MESTER DE JUGLARÍA: LA ÉPICA
La épica clásica resurge en las epopeyas del Siglo de Oro. La épica medieval es de carácter popular; la del Renacimiento y Barroco es culta.
Cantares de gesta
Son las primeras manifestaciones de la épica medieval. Según Menéndez Pidal, tienen su origen en unos cantos que los bárbaros solían entonar antes de las batallas para infundirse ánimos y en los que evocaban las hazañas de sus antepasados. Los visigodos conservaron esa costumbre.
La palabra cantar se refiere a relatos de hechos y acontecimientos destinados al canto o a la recitación, y difundidos por los juglares. Estos poemas tienen un carácter informativo y noticiero, del que se deriva el realismo.
El término gesta alude a las hazañas protagonizadas por individuos.
Métrica de los cantares de gesta
Sus versos se agrupan en largas tiradas monorrimas de extensión variable y rima irregular (normalmente asonante).
Lengua y estilo de los cantares de gesta
Al recitar los poemas, los juglares emplean indistintamente rasgos propios de la épica y recursos propios de la lengua hablada.
Evolución de los cantares de gesta
Cuatro etapas en el desarrollo de los cantares de gesta:
- Época de formación. Desde los orígenes hasta 1140. Los cantares se han perdido.
- Época de plenitud. Desde 1140 hasta 1236. Los cantares son más extensos y se aprecia la influencia de la épica francesa.
- Época de las prosificaciones. Desde 1236 hasta 1350. Las gestas se convierten en indispensables fuentes de información para los historiadores medievales que las prosifican incluyéndolas en sus crónicas.
- Época de decadencia. Desde 1350 hasta 1480. Un doble proceso afecta a los grandes poemas épicos: unas veces se novelan; otras, se fragmentan y dan lugar a los romances.
POEMA DE MIO CID
Constituye la más antigua manifestación de nuestra literatura.
Fecha de composición y autoría
Se conserva en un manuscrito de principios del siglo XIV; otros investigadores, estiman que es de finales del siglo XII o principios del XIII.
Se ignora quién fue su autor. Menéndez Pidal sostuvo que el Poema es obra de dos autores: de San Esteban de Gormaz y de Medinaceli.
Argumento, tema y estructura
El Poema exalta la figura del héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, que, desterrado por el rey Alfonso VI, marcha de Castilla y conquista la ciudad de Valencia. Posteriormente se reconcilia con el monarca y termina casando a sus hijas con los infantes de Navarra y Aragón.
El tema de la obra es el proceso de engrandecimiento del héroe que, desde una situación inicial deshonrosa (el destierro), consigue la recuperación de su honra y el máximo encumbramiento social.
El Poema de Mío Cid consta de tres partes:
- El Cantar del destierro nos relata cómo el Cid abandona Castilla por orden del rey, se adentra en tierra de moros y consigue sus primeras victorias.
- El Cantar de las bodas refiere la conquista de Valencia, el reencuentro con su familia en dicha ciudad y el casamiento de sus hijas con los infantes de Carrión.
- El Cantar de la afrenta de Corpes narra el ultraje que sufre el Cid en las personas de sus hijas, humilladas y abandonadas por sus respectivos esposos, y la posterior reparación en las cortes de Toledo; finaliza el cantar con el anuncio del matrimonio de sus hijas con los infantes de Navarra y Aragón.
La métrica
El Poema de Mío Cid muestra una clara irregularidad métrica. Sus versos no están agrupados en estrofas sino en tiradas monorrimas. Los versos constan de dos hemistiquios de 6 a 8 sílabas cada uno. La rima es asonante pero presenta continuas anomalías.
Valores artísticos
Destaca su realismo: el Poema refleja la organización social y las costumbres de la época; refiere sucesos y menciona personajes que son verídicos; describe con exactitud los distintos escenarios en los que transcurre la acción. Cabe mencionar también la fuerte unidad de la obra en torno al tema central; la maestría con que el autor traza los caracteres; y la finura y sutileza con que se introduce el elemento humorístico.
En el Poema de Mío Cid se refleja el espíritu de todo un pueblo, involucrado en una empresa común (la Reconquista) y que proyecta en el héroe sus cualidades identificadoras (amor a la familia, lealtad al rey, generosidad, religiosidad…). En el retrato de esa colectividad, es donde se manifiesta el carácter nacional del poema.
EL MESTER DE CLERECÍA
La obra de un grupo de escritores de los siglos XIII y XIV que utilizan el tetrástrofo monorrimo o cuaderna vía. Se llama mester de clerecía porque es cultivado por clérigos.
Temas
Guiados por un afán didáctico-moral, los escritores del mester de clerecía divulgan temas eruditos que proceden del patrimonio cultural del occidente europeo.
Métrica
El mester de clerecía se caracteriza por la regularidad métrica:
- La organización estrófica. Los poemas están estructurados en estrofas: cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo (estrofa de cuatro versos monorrimos).
