Desde finales del Siglo XIX surgen en Europa y América impulsos renovadores frente a las tendencias
Estéticas vigentes. En España, las ansias de renovación se producen en medio de la decadencia política, el
Llamado Desastre de 1898.
Al principio se llamó modernistas a todos los escritores con impulsos innovadores, pero con el tiempo,
El término modernista se reservó para designar a los autores que encauzaron su inconformismo hacia la
Búsqueda de la belleza, y, se creó la etiqueta de Generación del 98 para aquellos autores que reflexionaron
Sobre problemas humanos o analizaron críticamente la penosa realidad española.
El Modernismo es un movimiento literario que se desarrolla aproximadamente entre 1885 y 1915. Su
Máximo representante es el escritor nicaragüense Rubén Darío cuya obra puede dividirse en dos períodos:
Un primer período de gran belleza formal en el que escribe Azul y Prosas profanas. Una segunda etapa
Dominada por el intimismo en la que destaca Cantos de vida y esperanza.
El Modernismo es un movimiento que sintetiza muy distintas influencias, en especial la francesa de los
ROMánticos como Víctor Hugo, el Parnasianismo, cuya máxima es “el arte por el arte” y el Simbolismo de
Verlaine, Rimbaud y Mallarmé que busca la musicalidad y el arte de sugerir mediante símbolos.
Los modernistas manifiestan un sentimiento de frustración, pesimismo y hastío, buscan la belleza, el
Cosmopolitismo y el escapismo, bien a través del intimismo o de la evasión. Los temas principales giran en
Torno al amor, apacible o sensual y erótico, la soledad y el fracaso existencial. Aparecen también los temas
Americanos y lo hispánico.
En el lenguaje buscan los valores sensoriales y la musicalidad, emplean recursos literarios
Deslumbrantes, y, en la métrica, llevan a cabo una importante renovación: revitalizan los versos
Alejandrinos, el eneasílabo y el empleo del verso libre.
En el género poético aparecen nuestros mayores representantes Eduardo Marquina, Las vendimias,
Francisco Villaespesa, La copa del rey de Thule, y Manuel Machado, que combina los temas ligeros con los
Temas graves, Alma y Ars moriendi.
En sus inicios fueron modernistas el poeta de la Generación del 98 Antonio Machado con Soledades,
Soledades, Galerías y otros poemas, en las que emplea el paisaje para representar el estado del alma, y el
Poeta novecentista Juan Ramón Jiménez en su primera etapa, la época sensitiva, en la que escribe obras
Como Ninfeas, Almas de Violeta, impregnadas de un Modernismo sensorial, y Elejías, Poemas májicos y
Dolientes, en las que hay un Modernismo más intimista y simbolista.
En la prosa destaca la primera etapa de Valle-Inclán, en la que escribíó las Sonatas, biografía del
Marqués de Bradomín, un don Juan feo, católico y sentimental, que suponen la culminación de la prosa
Modernista española.
El grupo del 98 está integrado por Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu, Antonio Machado y Valle-Inclán.
Sus verdaderos precursores son los regeneracionistas, un conjunto de pensadores que propugnaban
Medidas concretas para la regeneración del país.
Para los autores del 98 el tema de España es central: rechazan el ambiente político del momento y
Denuncian la ramplonería de la sociedad. El otro gran tema son las preocupaciones existenciales. Rasgos
Comunes a todos ellos son cierto ideal de sobriedad, el gusto por las palabras tradicionales y un fuerte
Subjetivismo. El Grupo del 98 configuró el ensayo moderno y, en la novela abandonan las maneras de la
Prosa realista.
Miguel de Unamuno, cuya vida fue de intensa actividad intelectual y de constante lucha, cultivó
Todos los géneros y en todos proyectó sus grandes preocupaciones.
4 preocupaciones existenciales
Desde finales del Siglo XIX surgen en Europa y América impulsos renovadores frente a las tendencias
Estéticas vigentes. En España, las ansias de renovación se producen en medio de la decadencia política, el
Llamado Desastre de 1898.
Al principio se llamó modernistas a todos los escritores con impulsos innovadores, pero con el tiempo,
El término modernista se reservó para designar a los autores que encauzaron su inconformismo hacia la
Búsqueda de la belleza, y, se creó la etiqueta de Generación del 98 para aquellos autores que reflexionaron
Sobre problemas humanos o analizaron críticamente la penosa realidad española.
El Modernismo es un movimiento literario que se desarrolla aproximadamente entre 1885 y 1915. Su
Máximo representante es el escritor nicaragüense Rubén Darío cuya obra puede dividirse en dos períodos:
Un primer período de gran belleza formal en el que escribe Azul y Prosas profanas. Una segunda etapa
Dominada por el intimismo en la que destaca Cantos de vida y esperanza.
El Modernismo es un movimiento que sintetiza muy distintas influencias, en especial la francesa de los
ROMánticos como Víctor Hugo, el Parnasianismo, cuya máxima es “el arte por el arte” y el Simbolismo de
Verlaine, Rimbaud y Mallarmé que busca la musicalidad y el arte de sugerir mediante símbolos.
Los modernistas manifiestan un sentimiento de frustración, pesimismo y hastío, buscan la belleza, el
Cosmopolitismo y el escapismo, bien a través del intimismo o de la evasión. Los temas principales giran en
Torno al amor, apacible o sensual y erótico, la soledad y el fracaso existencial. Aparecen también los temas
Americanos y lo hispánico.
En el lenguaje buscan los valores sensoriales y la musicalidad, emplean recursos literarios
Deslumbrantes, y, en la métrica, llevan a cabo una importante renovación: revitalizan los versos
Alejandrinos, el eneasílabo y el empleo del verso libre.
En el género poético aparecen nuestros mayores representantes Eduardo Marquina, Las vendimias,
Francisco Villaespesa, La copa del rey de Thule, y Manuel Machado, que combina los temas ligeros con los
Temas graves, Alma y Ars moriendi.
En sus inicios fueron modernistas el poeta de la Generación del 98 Antonio Machado con Soledades,
Soledades, Galerías y otros poemas, en las que emplea el paisaje para representar el estado del alma, y el
Poeta novecentista Juan Ramón Jiménez en su primera etapa, la época sensitiva, en la que escribe obras
Como Ninfeas, Almas de Violeta, impregnadas de un Modernismo sensorial, y Elejías, Poemas májicos y
Dolientes, en las que hay un Modernismo más intimista y simbolista.
En la prosa destaca la primera etapa de Valle-Inclán, en la que escribíó las Sonatas, biografía del
Marqués de Bradomín, un don Juan feo, católico y sentimental, que suponen la culminación de la prosa
Modernista española.
El grupo del 98 está integrado por Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu, Antonio Machado y Valle-Inclán.
Sus verdaderos precursores son los regeneracionistas, un conjunto de pensadores que propugnaban
Medidas concretas para la regeneración del país.
Para los autores del 98 el tema de España es central: rechazan el ambiente político del momento y
Denuncian la ramplonería de la sociedad. El otro gran tema son las preocupaciones existenciales. Rasgos
Comunes a todos ellos son cierto ideal de sobriedad, el gusto por las palabras tradicionales y un fuerte
Subjetivismo. El Grupo del 98 configuró el ensayo moderno y, en la novela abandonan las maneras de la
Prosa realista.
Miguel de Unamuno, cuya vida fue de intensa actividad intelectual y de constante lucha, cultivó
Todos los géneros y en todos proyectó sus grandes preocupaciones.