El mañana efímero figuras literarias

Machado, dentro de las tendencias de los intelectuales de su momento, propuso como una manera de entender la crisis de España la idea de dos Españas. Una cobarde,anémica , mas preocupada por las viejas glorias de su pasado, resignada a su decadencia y refugiada en la religión y la soberbia ignorancia.Otra por venir, vinculada a ese pasado(“pasado macizo de la raza”)pero no inmovilista sino activa que redimirá a la otra sin concesiones (“implacable y redentora”).

Esta idea de las dos Españas parece tener plena vigencia hoy en día, y lo podemos comprobar claramente en nuestro actual sistema político “bipartidista”. Existen dos partidos mayoritarios que parecen o pretenden representar a esas dos Españas que enfrenta el poeta sevillano: una altamente conservadora; y otra liberal, progresista. Para Machado esta lucha entre las dos Españas debería romperse con la victoria de la España que reconstruye el paíscon esfuerzo y contrabajo.
Relacionado con la actual situación, en la que estamos sufriendo las consecuencias de la gran crisis económica mundial, que parece haber hecho que se tambaleen las estructuras sociales, políticas, económicas…, podríamos proponer seguir la solución que da el texto, deberíamos abogar por el trabajo duro y por acabar con los hipócritas que pretenden vivir cómodamente y disfrutar la fiesta, el bullicio, la falsa devoción. Si el trabajo dignifica, trabajemos y obtengamos nuestro beneficio a travésdel esfuerzo, que parece el único camino posible.
El dinero fácil, la riqueza como premio, no parecen una salida lógica .La suerte no debería condicionar nuestro futuro, deberíamos basarlo en algo más estable, como pretende Machado en este texto. Solo así será posible un futuro sólido, conbase en un presente estable .
Por lo tanto, nos atreveríamos a decir que su mensaje conserva todo su vigor y, de hecho, en unos tiempos en los que se habla permanentemente del valor del trabajo y del esfuerzo ,hace que nos preguntemos si hemos superado ya ese efímero mañana o si todavía nos queda por recuperar bastante de esa España de la rabia y de la idea que tan bien supo describir.