- El empleo del verso regular, de catorce sílabas (alejandrino), dividido en dos hemistiquios de siete sílabas cada uno.
- El uso de la rima consonante en todos los versos.
Estilo
El carácter culto de esta escuela determina la preferencia por un estilo en el que alternan:
- El lenguaje popular.
- Un lenguaje elevado que intenta acercar la obra literaria a las grandes creaciones en lengua latina.
Primer periodo: siglo XIII. Gonzalo de Berceo
En la sociedad estamental-feudal del siglo XIII, se difunden temas clásicos, novelescos, épico-nacionales y religiosos.
Precisamente de carácter religioso son las obras de Gonzalo de Berceo, el primer poeta de nuestra literatura. Son de tres clases:
- Hagiográficas (sobre vidas de santos).
- Mariológicas (sobre la Virgen María).
- Litúrgicas (sobre ceremonias de culto).
Segundo periodo: siglo XIV. El Arcipreste de Hita
En la sociedad burguesa-materialista del siglo XIV, y con una visión realista de la vida, el sentido didáctico y moralizador del mester de clerecía se impregna de un tono satírico.
La obra más importante del mester de clerecía es el Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita. Se trata de una obra de sumo interés por sus valores artísticos y por constituir un rico mosaico donde se dan cita los más variados temas y tendencias culturales de la Edad Media española.
Libro de Buen Amor
- Tema. El eje temático del libro es el amor, entendido en su dimensión humana y en la divina.
- Argumento y estructura. Forman la obra una sucesión de fingidas aventuras amorosas protagonizadas por el propio poeta. Este relato autobiográfico es el núcleo argumental del libro.
- Métrica. El Arcipreste de Hita emplea la cuaderna vía. A veces, sustituye el metro alejandrino (catorce sílabas) por el de dieciséis sílabas. En sus composiciones líricas recurre al verso de arte menor, que da lugar a variadas unidades estróficas, entre las que destaca el zéjel.
Propósito. Por lo que se refiere a la intención de la obra, la crítica ha señalado repetidamente su ambigüedad. El mismo nombre (Libro de Buen Amor) podría referirse al amor humano o al amor divino
LA LÍRICA CULTA: LA POESÍA DE CANCIONERO
Llamamos poesía de Cancionero al conjunto de composiciones pertenecientes a poetas vinculados a la corte y recopiladas en amplias antologías (Cancioneros).
De la variada gama de temas que trata destacaremos tres: el amor, la reflexión moral y la sátira.
El amor. La lírica amorosa al estilo provenzal
En la poesía amorosa castellana del siglo XV confluyen la tradición provenzal directa, irradiaciones (que espiritualizan el sentido del amor de los trovadores provenzales) y ecos.
Todos esos ingredientes configuraron un modelo de poesía amatoria cuyos rasgos identificadores son reserva y contención verbal, abundancia de alegorías y personificaciones de ideas, aislamiento emocional, un cierto gusto por el alarde de ingenio y la improvisación.
En ese mundo cortesano no podían faltar las tres grandes personalidades literarias del XV: el marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique.
La reflexión moral: las Coplas de Jorge Manrique
La obra más representativa de esta tendencia poética es Coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique. Poema didáctico-moral en el que el autor, tras la muerte del maestre don Rodrigo Manrique, evoca y ensalza su figura.
Métrica
Emplea la llamada copla manriqueña, variedad estrófica de doce versos agrupados en dos sextillas de pie quebrado. Los versos son octosílabos. La rima es consonante.
Estructura
La obra se divide en tres partes:
- La primera, consiste en una exposición doctrinal. Establece unas reflexiones generales sobre la fugacidad de la vida humana y la inconsistencia de los bienes de este mundo, sujetos a la acción destructora e implacable de la fortuna, el tiempo y la muerte.
- En la segunda, se aduce el ejemplo de relevantes personalidades del pasado, víctimas todas ellas de esos tres agentes.
- La tercera contiene el elogio del difunto y su cita con la muerte.
Temas
El poema lo configura un conglomerado de motivos extraídos del caudal de la tradición. Son tópicos o lugares comunes que expresan verdades en la Edad Media. Jorge Manrique recrea esos temas y el resultado es una obra que nos conmueve por su autenticidad y emoción:
- El mundo es un lugar de tránsito en el que el hombre tiene la oportunidad de conseguir la salvación de su alma.
- La fortuna es un azar ciego que desencadena las tragedias humanas. Se la representa como una rueda presurosa e inestable que reparte la felicidad y la desgracia.
- El tiempo es fugaz, carece de consistencia. El presente es imposible retenerlo, y cuando queremos darnos cuenta, ya no existe; el futuro se convertirá en sucesivos presentes inaprensibles; todo queda reducido a pasado.
- En el tratamiento literario de la muerte Jorge Manrique recoge toda una tradición que había venido destacando: su poder igualatorio, su sentido democrático, su aparición imprevisible, su poder destructor, su carácter ineludible y su implacable crueldad.
