores en el pelo y la oveja de Mª Josefa, la rebeldía libertad y amor. La oveja puede entenderse como un signo de locura o al instinto materna. / El contraste que hay durante toda la obra entre el blanco, que simboliza la vida la alegría, el amor y la libertad y el negro que acentúa la tristeza el odio la represión y la muerte, es muy revelador. Las paredes, al igual que las sabanas los encajes para la boda y el caballo semental, son blancas, aunque van perdiendo intensidad durante la obra. En contraposición los trajes de luto, abanicos y los mantones que llevan Martirio y Bernarda son negros. / Los decorados de los tres actos coinciden en la sencillez y sobriedad de sus elementos. Los tres actos coinciden en la sobriedad y sencillez de sus elementos que tienden a fortalecer la sensación de monotonía y enclaustramiento. En el primer acto destaca la blancura de la habitación interior como expresión de un mundo de apariencias. Sus “muros gruesos” evitan que las cosas de dentro puedan salir al exterior y el mobiliario sugiere lo áspero, duro, donde se palpa la ausencia de calor de hogar. En el segundo acto se presentan menos detalles pero se nos habla de una habitación “blanca” no “blanquísima”. El tercer acto se sitúa en el patio interior de la casa, donde a penas hay luz porque es de noche, las paredes son blancas, ligeramente azuladas. / El espacio visible, la casa de Bernarda Alba es el lugar central de la obra. La casa simboliza el espacio cerrado, el lugar inhóspito en donde han de vivir recluidas encerradas las hijas de Bernarda. Por eso la casa recibe denominaciones peyorativas en boca de los personajes; es un infierno para Angustias, un convento y una casa de guerra para Poncia y un presidio para Adela./ El espacio aludido, el mundo exterior, el pueblo, el río, el olivar, el campo. La ventana y el corral constituyen los dos espacios aludidos de mayor interés ya que son lugares de encuentros con el mundo exterior y con los hombres. /Plano poético:/ En La casa de Bernarda Alba, el espacio simbólico está contemplado desde una dimensión poética. La hipérbola, la proliferación de metáforas e imágenes en el habla de los personajes, el dominio de la antítesis, etc. nos hablan de la poetización de la realidad. / En el habla de los personajes conviven rasgos del lenguaje coloquial con figuras literarias. Comparaciones como “Los segadores son como árboles quemados”, imágenes y metáforas como la identificación de de la casa con un convento o un presidio e hipérboles como “salía fuego de la tierra”./ En cuanto al lenguaje de los personajes podríamos distinguir el de Bernarda en el que predominan intervenciones rápidas secas y cortantes: ¡Vete!, ¡Contesta! ¡Nadie dirá nada! Angustias, Magdalena y Amelia se caracteriza por la monotonía y el tedio de las palabras, Martirio abusa de las amenazas y las insinuaciones y Adela se caracteriza por la fuerza y violencia verbal. El lenguaje de la Poncia es extremadamente rico y variado, es maestra en las insinuaciones. El lenguaje de Mª Josefa es una mezcla del lenguaje infantil y el habla perturbada. / El lenguaje poético va creciendo in crescendo, tendrá dobles valores, alusiones a otra cosa, dobles sentidos, de tal manera que las palabras se conviertan en símbolos, que no se expresan en poesía sino en prosa, cuya función es de alto valor poético teatral que va aumentando y acelerando con el paso de los actos. /Plano social: / Resulta obvio que Lorca tenía una gran conciencia social y que de verdad le preocupaban los problemas sociales. El subtítulo de la obra “Drama de mujeres en los pueblos de España” ha originado ciertos problemas, ya que no es un intento de representar las mujeres de todos los pueblos españoles. / Bernarda no es la representación de la vida normal, sino de una familia andaluza al margen. Existe una crítica social, pero no a toda la sociedad española ni andaluza. Bernarda no representa a España ni a su pueblo, sino que utiliza el código socio-moral del pueblo andaluz para imponer el odio y la represión. / Adela y Bernarda representan las fuerzas opuestas, la individualidad y la ley natural y la autoridad y la ley social, pero ellas no representan el bien y el mal. Bernarda es represiva y tiránica dentro de los límites sociales y Adela rompe las normas de la sociedad sabiendo lo que esto significa. Lorca estudia el problema moral y humano y critica las dos fuerzas pero lo que le interesa es la lucha entre ellas. Aunque Bernarda es la más patética de todas, todas tienen la culpa de la ruina de la casa, desde la lengua odiosa de la Poncia hasta las irónicas expresiones de la locura de la abuela. /