Trata de un autor que no esta en sus mejores momentos pues no ha escrito demasiados libros y hace bastante tiempo que no escribe. Ahora mismo está trabajando en un periódico, del cual no se menciona el nombre, y trabaja como columnista y entrevistador en la sección de cultura, y aparte de hacer una de las cosas que le gusta gana algo de dinero
.Todo empieza con una entrevista que tiene que hacer Javier Cercas (Autor y protagonista de la novela) a un señor llamado Rafael Sánchez Ferlosio hijo de Rafael Sánchez Mazas (el otro protagonista de la novela). Así es como Javier Cercas se interesa por la historia de Rafael Sánchez Mazas en intenta averiguar todo lo que pueda y escribir un relato real.
Toda esta novela se a podido crear gracias a las entrevistas que se le a hecho a mucha gente que han vivido o les gusta saber cosas de la guerra como Jaume Figueras, Miguel Aguirre, Trapiello, María Ferré y sus padres, etc, etc. Cuenta que Rafael Sánchez Mazas fue detenido por ser uno de los mayores falangista de la época y el cual pertenecía a Partido de la Falange. Fue descubierto y detenido en Barcelona con unos cuantos mas falangistas y demás gente importante como médicos, abogados, curas, etc. Todas estas personas estuvieron un tiempo entre rejas compartiendo celda, comida, cama, conversaciones, y demás cosas que hacían por obligación, despistarse de su rutina u olvidarse
Un trágico día Líster (General de su pelotón) mando fusilar a todos estos presos. Los llevaron a una selva o bosque y allí se prepararon todos para ser fusilados, porque ellos sabían que eso no era un paseo por el prado si no que venían aquí para terminar su vida.
Los soldados se prepararon y a la voz de comandante abrieron fuego aniquilando a los que podían. Solamente escaparon dos personas una era Rafael Sánchez Mazas y la otra era Jesús Pascual Aguilar. Sánchez Mazas corrió al bosque, no pudo llegar muy lejos por estar mal alimentado, fatiga, era miope y no veía muy bien, así que se escondió en el primer sitio que encontró y se que quedó refugiado allí durante el tiempo que pudo. En un abrir y cerrar de ojos un miliciano se le plantó en la espalda y se le quedó mirando fijamente, Sánchez Mazas hizo lo mismo pues se quedó atónito viendo si iba a dispararle o a detenerlo pero de repente el miliciano actúo como despistado y dijo que él no había visto nada. Sánchez Mazas siempre le estuvo agradecido a ese miliciano que no le delató en el bosque, pero nunca supo quien era ni porque le perdonó la vida, que es una de las mayores incógnitas de toda la novela por no decir que la que se desea desvelar. Sánchez Mazas después de sobrevivir a aquel tormento intentó escapar de todo cuanto quisiera detenerle pues estuvo vagando por todo el bosque durante días y sin comer. Hasta que encontró una casita donde vivía un familia normal y corriente en la cual le dieron de comer y ponerse un poco al fuego. En esta casa vivía María Ferré con sus padres y Sánchez Mazas les pidió un poco de hostilidad para descansar. El padre de María le dijo que en su casa no porque no querían correr peligros pero que había un acabaña que estaba abandonada en mitad del bosque que se podía quedar allí y ellos le llevaban algo de comida Sánchez Mazas les dio las gracias y partieron hacia la casa. Allí estuvo bastante tiempo refugiado asta que conoció a un par de hermanos y un chaval más. Los tres eran muy jóvenes e iban uniformados con un traje de combatientes. Se llamaban Pedro y Joaquín Figueras y Daniel Angelats