- El tópico del ubi sunt. Para ejemplificar la fugacidad de los bienes mundanos recurre a la convención retórica del ubi sunt (¿dónde están?), consistente en preguntar por el paradero de poderosos personajes del pasado inmediato.
- El tema de la fama es de raigambre clásica.
Estilo
En las Coplas Jorge Manrique olvida el lenguaje artificioso y conceptista de su poesía amatoria, prescinde el estilo de moda en la época, y, con un espíritu casi renacentista, depura el idioma de cultismos, hipérbatos y adjetivos innecesarios.
Otros poetas cultivan esta tendencia poética:
- El marqués de Santillana es autor de la Comedieta de Ponza, del Diálogo de Bías contra Fortuna y del Doctrinal de Privados.
- Juan de Mena escribió El Laberinto de la Fortuna o Las Trescientas.
LA CELESTINA
Publicada en Burgos en 1499, consta de 21 actos y fue escrita por Fernando de Rojas.
La acción
La acción dramática se estructura en un prólogo y dos partes: la primera se prolonga hasta el acto XIV, y la segunda, desde el acto XV hasta el XXI.
La acción arranca de una circunstancia fortuita: el joven Calisto, que va persiguiendo un halcón, penetra casualmente en el huerto de Melibea, de la que se enamora. Fascinado por su hermosura, le declara su amor, pero la muchacha lo rechaza violentamente al percatarse de que sus intenciones son deshonestas. Ante el rechazo de Melibea, contrata a una vieja alcahueta, Celestina, que, con la ayuda de los servidores del propio Calisto, consigue, por fin, la rendición de la joven. Cegada por la codicia, Celestina se niega a compartir con sus cómplices la recompensa obtenida por sus servicios; éstos la asesinan y son ajusticiados.
Los jóvenes, ajenos a cuanto les rodea, se entregan desenfrenadamente al disfrute de su amor hasta que una caída fortuita termina con la vida de Calisto, por lo que Melibea, desesperada, se suicida.
Los personajes
- Calisto: dominado por la pasión amorosa, se muestra retraído y melancólico unas veces, exaltado y furibundo otras. Es inseguro, indolente, egoísta y amoral.
- Melibea: al principio rechaza con violencia las insinuaciones del joven galán; luego duda, vacila y, finalmente, se entrega a él sin reparos.
- Celestina: intermediaria en los amores de Calisto y Melibea, se ha erigido en prototipo de la alcahueta. Dominada por la pasión de la codicia, persigue un único objetivo: obtener riquezas. Al servicio de ese apetito, moviliza todas sus dotes naturales: la perspicacia y sagacidad, la astucia y la capacidad de improvisación, las destrezas para manejar a las personas y el arte de la seducción y el engaño, que prodiga con la ayuda de dos poderosos aliados, la habilidad para halagar y el don de la elocuencia.
- Sempronio: movido por el interés y la lujuria, es falso, desleal, cobarde y violento.
- Pármeno: experimenta una evolución en su trayectoria vital: inicialmente se muestra fiel a su señor y le censura su conducta, previniéndole contra los manejos de Celestina; más tarde, dolido por la ingratitud de su amo y presionado por la elocuencia de la vieja alcahueta, mantiene una lucha interior y, tras prolongadas vacilaciones, claudica; acaba convirtiéndose en otro Sempronio.
- Elicia y Areúsa: conscientes de su condición de desheredadas, manifiestan repetidas veces su envidia y resentimiento contra la clase dominante.
- Alisa (madre de Melibea): una gran señora, orgullosa y altiva, pero insensata.
- Pleberio (padre de Melibea): representa al padre solícito, tierno y cariñoso con su hija, aunque demasiado confiado y negligente.
- Centurio: soldado fanfarrón y cobarde, utilizado por Areúsa para vengarse de Melibea.
- Tristán y Sosia: criados de Calisto.
- Lucrecia: criado de Melibea.
Los temas
La obra se articula en torno a varios núcleos temáticos:
- El amor: se muestra como una pasión incontrolable y avasalladora que desestabiliza el ánimo de los individuos, los arrastra al desorden moral y los destruye y aniquila. El amor engendra el caos, la perdición y la muerte.
- La codicia: es otra pasión que enloquece a los criados y ofusca el entendimiento de Celestina hasta provocarles la muerte.
- La fortuna: es un azar ciego y arbitrario, responsable de las tragedias humanas.
- La magia: cumple en la obra una clara función dramática: despertar en Melibea el fuego amoroso.
- El tiempo: las alusiones a las horas y a los relojes son continuas en la obra.
- La muerte: Rojas nos la presenta como un simple dejar de existir.
El mundo social de La Celestina
En La Celestina es ya palpable la transformación de la sociedad medieval. Ello se aprecia:
- Por un lado, en el establecimiento de nuevas relaciones entre los distintos estratos sociales.
- Por otro lado, en la configuración de un nuevo código moral: la conciencia de la propia individualidad, el anhelo de libertad, un cierto pragmatismo orientado a la búsqueda del provecho propio y el afán de lucro.