ESTILO LORCA:
El teatro de Lorca ataco duramente el teatro convencional de
su época. Desprecio también el teatro en verso y el de genero histórico pero
mostro siempre sus simpatías por formas del teatro marginal o popular como la
revista, vodevil…
El teatro de Lorca es un teatro que funde poesía y realidad y se va haciendo más evidente la función didáctica del teatro, teatro como instrumento mediante el cual se puede educar al público para modificar los comportamientos humanos y las estructuras sociales del país. Fue sin duda, una de las cumbres de la dramática española moderna.
Su obra dramática se divide en tres etapas:
1.Etapa inicial: de experimentación y tanteos vanguardista: teatro simbolista y modernista, el drama y la farsa, lo popular… Destacan aspectos infantiles, reveladores de una nostalgia de la inocencia perdida. Mariana Pineda, La zapatera prodigiosa.
2.Etapa vanguardista: crisis personal y estética. Destaca el influjo surrealista en obras como El público y Así que pasen cinco años.
3.Etapa de plenitud: Bodas de sangre, Yerma, La casa de BA. La cima de su teatro. Tienen en común el tratamiento de problemas sexuales, mujeres como protagonistas, muerte final y el campo andaluz de fondo.
Desde el punto de vista del estilo, destaca el empleo de verso y prosa, sobretodo en sus primeras obras. Progresivamente se va desarrollando el arte del diálogo ocupando la prosa mayor espacio.
En cuanto al lenguaje, conviven poesía y realidad que se alternan expresiones propias del habla popular con formas propias del lenguaje poético: símbolos, metáforas, comparaciones… El teatro de Lorca es denominado como un teatro poético.
Lorca estructura su teatro de manera clásica en tres actos divididas en presentación, nudo y desenlace correspondiendo cada uno de los actos a un espacio y tiempo diferente:
·Acto 1 habitación interior blanquísima, 12 de la mañana.
·Acto 2: habitación interior blanca, 3 de la tarde.
·Acto 3: patio interior de paredes blancas azuladas, noche.
El rasgo configurador del drama lo constituye el carácter cíclico, su estructura cíclica y repetitiva. Cada acto ofrece el mismo movimiento interno: Calma, conflicto y violencia. Los conflictos y la violencia van in crescendo en gradación hasta el suicidio final.
Los elementos que se usan son:
·El adverbio “ya” al comienzo de cada acto.
·¡silencio! Primera y última palabra de B
·Muerte al principio y final.
·RREPETICION DE TEMAS Y CONVERSACIONES
·Silencio al principio de los actos 1 y 3.
·Escenas domesticas al inicio del 2 y 3.
·Avisos, indicios y presagios del desenlace. Juego de oposiciones: temáticas, espaciales, temporales, cromáticos y lumínicos.
En toda la obra podemos distinguir entre texto dramático primario (lo que escuchan los espectadores en la representación de la boca de los actores) y texto dramático secundario (indicaciones que hace el autor para una mejor escena).
Las acotaciones nos proporcionan información esencial acerca de la puesta en escena y de la intención comunicativa del personaje. TIPOS: indicaciones ambientales y espaciales, lugares y decorados, indicaciones de vestuario y objetos, observaciones sobre el tiempo, aclaraciones sobre gestos y movimientos de los personajes, de entrada y salida de personajes, sugerencias de la intención comunicativa y al tono de voz.
Los apartes o palabras que dice un personaje pero que no son percibidas por su interlocutor solo se emplean en dos ocasiones: primer acto, mujeres del duelo/ segundo acto: Martirio: “eso es una mulilla sin desbravar” siempre utilizándolos para insultar.
Los monólogos se emplean solo en la intervención de la Criada al principio del primer acto dividido en dos partes: critica a Bernarda por su riqueza y al marido por su actuación con la misma/ lamenta la muerte de Antonio Mª Benavides.
Los diálogos son rápidos, incisivos y breves, de dos tipos: de exposición y respuesta breve/ de exposición larga y respuesta breve pudiéndose mezclar en los enfrentamientos en el acto 1.
En el lenguaje sobresalen los rasgos coloquiales: insultos, maldiciones y amenazas, algunos vulgarismos en boca de las criadas y la Poncia, como reflejo de su condición social, onomatopeyas, algunos ejemplos de habla rural y campesina (madre sin articulo), fórmulas de tratamiento, insinuaciones, alusiones, frases de doble sentido (Poncia cuando describe el conflicto a Bernarda).
Convive con exquisitas figuras retoricas como las comparaciones, imágenes y metáforas (casa como convento, infierno o presidio) hipérboles, paralelismos semánticos y símbolos. Estos últimos son uno de los pilares fundamentales de la obra. Un símbolo es un elemento físico que alude a una apariencia psíquica interna.
Caballo (pasión, deseo, instinto), Oveja (imagen del niño y fertilidad o sacrificio), Perro (sumisión o animalización), Árbol (fuerza y virilidad), Flores (amor, relación sexual, pasión), Luna (muerte, erotismo), Sol (vida, alegría), Agua (rio=vida y erotismo, pozo=muerte), color blanco (vida, alegría, libertad, amor), negro (tristeza, prisión, muerte), verde (rebeldía o muerte).
Cabe destacar la manera de hablar de los personajes. Bernarda
interviene rápida, seca y cortantemente, con parámetros autoritarios, bruscos y
agresivos. Se sirve de imperativos e interrogativos, es decir, de la función
apelativa: imperativos, sustantivos con valor de orden, que+ presente
subjuntivo, preguntas inquisitivas, locuciones adverbiales, presente de
mandato, futuro de mandato e infinitivo en lugar de imperativo.
Angustias, Magdalena y Amelia se caracterizan por la monotonía y el tedio de sus palabras. Martirio abusa de las amenazas e insinuaciones. Adela se caracteriza por la fuerza y la violencia verbal: empleo de imperativos y frases cortantes y enérgicas. El lenguaje de la Poncia es extremadamente rico y variado: lenguaje popular, insinuaciones, provocaciones, sentido del humor y lenguaje dotado de encanto poético. Por último, Mª Josefa es una mezcla entre lenguaje infantil y habla perturbada; disparates y juegos lingüísticos absurdos, expresiones infantiles y sentencias graves.