Estuvieron hablando de muchísimas cosas. Con el mejor que se llevaba o el que más hablaba Sánchez Mazas era con el hermano mayor de los Figueras, Pedro y también estuvieron conviviendo todos en el Mas de la Casa Nova en Pigem de Cornellá, que era como se llamaba el granero donde estaban refugiados. Entre los tres jóvenes y Sánchez Mazas hicieron un trato que era: si lo protegían hasta llegar a Barcelona él los recompensaría después y estos aceptaron el trato. Pues bien a la mañana siguiente partieron los cuatro desde la casa de María Ferré porque Sánchez Mazas quería despedirse de toda la familia y agradecerles todo lo que habían hecho por él y que si algún día necesitaban su ayuda que se le pidieran inmediatamente y él los ayudaría. Una vez dicho esto los tres partieron hacia Cam Pigem donde vivían los dos hermanos y allí lo protegieron hasta que llegó un transporte con un hueco para Sánchez Mazas y que se dirigía a Barcelona. Justo en la ventanilla del jeep se despidió de los hermanos Figueras y Angelats sin tiempo para despedirse también de la familia de éstos cuyas personas se habían portado tan bien con ellos. De nuevo allí en Barcelona se unió la Falange de la Quinta Columna e hizo todo lo que estaba en su mano para seguir con su trabajo anterior antes de que ocurriera todo lo pasado
. Contado todo esto por las entrevistas que había consultado se dispuso, Javier Cercas, a escribir un libro de relato real no como las demás que se había inventado sino una cosa que había ocurrido y que todas las personas se enteraran de lo que había ocurrido. Pero el todavía no quería publicarlo ya que sentía que le faltaba algo al relato real y no le hacían gracia presentarlo sin terminarlo bien y en condiciones. Lo que le faltaba era la chispa de saber quien era el miliciano que salvó la vida a Sánchez Mazas y como no la tenía abandonó el relato. Hasta que un día tuvo que hacerle un entrevista a un escritor llamado Bolaño un sudamericano que vivió la guerra de aquí y la de su país. En la entrevista surgió la conversación de las guerras y le comentó a Bolaño lo de su relato real y que le faltaba su chispa, entonces Bolaño le encomendó a una persona que lo había vivido perfectamente y que el conocía de hace muchos años, seguro que él sabe algo, se llamaba Miralles, pero no tenía su teléfono ni su dirección como para encontrarlo lo único que tenía era su nombre y donde se alojaba
.Cuando se encontraron en la residencia estuvieron charlando durantes horas y horas sobre comentarios de las guerras donde él había estado y sobre Sánchez Mazas, del cual Miralles le contó la historia que él había vivido con Sánchez Mazas. Estuvieron conversando en el jardín de la resindecia, en su habitación, en el salón de estar, etc. Al fin y al cabo Cercas le comentó por todo lo que él sabía sobre Miralles, la vida de Sánchez Mazas y la guerra civil y su relato real. Le preguntó a Miralles si era él el miliciano que le salvó la vida a Sánchez Mazas, por lo cual el contestó con una sonrisita y le dijo que no, aunque cercas no se dio por vencido porque algo le daba que si era pero no lo diría. Después de tanta conversación y todo lo que habían vivido juntos en esos momentos Javier Cercas se tenía que marchar porque su tren salía hoy para Barcelona así que salieron para afuera porque Miralles le quería despedir. Cuando llegó el taxi y se disponía a montarse en él Miralles le pidió que si por favor le daba un abrazo de despedida porque hacía mucho tiempo que no abrazaba a nadie así que lo hicieron y se montó en el taxi se despidieron casi con las lágrimas en los ojos pero antes de irse le volvió a preguntar a Miralles que si era él aquel miliciano y le contestó que no con otra sonrisa
.Cuando Javier Cercas llegó a Barcelona se dispuso a continuar su libro sin decir nunca verdaderamente quien era el miliciano que le salvó la vida a Sánchez Mazas, pero si lo dijo como con segundas, también mencionó a Miralles y a sus colegas de tropas durante la guerra para que nunca murieran del todo y siempre la gente los recordara cada vez que leían este relato real.