“El mañana efímero” es uno de los poemas más conocidos de Antonio Machado y se encuentra incluido en una de las, a su vez, obras más representativas del poeta sevillano: “Campos de Castilla”(1912).
Antonio Machado Fue, sin duda, uno de los poetas más influyentes en la España del s. XX y, junto con Juan Ramón Jiménez, representa el punto más alto en la poesía de los inicios de siglo.
Como poeta, Antonio Machado, atraviesa por diversas etapas y aborda distintos temas. En“Soledades, Galerías y otros poemas” (1907) encontramos composiciones en la línea del modernismo simbolista, en las que trata los temas del paso del tiempo (Tempus fugit), la melancolía, Dios y, sobre todo, la muerte, una constante en su obra
.“Campos de Castilla” es una obra de 1912. Por entonces, Antonio Machado se encuentra en Soria, donde ha conocido a la que será su mujer, Leonor. Tras el noviazgo, se casa; en 1912 coinciden la publicación de esta obra y la muerte de su joven esposa, víctima de la tuberculosis. A continuación, se traslada a Baeza, donde amplía su obra con poemas dedicados a su esposa hasta la edición de 1917
.Esta obra contiene los temas anteriormente citados, a los que se unen poemas dedicados a la muerte de su mujer (Leonor), otros en los que toca el tema de Castilla como representación del pasado glorioso de España, algunos de índole filosófica o religiosa y finalmente, otros en los que trata la forma de ser de los españoles. Es con este último con el que se relaciona el poema que nos incumbe.
La idea que de nuestro país se extrae de “Campos de Castilla” es ante todo crítica. Hay que considerar que, hacia la época en la que compone esta obra, Machado ha evolucionado como poeta, alejándose del denominado modernismo canónico para acercarse el simbolismo y sobre todo a cierto > muy del gusto de la Generación del 98. No extraña, pues, que por ejemplo a partir de las descripciones del paisaje castellano podamos hallar reflexiones sobre la realidad colectiva española, denuncias del atraso y de la pobreza de la España de su tiempo e, incluso, reflexiones generales sobre la condición humana. “El mañana efímero” critica la sociedad española de entonces, que asiste indecisa a un continuo proceso de depauperación. Así como representa el anhelo de una nueva juventud que logre cambiar dicha situación.
El poema que tratamos de comentar se centra en el tema de la forma de ser de los españoles. No aparecen, en esta ocasión, alusiones al paisaje real castellano que nos permitan extraer lecturas metafóricas o simbólicas sobre el carácter de lo español. No hay Dueros, encinas, choperas, Guadarramas o Moncayos. Tampoco, pueblos en ruinas o decrépitos, ni páramos severos. El poeta, por el contrario, presenta claramente ahora su visión de España, de sus defectos (ya existentes) y de sus virtudes (sobre todo de las que están por llegar). En este sentido, el poema presenta una escala temporal en la que se insertan las críticas del poeta (hacia el inmediato ayer y hacia el presente) y sus esperanzas (basadas en las virtudes eternas del pasado y de la raza que han de recuperarse para el futuro).
Como ya hemos podido entrever en las líneas arriba expuestas, Machado se sirve de numerosos recursos poéticos para intensificar el valor de sus palabras y reforzar la imagen antitética que estructura el texto en dos partes claramente diferenciadas: la España hueca del presente (vv.1-34) y la España redentora del futuro (vv. 35-42).
Existen, además, numerosas figuras de carácter semántico como símiles y metáforas que sirven para describir paródicamente la España de la que reniega (“España de charanga y pandereta, España inferior que ora y bosteza”) o para reforzar la imagen de aquella que desea (“España del cincel y de la maza, España que alborea / con un hacha en la mano vengadora / España de la rabia y de la idea”). La metáfora antitética del atardecer y del amanecer (figura semántica que consiste en citar una cosa con el nombre de otra con la que mantiene alguna relación) también refuerza esa idea de lo que se va sin remisión y lo que está por llegar. Tal antítesis (tropo consistente en la oposición de términos o expresiones con significado opuesto, por tanto, de carácter semántico) se encuentra en los versos siguientes: “como la nausea de un borracho ahíto / de vino malo, un rojo sol corona de heces turbias las cumbres de granito… En la tarde pragmática y dulzona / más otra España nace, del pasado macizo de la raza. / una España implacable y redentora / España que alborea…”.
Otras referencias de carácter semántico y de orden metonímico (el todo por la parte) sirven también para que el poeta nos avise sobre algunos aspectos: María y la sacristía simbolizan el amplio mundo de la Iglesia católica; Frascuelo, al mundo taurino; las sagradas formas y maneras representan todo lo que de vetusto y caduco estima que perdura en la España de su tiempo; las calvas sobre las calaveras dan idea de lo muertos en vida que ya están sus poseedores, sus coetáneos…
En realidad, todo el poema presenta esquemas paralelísticos (figuras retóricas consistentes en la repetición de la misma estructura sintáctica a lo largo de distintos versos o estrofas), muchos de ellos de orden antitético, otros simplemente redundantes en la misma idea. El pasado vacío es descrito doblemente, dos veces se afirma la inutilidad del vano ayer para engendrar un hueco mañana; dos son las Españas inferiores, etc.
Por otro lado, no podemos finalizar este apartado sin mencionar el hábil uso que del tiempo interior del poema realiza Antonio Machado. Es sabido que el tema del tiempo representa, una de las principales preocupaciones del poeta. Para él, todo transcurre en el tiempo y el tiempo no para de transcurrir (tempus fugit). El escritor es consciente de este paso y ello le lleva también a preocuparse por los problemas de su época, de su tiempo. En “El mañana efímero” se hace referencia a esta cuestión: un mañana que será vacuo dada su vaciedad. Junto a tal futuro efímero, existen un ayer próximo y un hoy igualmente vanos que se oponen a un pasado sólido y macizo y que, a su vez, representa una esperanza para el futuro, un futuro ya no efímero sino firme y consistente. Por consiguiente, hay que conjugar todas estas referencias temporales para acceder a todo el sentido que encierra el poema machadiano.
Así pues, en esta silva compuesta por 42 versos de rima consonante en la que la mayoría (39) son endecasílabos y el resto (3) son heptasílabos, Machado aborda una de sus principales preocupaciones, en concreto, su preocupación por la España de su época. Podemos decir sin temor a equivocarnos que, influenciado por su formación en la ILE (Institución Libre de Enseñanza), Machado muestra a lo largo de toda su obra, pero principalmente en “Campos de Castilla”, una gran preocupación por dicha cuestión y un hondo deseo reformista que canalice las soluciones a la situación caótica en la que se encuentra la España de su tiempo

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