.Todo empieza con una entrevista que tiene que hacer Javier Cercas (Autor y protagonista de la novela) a un señor llamado Rafael Sánchez Ferlosio hijo de Rafael Sánchez Mazas (el otro protagonista de la novela). Así es como Javier Cercas se interesa por la historia de Rafael Sánchez Mazas en intenta averiguar todo lo que pueda y escribir un relato real.
Toda esta novela se a podido crear gracias a las entrevistas que se le a hecho a mucha gente que han vivido o les gusta saber cosas de la guerra como Jaume Figueras, Miguel Aguirre, Trapiello, María Ferré y sus padres, etc, etc. Cuenta que Rafael Sánchez Mazas fue detenido por ser uno de los mayores falangista de la época y el cual pertenecía a Partido de la Falange. Fue descubierto y detenido en Barcelona con unos cuantos mas falangistas y demás gente importante como médicos, abogados, curas, etc. Todas estas personas estuvieron un tiempo entre rejas compartiendo celda, comida, cama, conversaciones, y demás cosas que hacían por obligación, despistarse de su rutina u olvidarse
Un trágico día Líster (General de su pelotón) mando fusilar a todos estos presos. Los llevaron a una selva o bosque y allí se prepararon todos para ser fusilados, porque ellos sabían que eso no era un paseo por el prado si no que venían aquí para terminar su vida.
Los soldados se prepararon y a la voz de comandante abrieron fuego aniquilando a los que podían. Solamente escaparon dos personas una era Rafael Sánchez Mazas y la otra era Jesús Pascual Aguilar. Sánchez Mazas corrió al bosque, no pudo llegar muy lejos por estar mal alimentado, fatiga, era miope y no veía muy bien, así que se escondió en el primer sitio que encontró y se que quedó refugiado allí durante el tiempo que pudo. En un abrir y cerrar de ojos un miliciano se le plantó en la espalda y se le quedó mirando fijamente, Sánchez Mazas hizo lo mismo pues se quedó atónito viendo si iba a dispararle o a detenerlo pero de repente el miliciano actúo como despistado y dijo que él no había visto nada. Sánchez Mazas siempre le estuvo agradecido a ese miliciano que no le delató en el bosque, pero nunca supo quien era ni porque le perdonó la vida, que es una de las mayores incógnitas de toda la novela por no decir que la que se desea desvelar. Sánchez Mazas después de sobrevivir a aquel tormento intentó escapar de todo cuanto quisiera detenerle pues estuvo vagando por todo el bosque durante días y sin comer. Hasta que encontró una casita donde vivía un familia normal y corriente en la cual le dieron de comer y ponerse un poco al fuego. En esta casa vivía María Ferré con sus padres y Sánchez Mazas les pidió un poco de hostilidad para descansar. El padre de María le dijo que en su casa no porque no querían correr peligros pero que había un acabaña que estaba abandonada en mitad del bosque que se podía quedar allí y ellos le llevaban algo de comida Sánchez Mazas les dio las gracias y partieron hacia la casa. Allí estuvo bastante tiempo refugiado asta que conoció a un par de hermanos y un chaval más. Los tres eran muy jóvenes e iban uniformados con un traje de combatientes. Se llamaban Pedro y Joaquín Figueras y Daniel Angelats
Estuvieron hablando de muchísimas cosas. Con el mejor que se llevaba o el que más hablaba Sánchez Mazas era con el hermano mayor de los Figueras, Pedro y también estuvieron conviviendo todos en el Mas de la Casa Nova en Pigem de Cornellá, que era como se llamaba el granero donde estaban refugiados. Entre los tres jóvenes y Sánchez Mazas hicieron un trato que era: si lo protegían hasta llegar a Barcelona él los recompensaría después y estos aceptaron el trato. Pues bien a la mañana siguiente partieron los cuatro desde la casa de María Ferré porque Sánchez Mazas quería despedirse de toda la familia y agradecerles todo lo que habían hecho por él y que si algún día necesitaban su ayuda que se le pidieran inmediatamente y él los ayudaría. Una vez dicho esto los tres partieron hacia Cam Pigem donde vivían los dos hermanos y allí lo protegieron hasta que llegó un transporte con un hueco para Sánchez Mazas y que se dirigía a Barcelona. Justo en la ventanilla del jeep se despidió de los hermanos Figueras y Angelats sin tiempo para despedirse también de la familia de éstos cuyas personas se habían portado tan bien con ellos. De nuevo allí en Barcelona se unió la Falange de la Quinta Columna e hizo todo lo que estaba en su mano para seguir con su trabajo anterior antes de que ocurriera todo lo pasado
. Contado todo esto por las entrevistas que había consultado se dispuso, Javier Cercas, a escribir un libro de relato real no como las demás que se había inventado sino una cosa que había ocurrido y que todas las personas se enteraran de lo que había ocurrido. Pero el todavía no quería publicarlo ya que sentía que le faltaba algo al relato real y no le hacían gracia presentarlo sin terminarlo bien y en condiciones. Lo que le faltaba era la chispa de saber quien era el miliciano que salvó la vida a Sánchez Mazas y como no la tenía abandonó el relato. Hasta que un día tuvo que hacerle un entrevista a un escritor llamado Bolaño un sudamericano que vivió la guerra de aquí y la de su país. En la entrevista surgió la conversación de las guerras y le comentó a Bolaño lo de su relato real y que le faltaba su chispa, entonces Bolaño le encomendó a una persona que lo había vivido perfectamente y que el conocía de hace muchos años, seguro que él sabe algo, se llamaba Miralles, pero no tenía su teléfono ni su dirección como para encontrarlo lo único que tenía era su nombre y donde se alojaba
.A
Javier Cercas le costó mucho encontrar a Miralles, aunque también le ayudó Conchi (su novia). Por fin lo encontró y se fue a verle y a hablar de cosas sobre la guerra civil de España. Miralles era un combatiente de guerras pues estuvo en muchas y las consiguió sobrevivir a todas, aunque una de las veces le explotó una mina en el costado izquierdo y por eso tienes una cicatriz enorme en todo el costado desde el ojo hasta el pie, pero ahora era un anciano y lo único que le quedaba era su historia y su residencia.Cuando se encontraron en la residencia estuvieron charlando durantes horas y horas sobre comentarios de las guerras donde él había estado y sobre Sánchez Mazas, del cual Miralles le contó la historia que él había vivido con Sánchez Mazas. Estuvieron conversando en el jardín de la resindecia, en su habitación, en el salón de estar, etc. Al fin y al cabo Cercas le comentó por todo lo que él sabía sobre Miralles, la vida de Sánchez Mazas y la guerra civil y su relato real. Le preguntó a Miralles si era él el miliciano que le salvó la vida a Sánchez Mazas, por lo cual el contestó con una sonrisita y le dijo que no, aunque cercas no se dio por vencido porque algo le daba que si era pero no lo diría. Después de tanta conversación y todo lo que habían vivido juntos en esos momentos Javier Cercas se tenía que marchar porque su tren salía hoy para Barcelona así que salieron para afuera porque Miralles le quería despedir. Cuando llegó el taxi y se disponía a montarse en él Miralles le pidió que si por favor le daba un abrazo de despedida porque hacía mucho tiempo que no abrazaba a nadie así que lo hicieron y se montó en el taxi se despidieron casi con las lágrimas en los ojos pero antes de irse le volvió a preguntar a Miralles que si era él aquel miliciano y le contestó que no con otra sonrisa
.Cuando Javier Cercas llegó a Barcelona se dispuso a continuar su libro sin decir nunca verdaderamente quien era el miliciano que le salvó la vida a Sánchez Mazas, pero si lo dijo como con segundas, también mencionó a Miralles y a sus colegas de tropas durante la guerra para que nunca murieran del todo y siempre la gente los recordara cada vez que leían este relato real.